Juana

2

-Esto... ¿Dónde estamos? -Le pregunto a Ed cuando estaciona el auto en el parquímetros frente a un gran edificio color gris.

-Es la casa de unos amigos. -Mira en dirección a la enorme puerta metálica. -Espero que estén. -Se encoge de hombros y baja del carro.

-¿No suelen hacerlo? -Le pregunto siguiéndole.

-Si, casi siempre hay al menos uno de ellos aquí, solo que no suelen hacerlo los viernes en la tarde. -Señala antes de abrir la puerta para mí. -Robert. -Saluda al hombre tras el mostrador, quien solo aparta su mirada de su periódico para dedicarle un gesto con la cabeza a Ed.

-Edmond y... -Saluda y este pone una mano en mi cintura.

-Novia. -Afirma antes de empujarme por las escaleras.

-¿Que? -Pregunto en voz baja una vez estamos subiendo.

-Es un bastardo abusivo, pero si cree que no estás sola, no va a tocarte. -Me responde y yo me plantó guiandome para verlo.

-¿Por qué estamos subiendo por las escaleras y no por el ascensor? -Sonrie.

-Lo cogemos en esta planta, quería darle el menor tiempo posible para examinarte y morbosearte. -Sonrio sorprendida y un poco enternecida.

-Gracias. -Le digo y lo digo de todo corazón, él me pone las manos en los hombros y me gira.

-Sigamos.

Ambos nos quedamos en silencio mientras avanzamos por las feas y mal olientes escaleras. El lugar es bastante feo, a decir verdad, huele mal, es oscuro y veo moho recubrir gran parte de las paredes y el techo y dentro del ascensor no es mejor.

En cierto modo me recuerda un poco al horrendo edificio donde vivían Daniel y Lauren, con la diferencia de que ese edificio siempre olía a marihuana, mientras esté huele como si alguien hubiese estado vomitando en cada esquina durante varios días.

-Que lindo lugar. -Se me escapa y lo noto cuando Ed deja salir una risa.

-Los apartamentos son mejores. -Me promete cuando las puertas se abren y me hace un gesto para que camine.

El lugar no es mucho mejor que lo que ya he visto, y me dejo guiar hasta la última puerta a la izquierda, que parece ser la menos sucia del piso y cuando estamos en frente, Ed golpea varias veces hasta que un muy atractivo rubio de perfectos pectorales abre la puerta con aspecto adormilado.

-Hola. -Me dice en voz seductora antes de mirar a Ed. -Linda chica.

Vaya... Cómo todo hombre, tenía la necesidad de dar un "cumplido" que en realidad parece un insulto, como si mi bonita cara fuera todo lo que tengo para ofrecer.

No he empezado a conocerlo y ya siento que lo odio.

-Es una amiga. -Responde y pasa su brazo sobre mis hombros. -Juana, él es Dean.

-Mucho gusto, linda. -Me güiña un ojo y yo le miro con una ceja enarcada intentando mostrarle que no me agrada.

-Hola. -Murmuro y Ed me toma de la mano para hacerme entrar.

-¿Hay alguien más? -Pregunta Ed mientras yo miro a nuestro alrededor.

Tengo que admitir que Ed tenía razón, el apartamento es bastante mejor que el edificio, esta bastante iluminado, ordenado y hasta huele a lavanda; lo que contrasta completamente con el pasillo.

-Si, Harry esta encerrado en el estudio terminando no se que y supongo que Louis debe estar en su habitación. -Bosteza caminando hacia la pequeña puerta de cristal que deja ver un refri. -¿Quieren beber algo?

-Agua. -Pide Ed. -Puedes sentarte, si quieres. -Me dice cuando me ve incómoda junto al sillón de cuero. -¿Por qué estabas dormido? Es tarde. -Le pregunta dejandose caer en el sillón frente al televisor.

-Estuve en seción toda la noche y la mayor parte de la mañana, estoy agotado. -Dice apareciendo con dos vasos en la mano.

-¿Seción? -Le pregunto y me vuelve a mirar como si fuera un caramelito.

-Soy modelo, trabajaba. -Asiento un tanto sorprendida aunque no debería, su aspecto claramente lo dice a gritos.

-Y un presumido profesional. -Bromea Ed recibiendo el vaso.

-Ya, ya ¿De dónde salió tu amiga?

¿Por qué no me lo pregunta a mi? Me molesta que hable como si yo no estuviese aquí y no fuera capaz de hablar por mi misma.

-De mis roommates. -Responde Ed y Dean me mira sorprendido.

-¿Zedd y Alison tuvieron una hija de su edad? -Le miro como si fuese la persona más estúpida del mundo aunque sonrió ligeramente para suavizar mi humor.

-Soy su hermana. -Le suelto cruzando mis brazos un tanto incómoda, no se me da del todo bien la interacción, supongo que por eso terminé relacionada con Ezio...

-¿Que te trae a este lado del mundo? -Vuelvo a mirarle extrañada -Tenia entendido que vivías en Inglaterra.

-Un cambio, supongo. -Me encojo de hombros algo inquieta.

Mis hermanos hablaban de mi, por lo menos con sus ¿Amigos? Creo que eso es lindo, tomando en cuenta que nunca se tomaron la molestia de ir a buscarme durante todos estos años.

-¿Te inscribiste a algún colegio? -Me pregunta pero yo niego. -Entonces ¿No vienes a estudiar?

La verdad es que no tengo idea de que planeo hacer o que era lo que esperaba exactamente al venir aquí, solo quería estar tan lejos de los Luchesse como me fuese posible.

-No, al menos no este año. -Asiente y levanta la mirada de mi.

-Hey, mira, ella es Juana. -Miro sobre mi hombro para encontrar una bonita y ligeramente tierna, mirada azulada.

-Hola. -Hace un gesto con la mano antes de pasar a la cocina.

-Él es Louis, es bastante agradable pasar el tiempo con él. -Me asegura Ed haciendo zapping en el televisor.

-¿Dónde está Jo? -Escucho desde la cocina. -Me debe una enorme después de lo que me hizo hacer ayer y pienso conbrarsela antes de que se me olvide.

-¿Y ahora que hizo mi hermana? -Pregunta Ed en un tono divertido.

-Por culpa de esa pequeña demonio, me suspendieron por cuatro días apartir del lunes. -Ed detiene su recorrido por los canales y se levanta para acercarse a la puerta de la cocina.

-¿Que hicieron? -Louis pasa junto a él con una sonrisa difícil de discimular. -Louis. -Le llama y este pasa junto a nosotros en dirección al pasillo, me hace un gesto con la mano y Ed le sigue insistiendo para que hable sobre Jo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.