CAPÍTULO II

Desperté por el sonido del timbre...y claro, el golpe de mi cuerpo contra el piso. ¿Por qué yo no puedo despertar como en los libros?. Salí de mi habitación y fui a abrir la puerta, no era una sorpresa, y sabía que April iba a venir para que la ayude a arreglarse. Siempre lo ha hecho, así que ya es costumbre.
-Jade, hoy vamos a tener un día de spa, la boda es a las 8 de la noche, vístete y vamos a que nos hagan un masaje, luego peinado y maquillaje. Todo será en el spa, ya hice las reservaciones.
-Entiendo, voy a ducharme y ponerme algo cómodo.
-Avanza que no tengo todo el día.- dijo sentandose en el sofá.
-No señorita, eso si que no, si usted viene y me despierta, lo mínimo que puede hacer es preparar mi desayuno.
-Bien, pero será algo simple
-Mientras sea comestible por mi normal
Dicho esto subí las escaleras hasta mi habitación y rápidamente me bañe.
-¿Listo?
-Si, toma tu desayuno y nos vamos.
Desayuné y fui a por mi auto.
-Sube April, ya es tarde.
Fuimos camino al spa mientras escuchábamos canciones.
-Amo esa....sube el volumen-hice lo que me pidió pues a mi también me encantaba.
-I'm in love with the shape of you-Cantamos al unísono. Todo iba bien hasta que un golpe nos envió hacia delante. Acababan de chocar el auto.
Bajamos y vimos a dos chicas, una morena y otra pelirroja, en el otro auto. Revisé mi auto y vi que solo era un raspón.
La morena bajó, pensé que iba a pedir disculoas pero no fue así.
-Idiota, ahora mi auto se ve mal-¿Su auto? Ni siquiera se había hecho un pequeño rasguño.-Deberás pagarme los daños.
April solo miraba como pidiendo que me calmara, pero no señor, yo no dejaré esto así.
-Mira estúpida, más te vale que tomes tu auto y te larques antes de que llame a la policía, sabes que me van a dar la razón a mi porque es mi auto el dañado y tú me has chocado, no llevo esto más lejos porque voy tarde, así que desaparece de mi vista.
La morena me miraba atónita y su amiga pelirroja no se quedó callada.
-¿Quién crees que eres para insultar a mi amiga?-dijo la pelirroja. Vi a April dar un paso adelante.
-Callate, deja que ellas arreglen esto.
-Tu no me dices que debo hacer.  -Te digo lo que se me da la regalada gana-April estaba roja de la ira.
-Te voy a denunciar.
-¿A quién vas a denunciar? No eres más que una hueca que cree que metiendose va a defender a su amiguita pero yo también defiendo a mi amiga así que no te está yendo bien en tu trabajo.
La pelirroja no soportó más y se tiró encima de April y comenzó a golpearla, obviamente April no se dejó y le respondió. Traté de separar a la pelirroja de mi amiga pero la morena me jaló del cabello.
Fue así como comenzó una pelea.
-¿Qué está pasando aquí?
Nos separamos y vimos a unos policias.
-Acompañenos a la comisaria señoritas. Sus autos los llevará una grua.
-¡¿Qué?! No, no, no, nosotras debemos ir a una boda-dijo April alterada
-Igual nosotras-dijo la morena
-Debieron pensarlo antes de ponerse a pelear en la pista, ahora suban a la patrulla.

Y así es como estamos ahora dentro de una celda.

-Bien señoritas, pueden hacer una llamada.
-Hey, April, llama a Rick y dile que venga a pagar la fianza.
-Eso haré- mi amiga fue sacada de la celda para que realice la llamada a su novio.
-Listo, ahora solo nos queda esperar.
Pasaron horas de horas hasta que Rick llegó, bueno en realidad  fueron 5 horas, porque Rick estaba fuera de la ciudad, iba a regresar para la boda pero tuvo que venir a sacarnos de aquí. No podíamos llamar a nuestros padres porque de seguro que nos iban a gritar y a decir que no somos lo suficientemente maduras para vivir solas.
-Pueden salir.
-Gracias- le dijimos al policía. La morena y la pelirroja nos miraban molestas pues aún no llegaban por ellas.
-¿Se puede saber en que estaban pensando para terminar encerradas en una comisaria?-dijo Rick manejando mi auto. El ya había pasado a recogerlo.
-Nada, solo quisimos tener una nueva experiencia-dije sarcasticamente, a lo que me gané una mala mirada de su parte.
April se apresuró a contarle los hechos.
-Bien, pues creo que se deben de olvidar de su cita en el spa y solo darse un baño para que vayan a la peluquería, ya son las 4 y ni siquiera almuerzan.
April y yo suspiramos y dijimos: Adiós spa.