Todo comenzó en un lugar muy recóndito del mundo, donde no habitaban los humanos, sino seres con poderes sobre naturales, los seres humanos no eran capaces de llegar a ese lugar, puesto que los hechizos que habían sido colocados los ocultaban, pues sabían muy bien, que los humanos temían siempre a todo lo que desconocían.
En ese pequeño espacio habitaban: Brujos, Vampiros, Demonios, muchos seres con algún poder que los hacía ser únicos, pero había algo con ese grupo, ya estaban hartos de esconderse, así que un pequeño grupo se armó de valor y decidieron ir a investigar.
Iba liderado por el más joven del clan de los vampiros, Joshua un joven rubio de amable sonrisa y elegante porte por naturaleza, de unos ojos color ámbar que combinaban con esa piel pálida, junto a él, caminaba con paso decidido otro joven, Raziel, un joven de buena estatura de cabello negro y unas alas muy hermosas que hacían contraste con su cabello.
Por último, pero no menos importante, estaba Elle, una bruja muy experimentada, con ella no se sabía su verdadera apariencia, pues, cambiaba a voluntad. Por momentos iba una joven de cabello castaño y ojos azules caminando a su par, cuando estaban descansando, era una niña de rulos y cabello oscuro.
Los tres fueron los elegidos para recolectar la información necesaria y así poder convivir en paz y dejar de ocultarse. Al inicio de ese viaje se encontraron con unos viajeros, ahí tuvieron la primera lección, tenían que pasar desapercibidos, esos viajeros corrieron asustados al ver las hermosas y grandes alas de Raziel.
Esa noche Elle comenzó a enseñarle magia para mantener ocultas las alas, pero no sería con la única piedra que se toparían en el camino. Al día siguiente, vieron a más personas que acompañaban al asustado viajero, no eran tontos, supieron enseguida que eran buscados por el suceso del día anterior.
Joshua, en un intento de calmar todo salió del escondite y quiso hablar con esas personas. Sin embargo, al hablar, sus colmillos y ojos rojos lo traicionaron, asustando de nuevo a los lugareños.
Con pesar Joshua se sentó en la nieve, pensando que no lograrían su cometido y que lo mejor sería volver para no complicar todo más y poner en riesgo a la comunidad, pero Elle no pensaba así, ella se sentó a su lado y con una sonrisa le animó para seguir adelante, con un movimiento de su mano cambió la apariencia de ambos y sin perder la sonrisa les dijo vamos a sacar la información que necesitamos para toda la comunidad, ya estamos aprendiendo, debemos ocultar nuestras apariencias y vernos más como ellos, así no nos tendrán miedo.
Los dos jóvenes se miraron y asintieron, Elle tenía razón, ya estaban aprendiendo el comportamiento humano. Para Raziel, era un poco de pena, sabían que los humanos le temían a lo desconocido, pero no imaginó que fuera a un grado tan alto, para ese momento, los humanos eran muy extraños y sentía que no debía confiar en ellos, Joshua parecía darse cuenta de lo que sentía pues solo le dio unas suaves palmadas como dándole a entender que todo iba a estar bien.
A la mañana siguiente junto con sus disfraces puestos por Elle llegaron hasta donde una multitud, uno de los aldeanos al verlos les cuestionó si en su camino no se toparon con unos seres extraños, a lo que negaron y siguieron su camino. Para los tres, ver a esos seres humanos tan de cerca era como un sueño, algo que no se imaginaban, mucho menos el que los vieran o trataran como iguales, todo eso era gracias a la magia de Elle.
Raziel admiraba todo a su alrededor a medida que avanzaban, eran algo lentos en tecnología, pero admiraba la perseverancia e insistencia que poseían esos seres tan miedosos, tan extraños y frágiles, por otro lado, Joshua se sentía muy optimista, tenía una corazonada en la cual humanos y su comunidad podrían coexistir. Para Elle era un mundo normal pero no olvidaba que el miedo también era un sentimiento peligroso, por eso era la que aun mantenía la vigilancia de los tres.
Los jóvenes estaban absortos en sus pensamientos cuando un lugareño los detuvo, sabía que no eran de por ahí y con una voz un tanto aguardientosa les expresó. Es peligroso que sigan su viaje, se rumorea mucho de unos seres extraños que rondan por la noche, es mejor que pasen la noche aquí y continúen su viaje a la mañana siguiente.
Joshua de una manera muy amable le agradeció al tiempo que eran guiados a un pequeño hotel, a su vez, Raziel en su mente anotaba todas las costumbres, nombre de lo que les señalaban para obtener un reporte muy bien especificado para todos en la comunidad. Iba maravillado de todo cuando por accidente choca con una chica, está pierde el equilibrio y por poco cae, pero la respuesta rápida de Raziel hizo que no cayera; la tomó del brazo y haló un poco fuerte, la chica chocó con el pecho de esté.
La joven estaba paralizada y avergonzada, fueron unos segundos que para ambos parecieron horas, ella sentía su corazón salir del susto de casi caer y lastimarse, él, maravillado por el contacto de un humano con su piel, al separarse, Raziel notó como el rostro de la joven se tornaba de un tono rojizo en sus mejillas y desviaba rápidamente su mirada de la de él, ante ese acto, el joven la soltó y se disculpó, pensando en que la había asustado a la joven.
La joven agradeció y se marchó algo rápido del lugar hasta entrar a una pequeña casa no muy lejos de ahí, por tanto alboroto no se percataron que la chica no estaba sola, iba acompañada de su familia. El padre de la joven solo movió su cabeza de un lado a otro en forma de negación y se disculpó. Disculpen viajeros, mi hija Rosalin siempre está en las nubes, no observa por donde va, en nombre de mi familia y sobre todo mía, les ofrezco una disculpa, para enmendar el caos ocasionado, pueden venir a nuestra humilde morada a cenar.