Junto a la fogata

Cuento #4.

Escúchame 

Damián.

Tengo años escuchando y viendo tantas cosas que si te contara cada una de ellas dudo mucho que me creas, desde el momento que decidí ayudar a Jasón jamás creí que mi vida cambiaria tanto, pero realmente no me arrepiento de nada ya que el haber vivido todas esas experiencias solo lograron hacerme más fuerte, antes de todos esos viajes siempre fui un niño y adolescente temeroso el cual cada día de su vida recibía constantes burlas por su físico.

Hoy en esta noche fría, en medio de esta fogata decidí ser el siguiente en contar una de las tantas experiencias paranormales que he vivido a lado de mis amigos, mi historia se remonta a un año atrás, cuando estaba preparando mi proyecto final de fotografía, recuerdo que el tema de aquel proyecto eran casas y lugares en mal estado por lo que después de una larga búsqueda decidí ir a un viejo hospital psiquiatra el cual tenía más de 20 años abandonado y ya se encontraba en pésimas condiciones.

Mi idea inicial era ir solo, pues mi plan no era tardarme tanto a la hora de realizar las fotografías ya que lugares como ese a menudo suelen darme escalofríos y un pánico, sobre todo cuando estoy detrás de la cámara, cuando mis amigos se enteraron que iría a ese lugar al instante se ofrecieron a acompañarme y aunque me encantaba la idea de ya no ir solo, no me daba mucho entusiasmó que fuera Alessia, porque con ella sería muy probable que atrajera algún mal o cosas extraña, pero realmente la quiero tanto que no pude hacer la grosería de pedirle a Jasón que no la trajera porque aunque yo soy su mejor amigo ella al final de cuentas es su pareja.

Al final de cuentas todos terminamos yendo juntos a aquel lugar, todo parecía ser un día normal y el lugar como se esperaba era un completo desastre, se notaba que llevaba años abandonado, había escombros por todas partes y algunas paredes ya estaban muy deterioradas o incluso incompletas, tuvimos que movernos con mucho cuidado y más de una vez estuve a punto de caerme, recuerdo que tome fotos de absolutamente todo el lugar y aun hoy en día que las observó me dan escalofríos, sobre todo aquellas que lograron capturar algo o más bien a alguien.

Aun no entiendo como el tiempo se pasó tan rápido y sin que lo notáramos comenzó a oscurecer, aunque a menudo cuando estas con un amigo riendo, jugando o haciendo cualquier cosa el tiempo pasa en un instante y eso fue lo que nos pasó, porque cuando caímos en cuenta ya había oscurecido y eso nos puso de nervios a todos en especial cuando Alessia comenzó a mirar a todos lados pidiéndonos que nos apresuráramos.

Recuerdo que todos le hicimos caso al instante, pero no fuimos tan rápidos como me hubiera gustado ya que empezamos a escuchar llantos, los cuales eran tan desgarradores y tan capaces de trasmitir todo el dolor que sentían que lograron deprimirnos en ese momento, los gritos eran tan lastimeros que lograbas sentirlos como si fueran tuyos, recuerdo ver a Lydia llorando mientras repetía una y otra vez “Damián vámonos por favor” ella estaba tan aterrada y ese 56 recuerdo de su rostro asustado aún vive atormentándome en mi cabeza.

Al final, aunque ella lo pedía una y otra vez no pudimos abandonar ese lugar al instante, puesto que Alessia nos suplicó que nos quedáramos unos minutos más y eso para todos fue extraño ya que ella siempre era la primera en querer abandonar los lugares, recuerdo verla caminar por todo el lugar escuchando atentamente, yo estaba tan nervioso que no podía dejar de mover mi pie de un lado a otra, mientras que con mi mano sostenía la cámara capturando el momento como siempre solía hacerlo cuando los acompañaba en algún caso.

“Escúchame” repetía una y otra vez Alessia hasta que por fin se sentó en medio del lugar, al principio cuando dijo eso a todos nos sorprendió y nos confundió, pues no sabíamos a qué se refería, incluso hubo un momento en el que todos llegamos a pensar que estaba en algún especie de trance incluso recuerdo que por mi mente se pasó la idea de que ella estaba poseída, lo cual en ese momento hubiera sido horrible y capaz hoy no podría estar contando esto.

Lo que más tengo presente de aquel día fue cuando Alessia nos pidió que nos sentáramos en círculo alrededor de ella, porque una vez que lo hicimos muchas voces y lamentos inundaron el lugar completamente, cada una de las voces lograban taladrarme la cabeza hasta el punto de que esta comenzó a doler, recuerdo haberme puesto de pie y decirle aterrado a Alessia que nos fuéramos, pero ella solo se negó y me obligo nuevamente a sentarme y escuchar.

“No te harán nada, solo quieren que los escuches” aquel día cuando Alessia soltó esa frase me sorprendió tanto porque en todo el tiempo que llevaba trabajando con ellos jamás había escuchado de un ente que no quisiera dañarnos y solo quisiera que lo escucháramos, realmente esa idea sonaba tan absurda y hoy en día todavía suena, pero la única verdad es que si existen aquellos fantasmas que solo buscan descargar todo lo que sienten para poder seguir avanzando.

Todos sus lamentos y quejas estaban llenas de dolor, pues al parecer los rumores de aquel lugar eran cierto, ya que en internet leí que aquel hospital psiquiátrico había cerrado cuando descubrieron que era una simple cortina de humo y la pura realidad era que ese hospital hacía de todo menos ayudar a sus pacientes. Fueron hora tras hora de escuchar los lamentos que aquellas almas en pena.

Aun me sorprendo como aquellos seres son capaces de trasmitirnos todos sus males y dolores, incluso de hacernos ver segmentos de cosas que vivieron y fueron cosas tan desagradables y horribles que a mi hoy en día me siguen atormentando, realmente la mente humana no está lista para ver ese tipo de cosas y mucho menos para vivirlas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.