Juntos por siempre

Capítulo - 50

Regreso a la sala con los niños y de inmediato voltean a verme.

- ¿Paso algo tío?

- Bueno no pasa nada malo, solo que he hablado con tu papá - decía viendo a Javier.

- ¿Para qué?

- Bueno Javier tu sabes que él dijo que vendría por ti en unos días.

- Si y fue una mentira.

- Tu papá estaba un poco ocupado con el trabajo pero el te quiere muchísimo al igual que se preocupa por ti.

- Eso no es verdad porque nunca esta conmigo, solamente le importa su trabajo y nada más al igual que a mí mamá.

- ¿A caso no tienes ganas de ver a tu papá?

- Si lo veo o no me da igual, hace mucho tiempo que entendí que solamente tengo a mi nana quien a sido la única que a estado para mí.

- Tú papá sabe que hizo muy mal en dejarte solo tanto tiempo pero el solo quiere que tu estés bien y no te falte nunca nada. Yo hable con el y prometió que eso cambiaría.

Javier iba a hablar pero lo interrumpo ya que Sergio estaba esperando a fuera así que voy a abrir la puerta.

- ¿Eso quiere decir que Javier ya se irá a su casa?

- El es Sergio el papá de Javier y bueno ellos tienen que hablar de varias cosas al igual que Javier tiene una casa.

- Yo no quiero que Javier se vaya - Damián abraza a Javier.

- Solamente regresara a su casa no pasa nada, se seguirán viendo en la escuela y cada vez que quieran. ¿Verdad Sergio?

- Claro que si, pueden ver a Javier las veces que quieran al igual que el puede visitarlos pero por ahora tenemos que irnos a casa.

- Pero yo no quiero regresar si no esta mi nana.

- Sabes que ella esta de vacaciones pero regresara pronto, por lo tanto estaremos los dos juntos.

- Siempre has dicho lo mismo y nunca pasa eso, siempre terminas en cerrándote en tu despacho a trabajar o simplemente te la pasas peleando con mi mamá.

- Se que no he cumplido con lo que he prometido pero créeme que eso cambiará de hoy en adelante. Lamento mucho todo lo que a pasado.

- Max ¿Puedo quedarme esta noche aquí? Por favor.

- Sabes que si pero esa es decisión de tu papá - Sergio voltea a verme.

- Está bien te dejare que te quedes esta noche aquí pero mañana vendré por ti para que regreses a casa.

Mando a los niños a que se vayan a dormir en lo que yo acompaño a Sergio a la salida y me quedo platicando con el.

- Ten paciencia, no es nada fácil para Javier.

- Lo sé y lo entiendo, se que esta mucho mejor aquí se le nota que esta feliz pero me duele que hable de esa forma.

- Bueno está creciendo y entiende perfectamente las cosas.

- Solo espero que me deje hablar con él y pasar tiempo juntos. La verdad es que con lo que acaba de pasar me va a hacer más difícil decirle lo de su madre.

- No tienes que decirselo de inmediato, ve de poco a poco. Estoy seguro que lograrás tener una buena relación con el.

- No me quiero imaginar lo que va a pasar en unos años cuando sea todo un hombre. Ahora que es solo un niño me es difícil.

- Tranquilo podrás manejarlo bien.

- Realmente espero que sea así.

- Bueno mejor ve a descansar se que no a sido un buen día para ti. Y bueno ¿Podría llevar a Javier mañana por la tarde?

- ¿Por qué?

- Bueno ya habíamos quedado de que mañana iríamos al aeropuerto a recibirlos y quisiera que Javier si pueda estar ahí.

- Está bien entonces lo espero por la tarde así puedo pensar en como decirle todo lo que esta pasando.

Después de unos minutos Sergio se va y yo entro al departamento y veo a Mateo en la sala todavía.

- ¿Qué pasa Mateo? ¿Por qué sigues aquí todavía? 

- Quería hablar contigo.

- ¿Sobre qué? - me siento a lado de él.

- Javier es mi amigo y se que esto es difícil para el. ¿En verdad tiene que regresar a su casa?

- Entiendo que no quieras que se vaya pero el tiene su casa y su familia. Su papá a regresado y tiene todo el derecho de llevarse a su hijo.

- Pero Javier no quiere regresar a su casa, no quiere estar solo ni ver a sus papás pelear.

- Se que no a sido nada fácil para el todo lo que a pasado con sus padres pero tienen que arreglar eso. Es por el bien de Javier.

- Pero si no es así, ¿Puede regresar con nosotros?

- Bueno si llega a hacer así te prometo que yo voy ayudarlo y no voy a permitir que le pase nada malo a Javier.

- ¿Lo dices en serio?

- Lo digo de verdad, no tienes de qué preocuparte. Ahora ve a dormir que mañana regresa tu mamá y debes de tener mucha energía para recibirla.

Mateo se va a dormir y yo me quedo pensando un poco en esto, como es posible que un niño de 10 años se de cuenta de tantas cosas y se preocupe por cosas que no debería.

Al día siguiente.

- Vamos Martin quita esa cara, no tienes que preocuparte.




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