Todo esta silencioso a mi alrededor y por algunos instantes me cuesta trabajo volver a la realidad y recordar que es lo que pasa pero en cuanto vuelvo en mi y abro los ojos, doy un salto de la cama para alejarme tanto como me sea posible de la mujer sentada en el sillón junto a esta.
—Ay, deja el drama y acuéstate o vas a desmayarte de nuevo. —La miro precavida.
No confío en ella, la conozco demasiado para hacer algo tan estúpido como eso.
¿Cómo es posible que en la ciudad más grande del maldito mundo venga a cruzarme justamente con ella? De todas las posibilidades...
—Deja de mirarme así, no voy a correr a contarle a mis primos que estás aquí. —Se cruza de brazos acomodándose en el sillón.
—Disculpa si no confío en ti, pero eres una Luchesse. —Deja salir una pequeña risa pasando su cabello tras su hombro.
—Tu también lo eres, por si lo habías olvidado. —Levanta su mano la mueve frente a mi, señalando su dedo anular.
—Es diferente.
—Aja, como sea. —Rueda los ojos y se pone de pie para acercarse a mi, que no apartó la mirada de ella hasta que está sentada en la cama justo frente a mi. —Me gusta mi vida aquí, me agradan mucho mis amigos y sé que si mis primos vienen todo se va a ir al demonio así que relájate, no voy a irme de lengua con ellos. —Me dejó caer en la cama y el peso de mis hombros se relaja ligeramente.
—¿Cómo puedo confiar en ti? —Sonrie de esa forma tan adorable en que solamente ella puede.
—¿Recuerdas a Julián Gambino? —Asiento.
—¿El niño bonito que iba a la mansión Luchesse junto a su padre y pasaba todo el día en el puerto coqueteando con las isleñas? —Deja salir una suave risa.
—Si, él. —Humedece sus labios.
—¿Que con él?
—Si quieres protección de mis primos, puedo llevarte con él y va a esconderte de ellos, pero si lo hago vas a deberme un favor. —Vuelvo a quedarme sin saber que decir.
Conozco a Mina desde hace años y sé que no es alguien de confianza, es caprichosa, egocéntrica y nunca hace nada que no resulte en su favor pero estoy desesperada y necesito protección si no quiero que me encuentren, por lo que le tiendo una mano y asiento.
—Hecho. —Su sonrisa se hace más grande cuando estrecha su mano con la mía.
—Ven, nos esperan. —Se levanta tirando de mi. —Por cierto, no digas nada sobre cómo nos conocimos o sobre mi familia y yo no digo nada sobre ti ¿Vale?
—Vale.
Salimos de la habitación en silencio con ella tirando de mi y no me sorprendo al notar que estamos solas en la casa y entonces de alguna manera se me viene a la mente la única persona de esa repulsiva familia que vale la pena.
—¿Cómo está Cece? —Me mira sorprendida.
—¿Cece? Bien, creo, no he hablado con ella desde que empezó sus prácticas hace algunos meses. —Se encoge de hombros restandole importancia.
—Vaya, eso suena bien —Sonrio orgullosa mientras atravesamos la calle en dirección a la playa. —se graduó en leyes ¿No? —Asiente.
—Y ahora está trabajando con alguna famosa firma de abogados aquí con Julián como su cliente ¿No es genial? —Sonrie burlona —todo queda en familia, si sabes a lo que me refiero. —La miro curiosa pero decido quedarme callada.
Cuando finalmente llegamos con los demás, los veo riendo y charlando entre ellos, aunque al verme se quedan en silencio mirándome y el primero en hacer un movimiento es Ed, quien salta para ponerse junto a mi.
—¿Estás bien? —Pregunta Ed tomándome de los hombros para examinar mi rostro.
—Si, solo se me bajó el azúcar. —Forzo una sonrisa y miro a la rubia de portada. —¿Quien eres?
—Julianne ¿Tú quien eres? —Ed me sienta junto a Jo antes de dejarse caer a mi lado.
—Juana. —Escupo agarrándome al brazo de Ed, sientiendome ligeramente más segura en cuanto él me rodea con su brazo.
—Es nuestra nueva roomie. —Completa Ed. —Hermana de Ali y Zedd.
—Ah, eres esa.
—¿Ahora sí nos explican cómo es que se conocen? —Pregunta Dean y yo miro a Mina.
No sé que fue lo que les dijo para quedarse conmigo mientras estaba inconsciente ni tampoco se qué se supone que debo decir cuando no puedo decir la verdad, así que planeo dejarla hablar a ella.
—Mi hermana nos presentó la última vez que estuvimos en Londres veraneando y salimos un par de veces después de eso ¿Verdad Juanita?
—Verdad. —La tal Julianne nos mira dudosa pero a los demás parece bastarles con esa explicación, por lo que no hacen preguntas, en su lugar se limitan a continuar con el buen rollo que de seguro tenían antes de que llegara.
Junto a Harry hay una pequeña nevera de la que sacan algunas cervezas que empiezan a repartir y una botella de agua para mí, Mina nos entrega a todos unos paquetes de papas mientras Dean toca la guitarra y Jo y Louis cantan algo sobre la playa y la juventud.
Ed me está contando sobre la vez que Dean, Harry, Mina y Jo hicieron una competencia de bebidas en la playa que terminó con Jo vomitando sobre Julianne, Mina y Harry casi inconscientes y Dean arrestado por correr por el vecindario desnudo.
—¡No creas todo lo que dice! —Se queja Jo riendo y no puedo evitar reír ante el modo en que su bonito rostro se deforma mientras intenta alcanzar a Ed.
—¡Quieta! —Grita Ed intentando ponerse de pie, pero termina cayendo de culo sobre la arena con las piernas en alto, lo que nos arranca una carcajada a los tres y entonces me sorprendo de que en realidad si la estoy pasando bien.
Me estoy divirtiendo y sigo sobria, lo que es completamente nuevo para mi, incluso cuando estaba con Neil solía embriagarme un poco o meterme alguna cosa para poder relajarme y se siente bien hacerlo estando sobria.
—¡Hay que nadar! —Grita de repente Mina quitándose la ropa.
—¡Estás loca! —Se burla Julianne. —¡Estamos a siete grados!
—¡Eres una amargada! ¡SOLO SE VIVE UNA VEZ! —Sale corriendo en dirección al agua y veo a Ed correr tras de ella.
—¡No, Mina! —Vuelvo a reír con ganas viendo la escena.
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Editado: 14.08.2020