Capítulo - 16

Daniela se despierta y hace su rutina de todos los días, termina de bañarse y escoge su ropa.

Termina de arreglarse y baja al comer donde ya están los niños listos para ir a la escuela y desayunando.

- Buenos días mis niños - les da un beso a los tres.

- Buenos días mami ¿Hoy vas a trabajar en la casa también?

- No lo se mi niño depende si tenga mucho trabajo.

- ¿Si llegas a ir a trabajar a la empresa podemos ir a la casa de Santiago?

- No lo se, no quiero que vayan a molestar a los señores Parker.

- Pero ellos no han dicho que les gusta que estemos en su casa para que Santiago no esté tan solo.

- Bueno yo voy hablar con ellos para ver eso y ya vemos si pueden ir pero por lo mientras a desayunar que van a llegar tarde a la escuela.

Nos pusimos a desayunar y los niños me contaron de como les había ido en su primer día en la escuela y de sus amigos que habían hecho y así hasta que llegamos a la escuela.

Deje a los niños en la escuela y me voy a la empresa donde ya estaba Pablo esperándome.

- Que bueno que llegas.

- Ya lo se hermanito me extrañaste como siempre.

- Claro que si para ponerte mucho trabajo así que acompáñame - sonríe.

- Mira que gracioso me saliste ya mejor vamonos a trabajar - en eso suena el celular de Daniela - Espera es del hospital.

- Pues contesta.

- Buenas tardes Sra.Daniela le llamo porque necesito que venga al hospital.

- ¿Que paso todo bien con el señor Juan?

- No, no es nada malo si no que necesitamos hablar con usted y con la familia del paciente.

- Claro que si dígame, ¿Cuándo y a qué hora?

- Bueno la verdad si puede ser hoy mismo en unas dos horas.

- Si claro esta bien no se preocupe yo estaré ahí.

- Okey muchas gracias aquí la esperamos que tenga buen día - termina la llamada.

- ¿Qué paso? ¿Para que te llamaron?

- Quieren que vaya no me dijeron exactamente para que pero quieren hablar conmigo.

- Tiene que ver con el Señor Juan ¿No sera que ya despertó del coma?

- No lo se pero ojalá que si.

- Bueno, ¿Y cuándo te dijeron que fueras?

- Hoy en unas dos horas.

- Bueno en ese caso yo voy contigo.

- Si esta bien pero recuerda que no tienes que decirle nada a nadie.

- Si lo se tranquila pero, ¿No le vas a decir nada de esto a Gustavo?

- No por ahora no, primero necesito saber que es lo que me van a decir y ya después le dire.

- Bueno como tu quieras pero bueno vamos a trabajar para después irnos al hospital.

Entonces Pablo y Daniela se pusieron a trabajar.

En la escuela.

- Te quiero preguntar algo.

- Si dime.

- ¿Por qué tu no le tienes miedo a Gaél?

- ¿Y por qué tendría que tenerle miedo?

- Pues tal vez porque es un buleador al igual que su primo.

- A mi me enseñaron desde niño que no tengo porque tenerle miedo a nadie que solo molesta por atención y sobre todo tener respeto a las personas que lo merecen.

- Si, te entiendo.

- Tu deberías demostrarle que no le tienes miedo para que así te deje de molestar.

- Bueno tal vez para ti sea fácil porque eres valiente pero yo no solo por eso nunca me he defendido.

- Si bueno te entiendo pero en algún momento le tienes que perder el miedo.

- Si pero aun no llega ese momento.

- Bueno no te preocupes yo no le tengo miedo así que yo te defiendo.

- Si muchas gracias sabes eres mi primer y único amigo.

- No te preocupes para eso somos los amigos - sonríe.

- Ah y otra cosa.

- Si dime.

- Vez a esa niña que se queda viendo para acá - la señala.

- ¿Si ella qué? ¿Quien es?

- Bueno se llama Antonia y por lo que veo como que le gustas.

- ¿Por qué dices eso? Aparte estamos muy chicos tenemos 10 años.

- Bueno yo se eso pero aun así yo pienso eso a demás por la forma en que te mira.

- Ya pues no digas esas cosas pero ¿Por qué esta hasta al fondo? ¿No tiene amigos?

- No, no tiene para todos supuestamente es la niña invisible y pues ella tampoco es de que hable mucho prefiere estar sola.

- Bueno yo creo que mala onda de todos que la vean y la traten así, y por otra parte si ella no le gusta hacer amigos o así esta bien es su forma de ser.

- ¿Niños ya terminaron su trabajo que los veo platicando?

- No, ya casi acabamos maestra, perdón - los dos se ponen a trabajar.

En varias ocasiones Mateo volteaba a ver a Gaél y a Antonia discretamente.