Cap. 07 Sueños

Cassandrea pasaba sus días entre la biblioteca y su habitación, porque una vez que había recorrido todo el palacio y siendo que nada había despertado ningún recuerdo en su mente, no veía objeto a seguir buscando las memorias perdidas. Raziel le había dicho que sus enemigos la habían secuestrado y que él había pasado mucho tiempo buscándola, pero que cuando la encontró, ella había perdido la memoria. Él le había prometido ayudarla a recuperarla y ciertamente había rescatado algunos recuerdos, pero eran imágenes difusas, algo del todo lógico porque solo se trataba de memorias falsas que Raziel había colocado en la cabeza de la chica a fin de hacer creíble su historia de una infancia juntos.

Aunque Raziel pasaba mucho tiempo con ella, había días en los que desaparecía, pero nunca le aclaró qué hacía durante su ausencia. Cassandrea había aprendido muy de prisa que su marido solía montar en cólera con suprema rapidez. Por ejemplo, un día le había peguntado por los prisioneros y Raziel, sin explicación alguna, la había abofeteado y le había gritado que no era asunto de ella y que no tenía por qué preocuparse por la suerte de esos mal nacidos. Cassandrea había intentado explicarle que no era que le preocupase su suerte, sino que uno de ellos había intentado matarlo y solo quería saber si había sido castigado. Aunque no le había resultado sencillo hacerse escuchar, finalmente Raziel parecía haberlo comprendido y su actitud cambió deshaciéndose a continuación en disculpas.

Después de un tiempo, Cassandrea también notó que hacerle preguntas acerca del pasado no lo hacía especialmente feliz y, de hecho, en una oportunidad se había puesto tan furioso que ella había temido por su vida al igual que lo había hecho el día de su fatídica noche de bodas. Todo aquello había tenido lugar, porque una noche Cassandrea había estado soñando con un individuo que la llamaba, pero, aunque ella quería ir a su encuentro, por algún motivo no podía hacerlo. Eso en sí mismo no habría generado la angustia de Cassandrea, porque en otras circunstancias lo habría tomado como un sueño más, el asunto era que estaba segura que conocía a aquel sujeto, de modo que en la mañana y antes de ir a desayunar, le contó el sueño a Raziel, y si bien él no le había estado prestando mucha atención y se había seguido vistiendo, eso cambió cuando ella aseguró que lo conocía, haciendo que una señal de alarma se encendiese en el cerebro de Raziel.

• ¿Cómo dices?  --  le preguntó
• Que me parece que lo conozco  --  repitió ella  --  puede ser alguien de mi familia que tal vez conozcas, porque me dijiste que casi crecimos juntos y en realidad me has hablado poco de mis parientes. Este con el que soñé, es un hombre muy alto, con el cabello rubio platino y los ojos azules

Al minuto siguiente Raziel estaba apretando su cuello, y en realidad Cassandrea no recordaría con posterioridad qué dijo o qué hizo, porque sus recuerdos se cortaban en aquel punto y lo próximo que recordaba era haber estado en la cama y a Evil dándole una poción.

• ¿Evil?  -- había preguntado al despertar mientras intentaba al mismo tiempo incorporarse
• No te muevas, Kassandria  --  le dijo él
• ¿Por qué? ¿Qué me sucede?
• Has estado enferma y estás débil aun
• ¿Enferma?  --  preguntó sorprendida de no recordar eso

Pero por mucha que fuese su curiosidad y confusión, aquel hombre no era de la clase habladora y ciertamente nunca hablaba con ella como no lo hacía casi ninguno de los amigos de Raziel, de manera que no hizo nada por esclarecer la situación.

Lo que Cassandrea no supo ni sabría nunca, era que Raziel le había propinado tal paliza que casi la mata, y Evil había tenido que componerle una buena parte de los huesos y devolverle su apariencia original al rostro, porque Raziel lo había destrozado. Si bien era cierto que Evil, al igual que todos ellos, sentían un rechazo visceral por Cassandrea debido a su sangre, no era menos cierto que al menos en el caso de Evil, casi odiaba mucho más a Raziel y su forma de conducirse, de modo que había sentido conmiseración por aquella niña y había puesto a su servicio su habilidad de sanación olvidándose por un momento de su antipatía por ella. En conjunto y bien mirado, en el tiempo que llevaban allí, Evil había empleado sus conocimientos en lo que se suponía que debía hacerlo, mucho más que en toda su vida.

Cassandrea había salido de aquello, pero, aunque no recordaba el brutal ataque de Raziel, sí recordaba que había enfurecido cuando le contó su sueño, de manera que, aunque el mismo se volvió recurrente, no volvió a mencionárselo. El único de los amigos de Raziel que mostraba algún interés en Cassandrea era Jensy, de manera que la chica sostenía largas conversaciones con él, especialmente cuando Raziel no estaba. Cassandrea siempre se había sorprendido de poder recordar hechizos y otras muchas cosas relativas a su habilidad, pero al mismo tiempo no poder recordar nada de su vida, pero Jensy le explicó que eso a veces sucedía, porque si bien había perdido la memoria de sus vivencias, lo demás era algo mecánico, como el saber hablar o caminar, de modo que Cassandrea dejó de cuestionarse eso. Otra cosa en lo que Jensy parecía muy interesado era justamente en sus habilidades mágicas, él le había asegurado que ella era una bruja muy poderosa que descendía de una larga línea de magos con mucho poder también, pero que ninguno la igualaba. Sin embargo, le dijo que como era muy joven necesitaba practicar y se pasaban horas en ello. Cassandrea también notó que Jensy se mostraba muy interesado en su particular habilidad de hacer magia sin la varita, y la hacía repetir una y otra vez cualquier cantidad de hechizos. No obstante, en un momento determinado y un día cualquiera, Cassandrea se interrumpió en medio de un ejercicio al escuchar una voz que con seguridad no pertenecía a nadie que estuviese allí.

• Debemos ser responsables con el poder con el que nos ha dotado la naturaleza, bebe  --  decía la voz  --  Y por otra parte, no está bien hacer ostentación de ello, mientras menos lo utilicemos y mientras menos personas sepan de él, mucho mejor
• Kassandria  --  dijo Jensy sacándola de su abstracción  --  ¿Sucede algo?