Capitulo 22

Elena

Mi corazón se acelera cuando centra su atención en mis labios. Nos quedamos expectantes el uno del otro. Sin pensarlo mucho desvío mi foco hacia mi mano sangrante, estaba bastante mal. La había olvidado casi por completo debido a la adrenalina que opacó por completo mi dolor en el tobillo y la herida de mi mano. Estaba muy entusiasmada por haber ganado. De hecho, fue más liberador, saber que mi hermano estaría fuera de esto por un tiempo. Aunque a pesar de todo aquello, la sensación de que Clarissa había estado con Felipe, me carcomía por dentro. No entendía mucho en qué momento había sucedido y por qué no me lo había dicho, pero no tenía el derecho de reclamar nada ya que solo estamos juntos por un tiempo límite. Y aquello, fue antes de nuestro trato, o al menos, eso espero.

— Tienes las manos tibias — mencionó susurrando al tiempo que se centraba en colocar la venda limpia en la herida.

— Raro, ¿no? — no parecíamos tener mucho que decir. Me resultaba difícil, después de aquel destape de olla y haberlo visto pelear, era algo que no esperaba ver por su parte. Parecía muy diferente desde que le conté lo que pasó y no entendía por qué. Se había disculpado, aunque había quedado en la nada cuando Tyler llegó.

— ¿Estarás bien? — se puso a mí lado. Solo asentí, no tenía nada en la boca que pudiera aportar y me moría por preguntar lo que pasaba por su cabeza — Dime la verdad... ¿Cómo es que terminaste allí? — preguntó luego de unos segundos en silencio.

— No lo sé, llamar la atención, la necesidad de sentirme buena para algo… de sentir que — suspiré con cansancio recordando mi infancia — Que mi existencia… era algo más que ser “La hermana de Laura”.

Otra vez se quedó en silencio, pero esa era la verdad. No había obtenido la atención que quería o más bien la que necesitaba. Para mis padres siempre fui un cero a la izquierda. De lo que me arrepentía era de no haberme dado cuenta antes que, no necesitaba demostrarle nada a nadie, que las únicas personas que debía de poner orgullosos, eran mis abuelos y lo estaban. Que sin importar lo que hiciera, ellos ya estaban orgullosos de mí, aquello fue solo un grave error, que de seguro entenderían, porque me amaban, a pesar de mis errores.

— Sé que nada justifica el hecho de dejar morir a mi hermana… — observé mis manos llenas de sangre seca y la venda limpia — Solo que… no lo sé, era yo quien buscaba deshacerse de mi pesada existencia. Estaba tan mal… necesitaba ayuda y no me di cuenta que… mis verdaderos padres son mis abuelos y ellos están más que orgullosos de quien soy. Me mata por dentro, no ser quien ellos piensan y que crean la mentira que soy.

— ¿Nunca habías tenido contacto con la organización? — cuestionó a lo que solo negué, esa era la primera vez que de verdad me había involucrado por completo. Antes solo tenía los pies sumergidos, ahora estaba hasta el cuello — No miento cuando digo que me dolió un poco que te hayas saltado ese detalle, pero no puedo enojarme por eso, no justifica el haberte dejado allí con Tyler. Al volver y ver que no estabas…

— ¿Volviste por mí? — cuestioné al tiempo que me volteaba con un poco de emoción, que quizás pudo haber notado.

— Claro, cuando entendí que te había dejado a la deriva, me sentí fatal. Temía por tu vida y no me hubiera perdonado nunca si… si algo te sucedía — se atrevió a mirarme a los ojos.

Nos quedamos unos segundos observándonos, se tomó la molestia de colocar su chaqueta sobre mí al notar el temblor que dominaba mi anatomía. Entre nosotros podía sentir que había cierta conexión, no sé si siempre la hubo, pero en ese momento sentí que siempre existió. Se sentía como estar en un lugar seguro.

— Creo… que nunca pensé que te vería pelear… — susurré.

— Es algo que nunca debiste haber visto.

— Era… era ¿matar o rendirse? — sabía eso, pero tenía que escucharlo de su boca.

— Siempre es matar o morir. Aquí las debilidades, solo te llevan a tu tumba — mantuvo su atención en la linterna frente a nosotros.

— Cuando te pregunté si habías matado a alguien… tu respuesta… ¿Fue mentira? — temía escuchar la respuesta de aquello, aunque muy dentro mío la conocía.

Solo mantuvo silencio.

— El que calla otorga…— dije tratando de romper el vacío que se generó. Él ni se inmutó. Ambos éramos dos asesinos, de diferente forma, pero lo mismo.

— Lamento… haberte dejado allí con Tyler… y bueno, en la playa. — suspiró observando cada parte de mi rostro. Se acercó a mí y me atrajo a sus brazos, sus cálidos brazos que se sentían como estar en casa, como si me estuviera entregando el calor que no sabía que me faltaba, era ese algo que me ayudó a no sentir tan vacío mi pecho — No sé qué me hiciste, pero sospecho que es magia — bromeó aún conmigo en sus brazos. Lo que me hizo pensar en Nat y me llevó a alejarme.

— Ey… hay algo que necesito saber — me acomodé la chaqueta un poco nerviosa lo miré esperando que dijera algo, pero solo estaba centrado en mí — Sé que no me incumbe, pero tengo que saberlo ¿Qué sucede contigo y Nat? ¿Realmente están saliendo?

— Te haría la misma pregunta respecto a Matt — dijo un poco nervioso — No lo sé, es agradable conmigo, bonita, empática, me gusta y todo, pero… no sé si en mi situación, sería prudente ponerme en relación con ella — comentó nervioso y ansioso — Además no creo que su padre me acepte — sonrió con gracia — ¿Por qué el interés?

— Porque… ella, aunque no lo diga, está muy ilusionada contigo y aunque no hablemos… se le nota — sonreí débil e incómoda. Tenía que dejar de pensar que tenía una mínima esperanza con él. Nunca me corresponderá, por más que lo deseara con todas mis fuerzas. Debía de olvidar ese sueño.

— ¿Cómo encaja Matt en todo esto? — notaba que se sentía incómodo con esa pregunta y quizás estaba invadiendo un poco mi privacidad, pero tenía el derecho a preguntar ya que yo también había hecho lo mismo.

— No es mal chico… Siento que quizás, está solo con todo esto. Y si algo sé, es que de a dos, la carga es más liviana. — suspiré al recordar a Arian — Además, por más que hay días que logra sacarme de quicio, sé que va a estar allí si me encuentro en peligro.