"¿Realmente merecía sufrir?"
Todo humano tan hueco ha gritado en el silencio. Un infierno que quemó tan segado por el propio sufrimiento, nunca se esfumó
lo rasgado del pasado, lo que quema no será eterno.
No hay piel en el cuerpo capaz de parar el llanto, no sigas el camino marcado. No romperán mi corazón si lo he arrancado,
no dañaran mi caparazón si lo he ocultado.
Todo se rompió tan sólo quedó un rostro abatido, un veneno que sólo se consume
por dentro.
-¿Fue así cómo te hiciste todas esas marcas?
El dolor no siempre se cura con amor, te da tanto temor que te orilla al dolor, tienes que sufrir para llegar a vivir. El que marcha siempre vuelve para recordar, sin importar cuánto haya dolido se puede volver a sanar.
A pesar de las palabras llenas de espinas, a pesar de las pinceladas de lágrimas, a pesar del dolor que me define puedo convertir mis heridas en mis mayores fortalezas.
La gente se resiste a desprenderse de las cosas vacías porque continúan como nuevas, tan sólo colocaría mis manos antes que las heridas para que dejarán de ser cicatrices.
Perdonar por miedo a que el daño aumente, olvidar por miedo a que el daño vuelve, sólo el dolor te reconstruye.