Juana

4

Estoy sentada en el lugar vacío frente a la ventana de la sala mirando en dirección a la calle, viendo a las personas pasar tan sumergidos en sus asuntos que no le toman importancia a la chica rubia que los sigue con la mirada.

Es más aburrido de lo que parece pero no se que hacer para matar el tiempo hasta que sea hora de ir a ver a Jo.

Ed está en la ducha y Zedd aún no llega a casa, estoy tan aburrida esperando que no puedo evitar comparar este momento con aquellos en que me sentaba a pescar con mi padrino, pasábamos horas enteras en silencio, esperando a que los peces picaran y si intentaba interrumpir el silencio, empezaba a gritarme un montón de insultos en italiano por "espantar los peces".

Era lo más aburrido del mundo y lo odiaba, sobre todo porque me obligaba a hacerlo al menos una vez cada semana cuando estábamos en Palermo; lo que, de hecho, era bastante seguido.

Cuando una niña pasa corriendo detrás de un niño con dos paletas, decido que ya tuve suficiente y me apartó de la ventana, acercándome a la cocina para servirme un poco de agua aunque mientras lo hago, aparece Ed con esa sonrisa tan característica suya. 

-¿Quieres ayudarme con mi cabello? -Me pregunta mientras levanta el peine. 

Pongo el vaso sobre la encimera y le hago un gesto para que se siente en una de las sillas del comedor, recibo el peine y no puedo evitar burlarme cuando toco su cabello. 

-Tienes cabello de princesa. -Le digo notando la suavidad del mismo. -Rubio, lacio, suave y tus puntas están perfectamente sanas. 

-Me lo dicen seguido. -Presume. - Amo mi cabello, es mi atractivo. - Sonrío acomodando su cabello en una cola alta. -¿no lo crees? - Pregunta moviendo la cabeza para mirarme. 

-Si, pero quédate quieto que no puedo peinarte. - Rie. 

-Puedo darte un par de tips para que tu cabello también sea como el de una princesa. -Vuelvo a sonreír. 

-De hecho, eso seria lindo. - Admito enrollando el cabello en un chongo. 

-Podría llevarte con mi estilista y que te haga un corte, no te vendría mal. 

-Ya, acepto los tips pero me gusta mi cabello como esta, gracias. - Rie de nuevo mientras despeino un poco la moña. -Terminé. -Se levanta y me sonríe. 

-¿Quieres salir de aquí? 

-¡Por favor! - Dramatizo moviendo las manos y él me tiende su brazo, cual caballero. 

-Conozco un lugar donde venden unos deliciosos bagel, es cerca así que podemos ir caminando. - Me dice mientras salimos de la casa. - Mira, si algún día te quedas sin como entrar, - se inclina y coge una piedra del suelo - buscas una piedra y la tiras ahí - la lanza a una de las esquinas de la puerta, la cual se levanta dejando caer una llave. - y así puedes entrar, pero siempre asegúrate de volver a ponerla en su lugar. - Mete la llave dentro de la pared y empuja el trozo de puerta, la cual se pega de modo que no parece que esta rota. 

-¿A quien se le ocurrió romper la puerta para eso? -Deja salir una risa. 

-A tu hermano pero la que rompió la puerta fue Alison una vez que estaba discutiendo con Harry y Jo los saco de la casa porque hacían mucho ruido, entonces como Ali estaba enojada, se quito uno de sus tacones y se lo aventó a Jo pero el lugar de darle a ella, lo clavo en la parte de la puerta que se abre. 

Me cuenta con tono divertido mientras caminamos hacia donde sea que me este llevando.

-Tendrías que haber visto la cara de Jo, casi se desmaya y Harry estaba muerto de la risa, por lo que Alison le grito que se fuera. Fue divertido verlo todo desde la comodidad de mi ventana. - Dice entre risas. 

-¿Por que discutían Harry y Ali? - Curioseo y él me mira divertido. 

-No recuerdo bien, pero creo que fue porque Alison le revisó el móvil y tenia un par de mensajes algo subidos de tono con una de las chicas de su clase. 

-¿Y ella por que tenia que revisarle el móvil? - Me mira como si acabara de recordar algo. 

-Verdad que tu no sabes, Harry y Ali estuvieron saliendo hace algún tiempo y eso pasó durante ese tiempo, fue de sus ultimas peleas antes de cortar. 

Vaya, que buen gusto tiene Alison. 

-Oh. - Es lo que me limito a responder.

-Ahora cuéntame algo tu. - Le miro sin saber que responder y él lo capta. -Cualquier cosa, no tiene que ser algo demasiado personal, hablame de alguna anécdota o algo. 

Lo pienso un poco ¿De que podría hablarle? Estoy muy segura de que no encontrará interesante nada de lo que tengo para decir y no quiero ponerme a la defensiva, no con él, me agrada y quiero agradarle.

¿Que puedo decirle que pueda resultarle divertido?

—Una vez... —Empiezo trayendo a mi memoria a Neil. —Mi ex novio me invitó a cenar a uno de los restaurantes más elegantes de Londres... —Sonrio al recordarlo, fue poco después de empezar a salir. —Para entrar teníamos que seguir un código de vestimenta, así que ambos estábamos bastante elegantes y fue una bonita velada, pero Neil no dejaba de ver hacia las puertas giratorias de la recepción y cuando le pregunté por ello, me señaló que había una boda y a modo de broma le pregunté si quería que nos colaramos. —Se me escapa una pequeña risa.

—¿Se metieron en la boda? —Pregunta curioso y yo asiento.

—Neil dijo al Maite que era el hijo de uno de los invitados y yo era su acompañante así que nos dejaron pasar y una vez dentro... —Niego divertida. —Fue muy divertido, bailamos, bebimos, hablamos con los demás invitados y todos creían que éramos familiares de la novia, hasta la misma novia lo creyó cuando Neil le dijo que eran primos lejanos y que estaba feliz de verla de nuevo. —Vuelvo a reír. —Fue muy divertido, incluso en cierto momento Neil se puso de rodillas y me pidió que me casara con él. —Se me escapa una lágrima y muerdo el labio para evitar llorar. —Todos nos felicitaron y nos dieron varios recuerdos de la fiesta. Estuvo bien.

—Vaya... Yo lo intento y me pillan de plano. —Bromea y le sonrió aunque sin muchas ganas.




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