Keep you close, my love

Fuga. A

01/01/2019

 

¿Que estoy haciendo?... de verdad me casare con este hombre?, de verdad voy a arruinar mi vida así de fácil?, no reclamare ni diré nada?, obedeceré como siempre lo he hecho estos 28 años?, Klaus no es para mí, ni yo para el… esperaba que mi matrimonio fuera más especial, más romántico, más lleno de amor… pero aquí estoy, como las pelotudas en la sala de espera de la novia esperando que me llamen para ir al altar y decir el maldito si…

 

Quiero esto?, claramente no, mi familia me lo recriminaría toda la vida, mi abuelo… sería el más afectado, pero ¿vale la pena darles ese disgusto y vivir mi vida?, como a mí me dé la regalada gana?, pues yo creo que sí… y sin darles más vueltas, me levanto de una vez por todas y con unas tijeras que encontré, corto el carísimo vestido blanco con encaje que compraron mis padres, me saco los tacones y me coloco unas vans blancas que había comprado para la ocasión, le mandó un mensaje a mi amiga Astrid, que se encuentra en la recepción y le digo que nos largamos de aquí lo más rápido posible, ella contesta a la velocidad de la luz y yo ya estoy lista, tomo mis cosas básicas, como la tarjeta de identificación, algunas libras que tenía ahorradas, y me marcho, no podía seguir aquí, Inglaterra era mi país, pero sin duda no la sentía mi hogar… por la parte trasera de la iglesia mi amiga ya me esperaba en su auto y sin dudarlo me subí, y sin mirar atrás o pensar en las repercusiones de esta huida tan escandalosa como diría mi madre… al fin veo la luz, y en el auto de Astrid grito… grito de felicidad, de emoción… de libertad. 

 

Me libraba de toda atadura, y quizás en un comienzo sea difícil, esperemos que todo salga bien y que nunca me encuentren. Pero conociendo a la familia Rose, no les dificultará tanto… en el camino Astrid no me pregunta nada, solo conducía, le dije que nos fuéramos a su país, a la nueva ciudad de Estados Unidos… que nos fuéramos a Oaks city, y ella sin más arranca a toda velocidad y llegamos en un parpadeo al aeropuerto. Tomamos el avión y por fin podía respirar, cuando despegó ya me sentía ansiosa, quizás fue muy impulsivo, pero aunque fuese así era lo correcto, mi familia ya no decidirá nunca más sobre mí y desde ahora era una mujer libre en su totalidad y podía hacer lo que yo quiera… 

 

Al llegar a su departamento, decidimos que encontraremos suerte en su trabajo, Astrid es psicóloga al igual que yo, pero ella se especializó en adultos y yo soy del área infantil, y como ella era una parte importante de la clínica no me pudieron rechazar, además que mi currículum no estaba nada mal… Luego decidimos que tenía que cambiar mi estilo, no podía estar vistiendo de punta en blanco, o estar a la moda, tenía que convertirme de cisne a patito feo, y eso no me importo la verdad, bajarle un poco a mi aspecto no me resultaba algo terrible.

 

Y así comenzó esta nueva aventura, lejos de mis padres, de mi abuelo, de mi familia adinerada y elitista, lejos de sus decisiones y proyectos para conmigo, me sentía como un pajarito en libertad, extendiendo en todo su esplendor sus alas y podía sonreír con autenticidad… era yo, al fin después de 28 años podía ser Melody Rose. 

Con el tiempo, me fui acostumbrando al tan acelerado mundillo de la clínica, había muchos niños que sentía que necesitaban ayuda y así fui… y pude crear una grandiosa reputación… el poder ejercer lo que había estudiado era un placer tan inexplicable que no podía más de la felicidad… me compre un departamento, al que adorne con muchos colores parecía de locos, pero para mí, era mi hogar. Mi familia no tardó en ubicarme, pero sin temor a nada, les dije que podrían meterse la herencia por donde les quepa y que yo estaba feliz y no necesitaba de sus privilegios para poder subsistir, por lo cual se rindieron y me dejaron sola. No volví a saber de ellos por 2 años… ¿Que pasó en este tiempo?, adopté un gato, le puse cucho, es lo más cariñoso que hay, con esos ojazos verdes tan felinos y peligrosos, me enamoraron y sin pensarlo me lo lleve al departamento. 

 

En el trabajo me va de maravilla, y al fin mis horarios calzan con mi vida social, por lo cual he podido hacer tantas cosas de las que no pude hacer en años, y siento que aún me faltan más por descubrir. Conocí a Irina, una enfermera de la clínica, es muy simpática, pero  siempre anda de locura en locura, no hay salida en la que no se haga daño tanto física como psicológicamente… pero se divierte a montones, su sangre latina la hace distinguir de las demás, morena, de cabello negro y unos ojazos color miel es la sensación de cada pub al que vamos, y qué decir de mi amiga Astrid, con su piel tan blanca como la nieve y sus ojos verdes con su pelo rojizo, deja a más de uno suspirando… algo que no puedo decir de mí.. a pesar de que cuando estaba en Inglaterra era una dama distinguida, que vestía a la moda, con una conducta intachable, rubia de ojos celestes, al cambiar mi aspecto, mis ojos los oculto con unos lentes tan grandes y negros que no se pueden distinguir, mi pelo está más opaco y no ese rubio casi amarillo que tenía, además de que he subido unos kilitos de más ya que no sigo una dieta, pero así como me ven, con mi bata de clínica siendo psicóloga infantil soy la mujer más feliz de esta dimensión terrenal. Por lo que no me importa atraer o no al género masculino que en estos 30 años no nos hemos podido llevar bien… ya que mis expectativas son tan altas, tan románticas que hoy en día es difícil encontrar a un hombre con características de príncipe azul, por lo que no tomo mucha atención con respecto al género opuesto. 

 

11/01/2021

 

Este año comenzó de locos, al fin se cumplen 2 años desde mi llegada a esta ciudad y de mi radical decisión a puertas de mi matrimonio, pero puedo decir que me encuentro de lo mejor.

Me levanto y me voy a duchar, pienso en que ponerme mientras me enjuago, y cuando salgo finalmente me decido por unos jeans simples azules, una camisa rosada, mi cárdigan color negro y mis tenis negros, cojo el bolso, le doy de comer a cucho y me marcho al trabajo, como me ha ido de maravilla en la clínica me he podido también comprar un auto, aunque aún lo estoy pagando, es la mejor adquisición que he tenido, claramente después de mi bebe cucho. Me subo a él y comienzo mi viaje por la ciudad, el lugar es demasiado empresarial, con suerte hay casas, y todo lo que le rodea son edificios y algunos parques, hay también una playa, a unas horas de aquí por lo cual de vez en cuando con las chicas nos fugamos y hacemos camping. El tráfico estaba expedito por lo cual en menos de 1 hora llegue a la Clínica, estaciono y entró, hoy tengo a 5 pacientes, por lo que se me viene ajetreado el día, saludo a las recepcionistas, me dirijo a la sala común de psicología, saludo a mis compañeras y veo a Astrid tomando un café…




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