Kite Wars: Comet A.R.

Capítulo 23: Tribulación

-¿Eh? ¿Dónde estamos? -preguntó Norio cuando, al abrir los ojos después del destello, se encontraba nuevamente en "La Nada", junto con un montón de chicos y chicas que también habían sido arrebatados por esa luz.

-¿Norio? -preguntó el profesor Tanaka al verlo a lo lejos, quien corrió junto con Takuma para reencontrarse con su compañero. -¿Qué está pasando?

-No lo sé... -dijo Norio algo temeroso. -¿Por qué estamos aquí?

-¡Déjenme que les responda! -contestó una voz que provenía de arriba de ellos. -¡El Gran Jefe ha decidido traerlos a su seno! ¡Todos aquellos que han sido elegido para venir a esta "nada", han sido elegidos para tenerlo todo! ¡Vida eterna, vida de abundancia, vida sin dolor! ¡Mientras, los no elegidos deberán sufrir los estragos de la corrupción de Comet AR con el mundo real! ¡Ahora mismo, quienes se quedaron, van a sufrir de angustia, de ira, de odio, de la perdición, de no saber si mañana amanecerán con vida! ¡Sus datos están siendo borrados!

Todos los que se encontraban allí, en "La Nada", estaban aterrados, no solo de la estruendosa voz que retumbaba a pesar de no haber una pared alrededor, sino de las mismas palabras que escuchaban. ¿Qué era eso de la vida eterna? ¿Condenación?

-Maldición... -llegó a bufar el profesor Tanaka.

-¿Eh? ¿Dónde está Masato Hasegawa? -preguntó la voz que venía de arriba de la nada.

La voz que retumbaba se convirtió en tres voces que comenzaron a discutir una con otra.

-¿Dices que ese de allá no es Masato Hasegawa?

-¡Claro que no, es Takuma Seki, a ese no lo necesitamos aquí!

Los cuatro chicos, Takuma, Norio, Tanaka y Kaoru estaban bastante confundidos al escuchar a las tres personas del Gran Jefe peleando una con otra.

-Eso de que no me necesitan no es un buen cumplido que digamos... -respondió Takuma al escuchar cómo lo menospreciaban.

-Eso no es nada que otro arrebatamiento no arregle. -dijo uno de los Gran Jefe.

-No podemos arrebatar nuevamente a la gente del mundo, solo a los que están aquí.

-Al menos podemos regresarlo, ¿no?

-A ese y al otro chico, Kaoru Kaneda, no lo necesitamos tampoco.

Kaoru estaba en conflicto, tampoco le agradaba escuchar que, al igual que Takuma, tampoco era necesario para "la obra" del Gran Jefe.

-Bien, aquí viene otro mini arrebatamiento... -dijo el Gran Jefe volviendo a unificar sus voces.

Otro destello más, y los cuatro chicos desaparecieron de "La Nada".

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-¿Cómo nos iremos? -preguntó Masato. -Si usamos a 001, vamos a alertar al Gran Jefe sobre nuestra ubicación y sobre la de Fukuda.

-¡Ya está más que alerta! -gritó el señor Seki. -¡El mundo está fusionado con Comet AR! Solo mira...

Masato observó que las manchas rojas que indicaban se encontraban en Comet AR parchaban el edificio de Kite Incorporated, así como el de los edificios aledaños. Esas manchas de repente se tornaban púrpura, azul, verde o naranja, sin seguir un patrón aparente.

-Entonces no nos queda de otra... ¡Ram, debemos ir al club de Kite Wars de la Secundaria número 2! ¡Señor Fukuda, tome mi mano!

En ese momento, Ram los teletransportó de manera definitiva al destino que Masato había pedido. Allí, en ese salón, estaban Marina y Nanami, así como la exjinete de la Muerte.

-¿Muerte? -preguntó el señor Seki al ver a aquella mujer.

-Veo que tú también estás aquí, Hambruna. -respondió aquella mujer.

-Creo que lo mejor sería llamarnos por nuestros nombres... -respondió Masato. -Aquí no son Jinetes ni nada por el estilo.

-Bien, entonces solo llámenme Haruka. -dijo la mujer siendo un tanto reticente a responder las preguntas de sus compañeros varones.

De la nada, aparecieron Takuma y Kaoru frente a ellos.

-¿Cómo se escaparon del arrebatamiento? -preguntó Marina.

-Digamos que no le éramos útiles al Gran Jefe y nos mandó liberar... -contestó Takuma algo contrariado.

-Todavía nos faltan dos Jinetes... -respondió Nanami.

-¿Norio y Tanaka? -preguntó el señor Seki.

De repente, la puerta del salón se abre de manera abrupta. Era Hisoka, quien estaba algo desconcertado pero a la vez desafiante.

-¡Tanaka y yo! ¿Dónde está Norio? -preguntó Hisoka.

-No es momento para eso, -respondió Masato. -tenemos suficiente con el dichoso "arrebatamiento".

-No me entienden... ¡Quiero...! ¡Quiero ayudar a Norio!

Los chicos de la secundaria se sorprendieron al escuchar a Hisoka hablando de esa manera.

-Norio tiene razón, él confió en mí y yo le di la espalda... ¡Por eso quiero ayudarlo!

-Llegaste en el mejor momento. -respondió el señor Seki. -Justo ahora estábamos discutiendo sobre los Jinetes del Apocalipsis y de que necesitamos a Norio para...

-¡Norio no es el Jinete de la Guerra! -gritó Hisoka. -¡Yo soy el Jinete de la Guerra y puedo demostrárselo!




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