Narra…
-Reúne a todas las personas del servicio en el la sala, hazlo rápido -Lo que dijo me llamo la atención porque querría ver a todos, pero bueno yo estoy acá así que asentí y fui a comunicarles no paso más de siete minutos y ya todos estaban en la sala.
- ¡Atención! Los he reunido aquí con el fin de reducir el personal, ya que no serán más de utilidad en esta casa – cuando dijo eso me desconcertó en cierto punto tenía razón pero que pasaría con las personas que pasaría con mi mamá y conmigo.
-Supongo que entienden la razón por la cual, no es necesario su servicio -Cuando escuche esas palabras seguidas de nombres en los cuales rogaba que no estuviera el de mi madre, por si no ella estaría devastada, pero lastimosamente si paso y escuche su nombre, vi a mamá tenía el rostro pálido, que pasaría con nosotras, este lugar era lo único que teníamos en este momento aparte de la tía claro, pero no me gustaría incomodarla, pero bueno no podíamos hacer nada…
- Por favor recojan sus cosas, que en la salida se les dará su pago por su servicio a las personas nombradas. -Recogí nuestras cosas cuando salíamos, el señor que estaba entregando los sobes con el dinero de cada persona dijo algo que me sorprendió
-Señorita, pero a usted no la han despedido, por lo que tengo entendido solamente a su madre -Se me hiso gracioso al principio pensar en eso, yo no estaba ahí por que estuviera trabajando. Lo que ocurría fue que mi mamá me mando una carta en la cual decía que estaba un poco enferma que le dolían los huesos, por eso vine a ayudarle con su trabajo, cuando termino de decir aquello, mi madre me dijo…
-Hija, ¿porque mejor no te quedas, yo iré con tu tía así además no la incomodaríamos de más, que dices? ¿Puedes quedarte hazlo por mí además así puedes ayudarme a servir al señor fue algo que le prometí al señor puedes hacerlo? -Cuando dijo eso me sorprendió ya nunca menciono que era tan cercana al señor, ósea si tenía un cargo de confianza, pero no lo suficiente como para pedirle que cuidara a su hijo si él no estaba, en ese momento me impresiono bastante, pero era mi madre
- Esta bien madre, me quedare
-Bueno hija si pasa algo comunícamelo ¡Por favor! Y cuídate mucho -cuando termino de decir eso la abracé y se fue, yo volví a la habitación donde antes compartía con mamá
Al siguiente día
-Fui a la cocina como de costumbre, aviamos quedado solamente tres una joven llamada, Amber y otro joven llamado Logan el cual era el chofer y supervisaba la casa, no había mucho por hacer tampoco, ya que los jóvenes siempre salían juntos y regresaban en la noche
Siguiente día
Eran como las siete de la tarde cuando llego el joven Raphael
- Prepárenme un té y súbanlo a la oficina ¡por favor!
-Claro que si -respondí me dirigí a la cocina cuando Amber dijo que ella lo prepararía pues era raro ya siempre me evitaba, así que para no hacerla sentir incomoda, salí a tender las sábanas que había lavado, me gusta estar afuera el patio tenía un ambiente pintoresco aunque no pareciera, acá todo el pueblo siempre estaba nublado y con ese ambiente tétrico pero relajante, que me daba paz, así transcurrieron las horas lo único que era diferente esa noche fue que, el joven Atlas acostumbraba llegar a las nueve máximo pero ese día no, sé que no lo conozco pero me preocupo por él y no sé porque talvez por el simple hecho que me pidió mi madre hacer por él que es tratar de cuidarlo, estaba a punto de irme a mi habitación ya eran alrededor de las once, no servía de nada quedarse esperando además ya estaba lo suficientemente grandecito como para cuidarse solo.
De pronto escuche un sonido proveniente de la puerta principal, entonces me acerque, era él estaba tirado en suelo me acerque corriendo hacia el
-¿Joven esta bien?, su rostro estaba pálido, sus ojos hinchados parecía que había estado llorando, lo que más resaltaba a la vista era el olor que desprendía alcohol y tabaco, detesto esas combinaciones, pero en el no sentía repulsión era distinto, no se si era porque en ese estado se veía indefenso o talvez porque sentía que estaba pasando por un momento difícil.
-¿Quién eres?
-Soy Chiara la chica del servicio
-Mmm tú, no te reconocí, ¿Qué haces a esta hora aquí, porque no estas descansando? -Lo dijo con un tono de voz entrecortado, y débil, hice de todo para subirlo a su habitación estaba al fondo de todo el pasillo así que me costó un poco, pero lo logre cuando entre, con mi último esfuerzo lo subí a su cama, se veía tan pacífico en ese momento, acaricie su rostro era tan suave y lindo, estaba a punto de irme…
- ¿A dónde vas? -dijo adormilado
-Tengo que ir a descansar joven
-No me dejes ¡por favor! -Tomo mi brazo haciendo presión su tacto me quemaba sentía que mi corazón se aceleraba, con el simple hecho, de aquel pedido al que no me podía negar
-¡Esta bien! -volví a donde estaba y me quede con el hasta que sentí que estaba totalmente dormido, me quedaría con el observándolo y nunca me aburriría de hacerlo, cuando ya estaba profundamente dormido, Sali de la habitación rumbo a la mía.
Narra…
Esa noche pudo haber significado mucho en la vida de Chiara y Atlas pero no fue así, por la mañana todo transcurrió igual que de costumbre o al menos eso pensaba ella, esa tarde llego Raphael y dio instrucciones que prepararan todo porque esa noche abría una gran celebración así que sin más comenzaron a organizar todo, llego la noche y empezaron a llegar invitados por lo que se veía eran personas con bastante poder adquisitivo por así decirse, así empezó la ceremonia cuando de repente empezó a sonar una copa, los invitados empezaron a prestar a tención y mirar hacia las escaleras donde se encontraba Atlas
-Señores el motivo de esta reunión es que me he comprometido con la señorita Felia Bordoñes, nuestro matrimonio se llevara a cabo luego del primer año de fallecidos mis padres, después de eso me casare