Ch-4

       Kaede entro al gremio y se encontró con una gran cantidad de personas pasando el rato y bebiendo alegremente—. Este lugar tiene una buena vibra —camino entre las mesas sin saber bien por donde ir hasta que llego a la barra en donde se servían bebidas, se sentó en el banquillo y descanso sus brazos en la barra—. ¿Ahora a quien le pregunto para obtener algo de información?

         En ese momento un chico de cabello negro que cubría unos de sus ojos con cara seria aparecen vistiendo el uniforme del gremio diciendo—. ¿Le sirvo algo?

         —«Hmmm podría comer algo» ¿Tienen comida?

         —Si, aquí tiene un folleto con los platillos y los precios.

         Kaede miro los platillos y su hambre aumento, pero al ver los precios este desaparecido—. «¿Qué son Cs?» ¿Oye que son Cs?

         —Cardenales, la moneda de estas tierras.

         —Ohhhhh…

         —¿Tiene con que pagar verdad?

         —… ¿El agua es gratis?

         El chico suspira y dice—. Espere aquí, le traeré un vaso con agua.

         —Gracias.

         El muchacho toma el folleto y se marcha, Kaede se queda esperando y su estómago empieza a rugir más—. Necesito comida, pero ¿de dónde saco yo cardenales? —después de decir eso el chico vuelve y le da el vaso con agua.

         —Aquí tiene.

         —Gracias —Kaede se bebe el agua y su estómago ruge más— Hmmm…

         —Parece que tiene hambre.

         —Si, pero no tengo esos cardenales para pagar la comida.

         —… ¿Ves la cartelera de la derecha?

         —¿Sí?

         —Bien pues elige uno de los trabajos, cuando te decidas tomas el papel de la cartelera y se lo das a la chica de aquella garita, te hará escribir unos datos y ya podrás ir a hacer el trabajo, cuando vuelvas después de haber cumplido lo que sea que pida el trabajo la chica te dará el dinero.

         —¿Enserio? —el chico asiente y en ese momento el estomago de Kaede vuelve a rugir—. Pero tengo mucha hambre como para moverme.

         —… Toma —el chico saca debajo de la barra un sándwich envuelto en papel—. Es un sándwich, vale 50 Cs. Así que asegúrate de tomar un trabajo que cubra eso.

         —¡Oh muchas gracias! —Kaede toma el sándwich, le quita el papel y se lo comienza a comer mientras hace una cara de placer.

         —¿Cuál es tu nombre?

         —Kaede… Ichikawa… —dijo con la boca llena.

         —Vale tengo tu rostro y tu nombre, le debes un sándwich de 50 Cs. Al gremio así que ya sabes, es mejor que vayas de una vez.

         Kaede termina de tragar y dice—. Por supuesto, ya me siento mejor —se levanta del banquillo y mientras se va hacia la cartelera le dice contenta al chico—. Gracias por la información y por el sándwich.

—Je, no hay de que —y este mientras mantiene su cara seria dice en sus pensamientos—. «¡Ahhhh era muy tierna comiendo! ¡Y esos ojos verdes me encantan! Quisiera tenerla para mi y… Y…» —vuelve en sí y dice en voz baja manteniendo su cara seria—. Fuera pensamientos impuros.

         Kaede se acerco a la cartelera y a vio diferentes trabajos—. Buscar ¿plumas de arpías?, ¿cazar lobos?, ¿encontrar una flor en una montaña? ¿Pero porque no hay trabajos normales? —al lado de Kaede se para una chica con cabello largo de color marrón con un flequillo y con una espada en su espalda.

         —¿Buscando un trabajo? —dice la chica.

         —Si, pero…

         —¿Qué sucede?

         —Es que no tengo idea de como hacer algunos de estos.

         —¿A qué te refieres?

         —Buscar una flor en una montaña, cazar lobos o buscar plumas de arpía y ¿Qué rayos es una arpía?

         —Así que tienes problemas con eso… Hey ¿te consideras fuerte?

         —¿Fuerte? Bueno… Puedo saltar muy alto y correr muy rápido, también puedo golpear fuerte.

         —Con que así… En ese caso ¿Qué tal si me acompañas a hacer un trabajo? Así aprendes algo y por supuesto nos repartiremos las ganancias, ¿Qué dices?

         —Hmmm… ¡Vale! Así podre conseguir dinero para pagar el sándwich.

         —¿Sándwich? Vale no importa, me presento soy Marie —dice levantando su mano.

         —Y yo soy Kaede, un gusto —dice mientras estrecha la mano de Marie.

         —Bien ahora solo tenemos que escoger un trabajo, ya que seremos dos podemos ir por algo un poco más complicado, pero con más ganancia… Que tal este, conseguir los dientes de un jabalí, ¿te parece bien?

         —Mientras consiga dinero no me importa.

         Marie sonríe y dice—. Bien, entonces vayamos a la garita.