Juntos por siempre

Capitulo - 1

 - ¿Ya están listos niños? 

- Si, ya estamos listos

-Mami ¿Vamos a ir a ver a los abuelos y a los tíos?  

- Si mi amor, vamos a ir a verlos y nos quedaremos un tiempo.  

- ¿Y podemos ir a ver a papá? 

- Claro que iremos a verlo.  

- Lo extrañamos mucho mami.  

- Lo sé cariño, yo también lo extraño mucho pero recuerden que el siempre va a estar con nosotros y nos va a cuidar.  

- Si, papi es un angelito que nos cuida desde el cielo.  
David: ¿Podemos llevarle flores cuando vallamos a verlo?  

- Claro que si pero ahora tenemos que irnos sino nos va a dejar el avión y no queremos eso.  

- Ya quiero ver a los abuelos – sonríe.  

- Entonces vámonos ¿No se les olvida nada verdad?  

- No, ya revise todo y no se queda nada. 

- Muy bien entonces andando que nos esperan a bajo.

Salieron del departamento y se subieron a un auto que los llevó al aeropuerto. Después de unos minutos ya se encontraban en el avión, era un viaje largo y llegarían en la madrugada por lo cual los niños se quedaron dormidos al igual que Daniela a los pocos minutos. 

Después de unas horas Daniela despierta al sentir que el avión estaba aterrizando por lo cual empieza a despertar a los niños, Damián no despertó por más que insistió así que lo tuvo que llevar entre sus brazos. Mateo agarro la mano de David para después agarrarse de la blusa de su madre y así dirigirse a un hotel antes de ir a su casa. 

En cuanto llegaron al hotel se quedaron dormidos de nuevo debido a que era de madrugada. Daniela volvió a despertar después de unas horas para arreglarse antes de que despertaran los niños. 

Deje que los niños descansarán un poco más ya que había sido un viaje largo. Después de tanto tiempo nos encontrábamos en casa. 

- Extrañaba estar en casa, todo sigue igual a como lo dejamos antes de irnos. 

-¿Por qué no van a jugar un rato? Antes de ir a casa de los abuelos. 

- Si mami yo tengo muchas ganas de verlos. 

Los tres se fueron a jugar al jardín mientras yo me quede mirando toda la casa la cual me traía tantos recuerdos de cuando Matías estaba con nosotros y todos los hermosos momentos que pasamos con los niños. En verdad lo extraño muchísimo y ahora más al volver a estar aquí, todo esto me era muy difícil, no tener a mi esposo conmigo, en cada rincón de la casa lo veo. 

Hasta que miro el lugar donde me encontraba aquel día que me avisaron de su accidente y desde entonces esta casa no volvió a hacer la misma y no volverá hacer la misma sin el. De tanto pensar en todo lo que pasó se me fue el tiempo y los niños regresaron para ir a ver a sus abuelos así que salimos de la casa. 

- Mis niños no saben cuanto los extrañé. 

- Nosotros también te extrañamos mucho abuela. 

- Pero mírenlo ya están enormes mis amores han crecido mucho. 

- Mi amor que bueno que están de vuelva los extrañamos mucho – decía mi papá mientras se acercaba a mi para darme un abrazo. 

- Nosotros también los extrañamos papá ¿Verdad que si niños? 

- Si, los extrañamos muchísimo abuelito. 

- Y nosotros a ustedes campeón pero bueno ¿No me van a dar un abrazo? – los tres corren abrazar a su abuelo. 

- ¿Mis hermanos no están? 

- Tú hermana está de compras como siempre y tu hermano está en la empresa de hecho no debe de tardar en llegar. 

- Si ya quiero ver a los tíos.

Entonces se abre la puerta principal y entra Pablo quien venia entretenido con su celular que no se dio cuenta de nuestra presencia. 

- Ya estoy aquí perdón la demora es que tenia mucho trabajo… - entonces dejo su celular y nos vio al momento que se quedó callado. 

- Tío – va corriendo hacia Pablo quien lo carga en cuando llega a el – te extrañé mucho. 

- Y yo a ti mucho más chaparro pero dime ¿Cómo has estado? 

- Muy bien tío aunque extraño a mi papá – decía un poco triste. 

- Lo sé pero el siempre va a estar aquí y aquí- decía señalando su cabeza y corazón - ¿Y ustedes no van a venir a darme un abrazo? – decía viendo a Mateo y a David a lo que ellos van corriendo hacia el. 

- ¿Y para mi no hay abrazo hermanito? 

- Claro que si enana – se acerca a mí y baja a Damián para darme un fuerte abrazo – me hiciste mucha falta enana. 

- Y tu a mi igual aunque no lo creas. 

- ¿Cuándo fue que llegaron? ¿Por qué no me avisaste para ir por ustedes? 

- Llegamos hoy en la madrugada y no les dije nada porque era una sorpresa aparte no te iba a molestar tan tarde. 

- Ay hija a esas horas tu hermano ya esta despierto. 

- ¿En serio? ¿Acaso me cambiaron a mi hermano? – decía viendo a Pablo a lo que el sonríe. 

- No, sigo siendo el mismo Pablo que siempre solo que ahora más encantador. ¿Realmente no crees que pueda hacerlo? 




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