4. Cumulonimbus

Al salir del planetario, el ambiente era cálido se notaba que los rayos de sol empezaban a caer, pero tenía por seguro que en 20 minutos más, el frío iba a volver a tomar posición.

—  ¿Está muy lejos? — digo para romper el silencio, el cual realmente me estaba matando.

— No de hecho es en la próxima esquina — me miro y sonrió, pero no dijo nada más, acaso no le molesta el silencio, a mí me pone los nervios de punta. — ¿Y cuantos años tienes? —  dijo de una manera un poco abrupta, pero me limité a reír.

— Dieciocho, te preocupaba que estuvieras con una menor de edad — dije entre risas

— No, ¿Como se te ocurre? —rió nerviosamente 

— ¡O sea que eso haces!, Vas por la calle buscando a niñas menores que tengan dulces y luego le das tu número. Halloween tiene que ser tu época favorita... — dije tratando de no reírme, me gustaba ver sus expresión.

— Sí — no lo deje terminar

— ¡O sea que lo admites!, Solo querías mis dulces y dejarme loquita por ti, para después ¡Hacer que cosa conmigo!, Tuve que haber escuchado a mis amigos — me paré enfrente de él haciéndome la enojada. Su cara realmente valía oro, sus ojos abiertos, sus cejas arqueadas y su boca entreabierta.

— Me sorprende Señorita Cadbury, nunca pensé que alguien podría saber exactamente mis planes, ¿Qué ha sido lo que me ha delatado? — dijo cambiando toda su expresión y volviendo a la de seguridad. Donde sus ojos eran profundos, y su rostro volvía a marcar sus facciones. En cambio el mío se desfiguró por completo, ¿Cómo que lo descubrí?, ¡No puede ser! Estoy con un ¡Psicópata!. Trate de recuperar mi postura y abrí mis labios para hablar, pero esta vez él me corto.

— Fueron mis mensajes ¿No?, Muy seguidos — iba a responder, pero mis manos y la mayoría de mi cuerpo se paralizó. No salía palabra de mi boca. Su cara de seguridad al escupir cada una de su palabras me hizo quedar helada. — Ya sé, ¿Es mi cara cierto? ¿Es demasiado llamativa no?—  se largó a reír, con lo cual logro intensificar mi miedo 

—  ¿Olivia?, Estoy bromeando, tal como tú conmigo — dijo pasándome una mano frente a mi cara. Por fin pude soltar el aire que tenía apretado en mi pecho

— ¡Eres demasiado tonto!, Enserio me asuste — dije de mala gana, pero volviendo a sentirme presente en la tierra

— ¡Tuviste que ver tu cara!, Por Zeus ¡Tuve que sacarle una foto! — rió

— Ya, está bien fue buena, pero admite que era creíble, o sea literal no tengo nada de información de ti —  trate de buscar una excusa, para mi rostro de hace un minuto.

— Esta bien, pero yo tampoco se nada de ti, así que como no se que eres una chica linda que da dulces, para dejarlos interesados y con ganas de conocerte 

— ¡Oye!, me ofendes, tu teoría es super refutable, ya que el que me pidió los dulces ¡Fuiste tú!

— Si, pero tal vez te caiste a propósito, solo para que yo te hablara. He hiciste lo mismo en el centro, ¡Por Hades, me estabas siguiendo! ¡Ayuda! ¡SOS! ¡Mayday!, ¡Esta chica se quiere aprovechar de mi inocencia! — gritó y agitaba las manos, gracias a esto muchas miradas se dirigieron hacia nosotros, yo solo reaccione a taparle la boca. Ok, esto se ve mil veces peor y este estúpido ser no paraba de moverse 

— ¡Callate!, no ves cuando gente nos está viendo —exclamé y me separe de él, la sangre ya había empezado a subir a mis mejillas

— Ya, pero, admite que eso fue divertido — anunció con una risa burlona, las personas seguían muy atentas a la escena que había puesto este chico

— ¡No, no lo fue!, Sabes creo que me equivoque, mejor vengo otro día a la fundación — dije ofuscada y camine hacia el lado contrario, que era donde se toman los buses, las miradas de las personas me seguían tal león hambriento ve a su presa.

— Olivia, era una pequeña broma, ¡Enserio no te enojes!, Ya le dije a los niños que iba a llevar a una amiga, ¡Por favor, no te vayas! — tomó mi codo y me dio vuelta

— Es que realmente, Eres más estúpido que mis amigos y eso es bastante decir — dije "enojada", pero realmente estaba avergonzada

— Ya, enserio lo siento, resulta que fue más divertido en mi cabeza, que en lo que de verdad fue —me sonrío tiernamente

— Ya, está bien, pero te juro que odio llamar de esa manera la atención, así que considérate advertido —empecé a caminar por donde íbamos y él me siguió

— Bueno, ya que los dos llegamos a la conclusión de que no, nos conocemos ¿Qué te parece empezar a hacernos preguntas? — caminó hacía mi lado 

— No me parece, las preguntas no nos van a ayudar a conocernos, muchas personas tienen gustos parecidos, pero eso no te hace conocer a la persona es solo un  estereotipo. Si realmente quieres conocer a una persona, tienes que pasar tiempo con ella. Para así poder ver las diferentes reacciones, intenciones, o el trato hacia las personas y cosas por el estilo — Lo mire y él solo se quedo callado, ya hable demás Mati siempre me dice que hay veces que no sé cuándo callar. — Si, lo siento hazme cualquier pregunta —reí incomoda 

— No, sabes de hecho creo que tienes razón. Hasta ahora creo que te conozco un poco— me sonrió 

— ¿Enserio?, Que supones de mí — dije divertida, es obvio que no va a saber mucho.

— Pues, eres muy bromista, te gusta el poder controlar las cosas, y te carga llamar la atención

— ¡Uno de tres!, No está tan mal — reí

— ¡Wow!, Yo me consideraba mejor observador. Ya vas tú, adivina tres cosas de mí — dijo divertido doblando hacia la derecha

— Pues, eres extrovertido, no te importa lo que el mundo piense de tí y espero no equivocarme en esta, pero pareces ser una gran persona

— Dos de tres bastante bien, pues llegamos — se detuvo en una casa antigua, que según yo iban a demoler hace unos cuatro meses.

¡¿Qué pasa si de verdad es un psicópata?! E inventó toda esta farsa, para ¡Traerme aquí y desflorarme!. ¡Oh por dios!, Que estoy haciendo tengo que correr, aunque realmente, no me molestaría que él me hiciera mujer, es bastante lindo. ¡No!, No pienses en eso ¡Es un psicópata!, Mi respiración se empezó a acelerar.