Capítulo 1

POV: Dagger

La mañana más tranquila que he tenido. Encontrar el cadáver de mi compañera de trabajo.

—¿Que saben hasta ahora? —pregunto al llegar hasta la escena.

— Muerte instantánea por fractura en la parte inferior del cráneo, huesos del cuerpo rotos debido a la caída...

— Sabes a lo que me refería—interrumpo al forense.

— Siendo sincero, señor Dagger, todo indica a suicidio —responde—, en el cuerpo solo hay indicios de daños que pueden haber sido por la caída.

No me gusta para nada su repuesta. Conozco bien a Keira y ella no haría esto, tal vez solo se metió en lo que no debía como siempre.

— ¿Donde está el cuerpo? —interrogo.

— ¿Por qué pregunta?

— Señor, la cosa es que... no puede.

—¿Por qué no podría? — alego.

Se queda pensativo, mirando hacia todos lados, y se ve bastante nervioso.

—Mmm... ¡es que ya se llevaron el cuerpo!— logra decir por fin. No espera a que diga nada más y se va, casi corriendo.

Me quedo ahí quieto. Miro hacia el edificio desde donde calló.

Keira era demasiado para este mundo, demasiado dulce. Cuando le pregunté porqué quiso ser detective solo sonrió y dijo: «para que nadie más tenga que sufrir». Solo puedo pensar en que alguien como ella no podría suicidarse, aunque no la conocía del todo sé que no lo haría.

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Revisando el expediente de Keira me di cuenta de que no se sabía nada de su familia. Tengo que encontrar algún familiar, no puede ser que no se tenga esa información. Aún estando muerta me hace el trabajo difícil.

Llaman a la puerta de mi oficina interrumpiendo una pequeña risa sarcástica que no pude retener.

— Adelante —contesto al llamado.

— Señor Dagger, los resultados de la autopsia de Keira Kriarant —informa una de las secretarias del departamento mientras entra y deja una carpeta en el escritorio.

Hago una seña con la mano para que se retire y abro la carpeta para a la final encontrarme con la conclusión que no quería: suicidio.

De repente se me vienen imágenes de Keira mientras trabajábamos y lo feliz que era, llorando cuando eran casos fuertes, pero siempre viendo el lado positivo. Lo cual me molestaba, pero Keira era mi compañera y la única que intentaba hacerme reír aunque sabía que no obtendría esos resultados. Era fastidiosa, muy fastidiosa, pero supongo que en el fondo la apreciaba. Solo era una niña que quería la justicia cuando nadie la buscaba del todo.

Tendré que resignarme a qué murió por suicidio, así algo me diga que no lo fue. Pero ya no hay nada que hacer. No dejarán que siga investigando.

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No puedo dormir pensando en lo raro de todo esto, en lo rápido que paso todo. Primero Keira desaparece por unos días para luego aparecer muerta y me llaman 4 horas después de haberla hallado, no investigan nada y cierran el caso por "suicidio". Esto no es normal ni siquiera cuando es muy evidente el suicidio se cierra tan rápido, algo más esta pasando, lo sé y voy a llegar hasta el final de todo esto así tenga que ser por mis propios medios.

Debí llamarla cuando no vino ayer a trabajar, no pensé que algo así terminara pasando.

Salgo de estos pensamientos cuando se escucha un relámpago que indica que empezará a llover en cualquier momento. Abro el paraguas y me acerco a la tumba para dejar un pequeño ramillete de amapolas.

Solo pasó un día de su muerte, un día y nadie quiso investigar más dejándolo en un simple suicidio. No hubo funeral o siquiera un entierro digno.

cuando llegué está mañana al departamento me informaron que el caso fue cerrado y ya el cuerpo había sido enterrado. Vine lo más rápido que pude al cementerio.

Me quedo mirando su tumba.

Keira Kriarant

1999 - 2024

La vida es muy corta para hacer todo lo que queremos

Si, es algo que diría la detective pelirroja más optimista que he conocido. Y sabiendo como es no le gustaría que me lamentara, así que decido que es mejor irme. Igual y tengo mucho trabajo ya para estar aquí por la persona que fastidiaba mis días.

Me doy la vuelta para irme, pero al hacerlo creo ver a lo lejos una persona totalmente vestida de negro, pero al voltear para asegurarme de que no sea solo mi imaginación no hay nadie. sí solo lo imaginé. Miro a tras por última vez la tumba.

— Me estoy volviendo paranoico por tu culpa.

Comienzo a caminar por fin mientras la lluvia golpea el paraguas e intento no pensar mucho en todo esto, aunque sé que no funcionará para nada. Ni siquiera pude dormir bien pensando en esto.