Kintsugi

Jaulas y cadenas

Cada persona en su propia jaula arrastra una cadena con un problema que le pesa y no suelta. La tormenta se apodera hasta de la propia sombra que habita en cada historia de la memoria.

La niña deambulaba entre la entrada y salida de la jaula. Un día el niño la encuentra, le cuenta de un mundo afuera, le demuestra que hay una persona buena.

La impulsa a sentirse segura consigo misma, le enseña a estar sola, ella se siente cómoda porque está persona le transmite confianza.

Con su ayuda quita cada barrera que la protegía para que no saliera lastimada. Ahora la espina y la rosa se vuelven una misma porque ella controla la herida y sana cada trauma.

Pero mientras ella mejoraba él por dentro empeoraba. Todo se guardaba, no quería preocuparla. Poco a poco el vacío se extendió, quería estar solo, necesitaba tiempo y espacio. Simplemente tenía miedo de lastimarla.

Ella quería ayudarlo, así como él le enseño, pero él la alejó siendo frío porque ya no la amaba, ya no la miraba de la misma forma, mientras ella se acercaba él tomaba distancia.

Sola con su sombra dónde la pesadilla de la vida la despierta porque ambos podían sanar, pero así como el dolor los unió los separó.

Ella queriendo olvidarlo regreso a la jaula, a la espina que al principio poco a poco iba sobrellevando de nuevo volvió a consumirla.

En la jaula estaba segura, ahí nadie la lastimaba, aunque para ello tuvo que sacrificar el amor para quedarse con el dolor.

Se arriesgo y de nada sirvió porque el destino le demostró que no pudo quitar el nudo al contrario terminó con un sufrimiento que de nuevo se apoderó de su cuerpo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.