Capítulo 2

Se que no debería preocuparme tanto por esto, en un principio ni siquiera quería que fuera mi compañera era una simple novata demasiado alegre para mí, pero al final terminó siendo la mejor que nunca tuve ni tendré y no pude salvarla, no pude evitar que muriera y eso es lo que más me frustra en estos momentos. La vida es injusta con las mejores personas que pueden existir.

Lo sucedido sigue rondando mi cabeza sin parar, hasta el punto en insistir una y mil veces a Edevane, mi jefe, que reabriera el caso diciendo que no se suicidó, pero hizo caso omiso a todos mis reclamos e insistencias.

Miro mi celular para ver la hora: 01:05am llevo más de 3 horas buscando y no hay nada. Es tarde estoy cansado y volviéndome paranoico, resignándome a qué solo se suicidó por quien sabe que razón.

Talvez no la conocía del todo, ni siquiera encontré algo sobre su familia y nunca mencionó algo de ella. Talvez tenía más problemas de los que creía, talvez ocultaba todo con esa sonrisa tonta que tenía y nunca dijo nada porque no le di la confianza para hacerlo.

Ya cuando estoy cerca del auto me fijo que en la alcantarillas, gracias a la linterna que llevo se ilumina una joya. Pienso en dejarlo pasar es un lugar público se le pudo haber caído a cualquiera, pero el impuso me gana y cuando me doy cuenta ya lo tengo en la mano. Lo limpio un poco con los dedos; es un relicario en forma de corazón y tiene grabado las iniciales K.K.

—Keira Kriarant —pienso en voz alta.

Lo guardo en el bolsillo de mi gabardina y sigo caminando al auto. Cuando llego a él abro la puerta para entrar, pero me doy cuenta de que hay un pequeño sobre en el parabrisas. Lo tomo con cuidado y ya estando dentro del auto lo abro para descubrir una carta en el interior, al desdoblar y leer las primeras palabras me toma por sorpresa:

Querido, no. Maldito Dagger.

No voy a dejar que esto pase así como así, eso te lo aseguro. Todos los culpables sufrirán y no descansaré hasta matarlos a todos y cada uno. Prepárate porque este apenas es el comienzo de una larga historia.

K.K.