Chiara:
Año 1837, reinado de la Reyna victoria en gran bretaña, como olvidar el año en que todo cambio…
Ese año en otoño era la gran boda todo el mundo hablaba ya que ya había pasado un año después de la muerte de sus padres y la increíble celebración opacaba aquel suceso desafortunado, pues ya que todos se preguntaban que tenía preparada el joven Atlas pronto Señor Van Rensselaer, faltaba quince días los cuales eran agotadores por la gran celebración y eso a pesar que se contrato mas personas que puedan ayudar con todo ya que yo junto a Amber no éramos suficientes para la organización y preparación con todo; logan siempre estaba junto al joven y a su primo movilizándolos, pasaron tres meses donde conocí mejor a Amber y logan, nos volvimos amigos Amber era amigable y divertida un poco diferente a logan el era un poco mas reservado pero divertido, lo más increíble de todo es que todos teníamos diferentes formas de ser de pensar pero siempre teníamos de conversación y no era para nada incomodo estar con ellos durante este tiempo los he podido apreciar y conocer, lo que pude deducir de todo es que son buenos amigos.
Era un viernes por la noche como de costumbre Atlas no llegaba aun a casa y eso que estaba lloviendo a contaros, cuando después de las once escuche la puerta de la entrada principal sonar, lo que llamo mi atención al ir a ver era vi a Atlas subir las escaleras al¿ la segunda planta, cuando llegue a la entrada sintió mi presencia por lo que al voltear sentía sus ojos posándose en mi cuerpo reacciono con un escalofrió, al ver sus ojos recorrer mi cuerpo de pies acá cabeza era increíble como con solo mirarme hacia latir mi corazón a mil por segundo, sus ojos profundos como el mar que transmitían todo con solamente observarlos detenida mente, me quede estupefacta cuando vi sus labios formular unas palabras las cuales no escuche por estar perdida en mis pensamientos pero al darme cuenta de eso volvía a la realidad,.
-Puedo repetirlo Joven -pronuncie en un hilo de voz, pues estaba tan nerviosa por su mirada fija puesta en mi
- ¿Qué haces despierta aun? -Pronuncio con su voz profunda y serena
-Estaba por irme a dormir Joven - ¿No quieres acompañarme? - ¿Adónde joven? -pronuncie con curiosidad
- ¡Ven sígueme! -A lo que yo obedecí.
Cuando subimos al segundo piso pasamos por un largo pasillo cuando de pronto giro a un ala de la casa de la casa que se nos tenia prohibido entrar, lo que me sorprendió es que estaba muy limpio y que en un lado tenia un pequeño bar con licor y no cualquier licor sino del mas caro
- ¿Qué hacemos acá Joven? - ¡Ven siéntate junto a mí! -A lo que yo accedí
Cuando me senté junto a él me sirvió una copa de vino - ¡toma! -Entonces empezamos a hablar la conversación fluyo junto con eso la ingesta de vino lo que con el tiempo que estábamos bebiendo hizo efecto, después de un tiempo cuando bebi me hizo una pregunta que no me esperaba por nada del mundo en primer lugar no éramos lo suficientemente cercanos como para que me pregunte ese tipo de cosas, que digo nunca habíamos hablado antes, aparte de cosas del trabajo porque esta pregunta…
- ¿Tu que piensas de mi matrimonio? – aquella pregunta, aunque no parezca era muy complicada para mí, ya que aquella tenia infinidad de respuestas de las cuales salió una respuesta de la cual me más adelante, traería consecuencias
- ¡no quiero que te cases con ella! -después de decir lo mas tonto y vergonzoso del mundo, levante mi cara viéndolo frente a frente no sé qué me pasaba talvez solamente era el alcohol hablando por mí, lo único que puedo decir es después de aquello al verlo directo a los ojos esos ojos que esta con la tenue luz de las velas se podían ver tan brillantes como siempre, ante tal acción mía el solamente hizo algo que me hizo perder la razón
-Estampo sus labios con los míos, así sin previo aviso mi cuerpo sintió escalofríos y un pequeño temblor al sentir sus labios moverse al principio no seguí el beso, pero después de un corto tiempo empecé a mover mis labios, los cuales se acoplaban perfectamente con los suyos cuando de pronto…
- ¡Chiaraaaaa!, ¿Qué haces acá? -pronunció la joven mucama moviendo un poco el cuerpo Chiara, la cual estaba durmiendo en la mesa de la cocina
- ¿Qué paso? -pronuncio la joven en un hilo de voz casi inaudible, observando su alrededor dándose cuenta que todo lo que acababa de pasar fue solamente un sueño pues este parecía muy real. -te has quedado durmiendo toda la noche acá, ¿Por qué? -Pregunto Amber la cual durante este tiempo trabajando en esta casa se había vuelto una buena amiga. -pues supongo que estaba muy cansada que no me di cuenta que me quedé dormida acá -dijo Chiara, sin todavía poder asimilar todo lo que había soñado en qué momento este hombre se había metido tanto en sus pensamientos como para soñarlo y de tal forma más aún.
- ¡Chiara ven ayúdame a preparar el desayuno hoy van a venir a tomar el desayuno los padres de la prometida del joven amo! – cierto lo había olvidado y ya casi es hora, será mejor darnos prisa. -durante el tiempo en que estaban preparando el desayuno Amber le hizo una pregunta a Chiara la cual le causo curiosidad ya que nunca lo había pensado
-Chiara, ¿Tu crees en lo sobre natural? -¿sobrenatural como magia y varitas? -no yo hablaba de algo mas como vampiros o hombres lobo -dijo Amber de una manera muy casual -Pues nunca lo había pensado, siempre se habla de brujas y ese tipo de cosas pero nunca ese tipo de sobrenatural, es imposible que ese tipo de cosas o criaturas existan, además si existieran no crees que ya habría especulaciones de su existencia así que no creo que existan -dijo Chiara de forma firme
-Tienes razón como podrían existir, además ya los hubieran descubierto -contesto Amber, la cual en el transcurso de los meses se veía un poco deprimida y no tenía la misma energía de antes, a veces era desconcertante ya que se quedada quieta sin ver a ningún lado como si estuviera preocupada con algo, pero cuando Logan o Chiara le preguntaban que le pasaba esta siempre decía que estaban exagerando y que no le estaba pasando nada, aunque ellos sabían que no era cierto que no le pasaba nada preferían no insistir mucho en el tema.