Juntos por siempre

Capítulo - 27

- No entiendo Pablo. ¿Por qué  dices eso?

- Créeme que es algo que ni yo mismo entiendo.

- ¿Entonces por qué me estas diciendo esto?

- Mira te voy a decir algo y tal vez suene raro o creas que estoy loco.

- Bueno ya dime ¿Qué es eso?

- Desde hace unos años tengo un vidente y cada vez que me lo encuentro es por un motivo - Max se ríe.

- Perdón Pablo que me ría pero eso es algo muy absurdo. ¿Tú realmente crees en esas cosas?

- Yo lo sé pero hace unos años ese vidente se apareció de la nada en mi vida y me advirtió que perdería a un ser querido y precisamente meses después pasa lo de Matías desde ahí empece a creer en esas cosas.

- ¿Y supuestamente te dijo que tu hermana no sería feliz conmigo y por esa razón me lo estás diciendo?

- Algo así, tal vez no me creas y pienses que lo estoy diciendo porque no quiero que estés con mi hermana sino que no quiero que sufra y si tú quieres un día puedes ir conmigo a verlo para que veas que lo te digo es verdad.

- Pues mira Pablo realmente me cuesta trabajo creerte porque yo no creo en esas cosas pero de lo que si estoy totalmente seguro es de lo que siento por tu hermana, mis sentimientos por ella crece y crece más cada día y yo nunca le haría daño de ninguna forma al contrario yo quiero que sea feliz.

- Te entiendo Max y créeme que te agradezco que seas tan bueno con ella y sobre todo con mis sobrinos pero no solo yo tengo que aceptarte.

- Discúlpame que te diga esto Pablo pero yo pienso que no se necesita la aceptación de los amigos, la familia, etc para que dos personas estén juntos si no al contrario lo importante es que ellos estén felices y de acuerdo.

- En eso si tienes razón pero te pido que me entiendas Daniela es mi hermana y no me gusta verla sufrir, ¿O tú que harias si fuera al revés, si vieras a Fer sufriendo?

- Y créeme que te entiendo Fer es mi hermana y me duele verla sufrir para ella igual fue muy difícil perder a su esposo no sabes como me dolía verla mal y no me gustaría que vuelva a sufrir por eso sé lo que tú sientes.

- Lo siento mucho Max no sabía que el esposo de Fer había muerto solo sabia que tenía un hijo, me imagino lo mal que estuvo.

- Si bueno es un tema del cual a Fer le cuesta mucho trabajo hablar a pesar de que ya allá pasado mucho tiempo - en eso le entra una llamada a Pablo.

- Perdón tengo que contestar.

Pablo sale de la oficina a contestar su llamada, la verdad me intriga mucho lo que me dijo pero si eso es verdad espero que esté equivocado porque por nada del mundo voy a alejarme de Daniela y menos ahora que estoy seguro de que quiero estar con ella.

Estaba tan concentrado pensando en todo esto que no me di cuenta de que Pablo me estaba hablando.

- ¿Está todo bien Max?

- Así no te preocupes, ¿Qué me decías? 

- Lo siento pero me tengo que ir.

- ¿Paso algo?

- No nada, no te preocupes, voy a despertar a Daniela para pasar a dejarla a su casa.

- No te preocupes yo quede en llevarla a su casa y tengo que ir por mi sobrino.

- Bueno está bien, te la encargo mucho por favor.

- Claro que si, no te preocupes.

Pablo sale de la oficina y me acerco a donde está Daniela me le quede viendo por unos minutos es realmente hermosa cualquier hombre sería muy afortunado de tenerla y ese hombre lo fue Matias, ya que se casó con ella y tuvo tres maravillosos hijos. 
La dejo dormir así que le pongo mi saco para que no le dé frío y sigo trabajando para que ella descanse un poco y después llevarla a su casa. 

No me podía concentrar del todo, ya que en algunas ocasiones me le quedaba viendo como un bobo, me era muy difícil poner atención a cualquier cosa si ella está cerca de mí. No sé porque sentía esto nunca llegué a pensar que me volvería a sentir así por una mujer, a la vez siento una enorme felicidad pero, por otra parte, tengo miedo de que vuelva a pasar lo de antes. 

Después de un rato al fin me pude concentrar del todo pero mi celular me desconcentro, era Fer me imagino que me va a preguntar donde está Santiago.

- ¿Qué paso ahora Fer?

- ¿Cómo que, que paso? ¿Dónde estás tú y Santiago, ya viste la hora? Te recuerdo que mañana tiene clases.

- Ya tranquila estoy en la oficina y ya sabes que siempre que estoy aquí se me va la hora y sobre Santiago está en casa de Daniela lo deje ahí para que se distrajera un rato pero ya vamos para la casa no te preocupes.

- Pues más te vale Maximiliano los quiero ya aquí me escuchaste.

- Uuy como tú digas mamá - le cuelgo antes de que me siga regañando.

En algo tenía razón ya era muy tarde así que apago todo y me acerco a Daniela, la verdad no sabia si despertarla o cargarla pero en ese momento se empieza a mover y poco a poco se despierta.

- No me digas que me quede dormida  - Max sonreía.

- Si pero no te preocupes me imagine que debías de estar muy cansada por eso no te desperté pero pues ya es tarde es mejor que te lleve a tu casa para que puedas descansar mejor.




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