Juntos por siempre

Capítulo - 26

Los niños fueron quienes eligieron el restaurante siempre y cuando hubiera juegos para que no se aburrieran, en cuanto llegamos los primeros en bajarse son los niños me imagino que deben de tener hambre.

En cuanto entramos al restaurante nos atiende una empleada.

- Bienvenidos ¿Tienen reservación?

- No.

- Bueno déjeme les asignó un lugar para su esposa y sus hijos.

En ese momento Daniela se sonrojó cosa que me hizo sonreir, le iba a aclarar a la empleada que no era mi esposa pero en eso nos llevó a nuestra mesa, después llegó un mesero y nos tomó la orden.

- ¿Mamá podemos ir a los juegos en lo que llega la comida?

- No lo sé son muy traviesos.

- Por favor mami te prometemos que nos vamos a portar bien.

- Yo los puedo llevar si quieren y así los cuido para que ustedes hablen.

Max sonrío ya que supo muy bien porque Santiago lo hizo.

- Bueno está bien pero te los encargo mucho Santi.

- Si, no te preocupes.

Los cinco se va a los juegos.

- Me imagino que Javier es amigo de mateo ¿no?

- Si pero ¿Cómo sabes que se llama Javier?

- Bueno realmente yo conozco a sus padres me imagino que tu igual, ya que dejan que venga con ustedes a comer.

- Bueno la verdad no conozco a sus papás digamos que un día no fueron por él y yo marque a sus papás ninguno contestaba hasta que me contesto su papá al parecer tienen problemas por lo que escuche y me pidió que Javier se  quedara en mi casa con nosotros.

- ¿Enserió? Es que se me hace muy raro ellos son muy protectores debe ser un problema muy grave.

- Si me imagino porque su papá quedó de venir hace unos días y no llegó al parecer lo que me dijo su secretaria es que está muy ocupado ahora.

- Me lo imagino pero si quieres puedo ponerme en contacto con él para ver que está pasando.

- Si te lo agradecería mucho no lo digo porque no quiera a Javier en mi casa al contrario me preocupo porque sus papás no lo cuidan tanto, que no estén al pendiente de él.

- Pues mira yo hace mucho que no estoy en contacto con ellos y pues si sé que tienen algunos problemas pero para ellos lo más importante siempre a sido su hijo por esa misma razón debe ser algo muy grave para que lo  descuiden de esa manera - le agarro la mano a Daniela - tú no te preocupes yo te voy a ayudar en todo lo que necesites - sonríe.

- Muchas gracias Max en verdad te lo agradezco mucho ahora entiendo porque eras el mejor amigo de Matias eres muy bueno, Matias tuvo mucha suerte de tenerte de amigo.

- No es nada créeme lo hago con todo gusto y al contrario yo tuve demasiada suerte de ser su amigo - en eso llega el mesero con la comida.

- Bueno voy por los niños para comer.

- No te preocupes yo voy.

Me levanto y me dirijo a donde estaban los niños y me sorprendió mucho verlos sentados hablando a lo cual me acerque sin hacer ruido para ver de que hablaban.

- ¿Así que les cae muy bien mi tío Max?

- Si a mí me cae muy bien, conmigo a sido muy bueno.

- A mi también me cae bien es muy bueno con nosotros y sobre todo se preocupó mucho por el perro que nos encontramos en la carretera.

- ¿Y a ti Mateo cómo te cae mi tío?

- Pues no lo sé no lo conozco sé ve que es una buena persona pero pues lo normal pero a que vine tu pregunta.

- No nada más quería saber es que veo que a mi tío le gusta su... - me interrumpe Max.

- Niños vine para qué vayamos a comer.

Los niños se levantan para ir a la mesa, en cuanto llegamos se sientan y empezamos a comer.

Todos estábamos sentados comiendo, siendo sincero estos niños se han ido ganando mi cariño no sé porque, tal vez porque son los hijos de Matías o tal vez porque se parecen tanto a Daniela y cada cosa de ella me encanta, no tengo la menor duda de que estoy enamorado de ella.

Terminando de comer nos vamos, los paso a dejar a su casa.

- ¿Mamá se puede quedar Santiago en la casa?

- Bueno no sé si a Santiago lo dejen quedarse que tal si tiene cosas que hacer.

- Bueno la verdad no tengo nada que hacer solo voy a estar en mi casa aburrido como siempre, a mí si me gustaría quedarme un rato claro si no te molesta.

- No claro que no por mi encantada que te quedes así mis niños no se quedan solos pero te dejan quedarte - los dos vemos a Max.

- Te puedes quedar no te preocupes yo hablo con tu mamá y en la noche vengo por ti.

- Gracias tío.

Los niños suben a su habitación con Santiago, Daniela y yo nos vamos a la empresa en cuanto llegamos nos encontramos a Pablo a fuera de mi oficina esperándonos.

-¿Donde estaban? Llevo horas esperándolos.

- No seas exagerado fuimos por los niños a la escuela y de ahí Max nos invitó a comer.

- Claro y no piensan en uno que no a comido desde hace horas - Max se empieza a reír.




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