Juego de Supervivencia

Capitulo 12: Secretos

Luego de la prueba anterior me encuentro un poco cansado; esto de los simuladores no son tan divertidos ni sencillos como creí que serían.

La alarma de Santiago volvió a sonar a la misma hora; supongo que en parte aquella alarma sirva para no quedarnos dormidos y perder la prueba del día; algo que sería muy desafortunado si nos llega a suceder.

— Otro día—. Mencionó Santiago quién se ha acostumbrado a ponerse de pie apenas suena su alarma.

Jessica mantiene el rostro tapado con las almohadas; Anna se ha escondido debajo de sus sábanas; Akiko es la única que se ha sentado sobre el borde de su cama.

— Hoy no tendremos ningún simulador. Es nuestro día libre—. Mencionó Santiago.

Me senté en el borde de la cama; no entiendo a que se refiere.

Las chicas se sientan sobre su cama y están esperando a que Santiago de su explicación.

— Ayer una de las encargadas me dijo que hoy será libre. Si nos tienen consideración a pesar de todo—. Mencionó como si nada.

En la sala todos nos mostramos enojados por no haber avisado y también por haber puesto esa alarma a la misma hora de siempre.

— ¿Para que era la alarma?—. Le preguntó Akiko de una manera muy calmada.

Eso me da sospechas que ese par tiene algo y aún no lo hacen público.

— Madrugar tiene sus ventajas—. Fue su excusa. 

 

***

 

Salí de la ducha; llevaba algunos días sin haber disfrutado de un buen baño; aquí me estoy preocupando más por salir con vida y llegar a tiempo a los simuladores. 

Entro a la habitación en dónde solo está Jessica recostada sobre su cama mientras lee un libro y escucha música. 

— ¿Dónde está el resto?—. Le pregunté al notar que toda la habitación está vacía. 

Me sorprende no ver a Santiago, Akiko y Anna en la sala. 

— Anna está en la ducha—. Contestó Jessica mientras mantenía su vista enfocada en el libro—. Akiko con Santiago salieron. Creo que tienen una cita o algo así. 

Me senté en el borde de mi cama. 

A los pocos minutos llegó Anna quién también se sorprendió al no ver a ese par en la habitación. 

— ¿Dónde están Santiago y Akiko?—. Preguntó Anna. 

— Salieron—. Le contesté y a la vez me puse de pie. 

Tampoco quiero pasar aquí dentro sin hacer mucho; quizás deba salir y tratar de indagar en algo sobre los secretos que este lugar posee. 

Anna empezó a caminar detrás de mi; apenas lo noté me detuve. Tener compañía este día no sería tan malo. 
 


 

— ¿Algún plan? Compañero—. Mencionó Anna mientras me daba un leve golpe en el brazo. 
 


 

Le sonreí ante su acto. 
 


 

— Vamos a la cafetería—. Le mencioné y ella asintió ante mi recomendación. 
 


 

En la sala principal están algunos de los grupos actuando como si nada; quizás este día libre si va a servir para relajarnos y dejar de pensar en que estamos en peligro durante cada simulación. 
 


 

Camino muy apegado a Anna; en cierto punto me dan ganas de tomarla de la mano como en las simulaciones pasadas pero algo me detiene. 
 


 

En todo el camino hasta nuestro destino nadie tomó la iniciativa para comenzar alguna conversación. 
 


 

En el patio del campus están los demás grupos; algunos hablando entre ellos; otros sentados mientras se ocupan en sus cosas y unos cuántos están ingresando a la zona de prácticas. 
 


 

Llegamos hasta la cafetería, hicimos nuestros pedidos y esperamos a que estos lleguen. 
 


 

Siento un poco de nervios. Esta es la primera vez que estoy en una cafetería con una chica que no sea Karen, mi tía o Sally; siento que esta es mi primera cita. 
 


 

Estoy tratando de mencionar algo pero aún no se me unen bien las ideas y lo que menos quiero es alejar a Anna sin haber intentado algo. 
 


 

— Ya vengo. Voy un ratito al baño—. Mencionó Anna para luego ponerse de pie. 
 


 

La ví marcharse; quizás estoy alejándola sin darme cuenta. 
 


 

Apenas se fue también me puse de pie y me dirigí también al baño de hombres. 
 


 

Me ví en el espejo; tengo el cabello un poco desordenado. Me lave la cara y traté de mojar un poco mi cabeza. 
 


 

— Vamos que debo mejorar en esta salida que podría ser considerada una cita—. Me dije a mi mismo mientras me veía en el espejo. 
 


 

Me daba ese consuelo; no me veo tan mal pero tampoco estoy del todo bien. Pasable sería el término correcto. 
 


 

Giro mi mirada y me enfoco en un nombre que fue escrito en una de esas paredes; Erick López y tiene una firma muy singular. 
 


 

Trato de recordar dónde escuché ese nombre; Erick López el hermano de Alex. Si se dice que nunca existió me dan sospechas de que hace su nombre y firma allí.
 


 

Saco mi teléfono y le tomo una foto para tener una prueba sobre él. 
 


 

Ahora debo enfocarme en Anna y tratar de no incluirla en esto; solo debo saber en cómo escaparme de ella sin que lo note y buscar una buena excusa. 
 


 

Salgo del baño y me fijo si está Anna cerca; miro en la mesa en la que estamos sentados y no está allí. 
 


 

Intentó escabullirme; en frente de mi se posa Anna quién me mira un tanto confundida. 
 


 

— ¿A dónde ibas?—. Me preguntó. 
 


 

Trato de buscar una buena excusa. 
 


 

— Debo hacer algo—. Le menciono. No se me ocurrió nada y soy malo mintiendo. 
 


 

Ella nota que no estoy siendo del todo sincero y trata de no dejarme ir tan fácil. 
 


 

— ¿Qué está sucediendo? Jessica tiene sus secretos. Akiko me tiene al margen de lo que tiene con Santiago. Ahora tú tienes pensado irte sin darme una buena razón ¿Que sucede con ustedes?
 



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En el texto hay: misterio, novela juvenil., simulaciones

Editado: 23.11.2022

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