Capítulo XIII: El otro lado de la moneda…

–Año de… No recuerdo qué año era, pero, nací…aparecí, porque creo que el término de “nacer” no va conmigo, soy una maldición, después de todo…
Y, ¿qué hice?, simplemente hice lo que cualquiera haría, ver el lugar nuevo, explorarlo y conocerlo. Pude ver a muchos niños jugando, se veían felices, pero yo me preguntaba, ¿por qué mi mente esta lleno de pensamientos malos?, no lo entendía… desperté con todo el conocimiento que tengo, como si despertará de un sueño, pero, a la vez, no recordaba nada, ¿cómo es que puedo estar este lenguaje y su significado?, no entiendo nada…
–Vaya, una pobre maldición.
–¿Eh?, ¿me puedes ver?
–Wow, sabe usar el lenguaje humano, bueno, ¿qué más da?
–Unas personas con habilidades extraordinarias intentaron matarme, no hice más que huir, pero lograron herirme, y sentí que estaba perdido, pero…–un alguien me defendió…
–Vámonos –ese tipo, ese ser, era otra maldición y me salvó…
–¡Vuelvan acá, espíritus de mierda! –huimos y nos escondimos de esos hechiceros.
–Me llamo Hikaru, ¿tu cómo te llamas?
–¿Cómo me llamo?, y-yo…
–Ya entendí, no te has pensado un nombre, ¿verdad?
–Si, así es.
–Bueno, déjame pen…
–Usuaka…
–¿Eh?, ¿ese es tu nombre?
–No, bueno, no sé…
–Está bien, si te gusta, te llamarás Usuaka.
–Si, está bien, creo.
Me asomé para ver si seguían buscándonos, pero me vieron, sentí… ¿miedo?, reaccioné y… esos hechiceros estaban clavados, clavados en mis… ¿huesos?, no, no eran míos, eran los suyos… tenían los huesos de fuera…
–V-vaya, así que esa es tu técnica ritual…
–Hikaru, ¿quiénes eran estos?
–Son hechiceros, se encargan de eliminar a maldiciones, como nosotros, con sus técnicas rituales…
–¿Técnicas rituales?
–Si, como la que usaste contra ellos.
–Ya entiendo… y, ¿por qué nos eliminan?
–Pues, somos un mal para la humanidad.
–¿Un mal para la humanidad?, pero nosotros nacemos de ellos…
–Pues, si, pero somos lo malo de ellos… porque nacemos de sus emociones negativas, y…
–¿¡Y!?, ¿qué tenemos que ver nosotros con eso?, o sea, nacemos de sus emociones negativas, pero, si nos eliminan, ¿esas emociones desaparecerán del mundo?
–Pues, no…
–Entonces, ¿¡por qué mierda tenemos que sufrir el ser eliminados!?
–P-pues, porque hacemos un mal al mundo…
–¿¡Cómo!?, sin importar si existimos o no, las emociones negativas siguen existiendo, no atacamos a nadie…
–Pero otras maldiciones si…
–¿Por qué defiendes a los hechiceros?, eres una maldición, como yo, y como las demás.
–Pues, porque así es nuestro ciclo de vida…
–¿Ciclo de vida?, por favor, somos inmortales, a menos que nos exorcicen, no morimos. No quieres afrontar la verdad, ¿me equivoco? Admítelo, no hay ninguna razón para morir, y lo acabo de entender, nacemos de los humanos, y somos superiores a ellos, pero aún así, no podemos disfrutar de las cosas que ofrece el mundo, nos lo niegan, a pesar de que ellos nos crean, nos quitan ese valor y nos exorcizan como si no fuéramos nada… ¿no estas harto de todo eso?, somos una raza que trascenderá al mundo, si los humanos nos quitan nuestro valor como maldiciones, entonces, nosotros les quitaremos su valor como humanos, ¿no piensas lo mismo, Hikaru?
–N-n-n…S-si, ¡¡ya estoy harto de intentar sobrevivir cada día, estoy harto de no poder vivir sin tener miedo de toparme a un hechicero!!
–Lo entendiste a la perfección, eres bastante hábil con la mente, sé mi mano derecha, ayúdame a sumir a los humanos, y crear un mundo solo por maldiciones.
–¿Y cómo planeas hacerlo?
–Primero que nada, necesitamos más maldiciones para nuestra causa.
–Claro, pero, ¿crees que quieran ayudarnos?
–Todas las maldiciones han pasado por lo mismo, así que, ganas no les faltarán, de eso estoy seguro… solo sigue el plan que marcaré, y apóyame con todo, mano derecha… Los humanos que tanto nos despreciaron, sin darnos alguna oportunidad a maldiciones como nosotros, que podemos coexistir con el mundo sin problemas, caerán en la parte más profunda del abismo que provocaremos… malditos seres inferiores, demostraremos, que las maldiciones somos incluso más humanos que ellos mismos… y les impondremos el castigo que tanto merecen…