Knoxem

Capítulo 2: Bienvenida.

Una vez que las enormes y elegantes rejas que rodeaban toda la institución nos escaneó de pies a cabeza, cruzamos el vestíbulo al aire libre, el cual tenía un aspecto más acogedor que el resto del establecimiento de arquitectura sobria. Seguimos cinco metros más adelante para detenernos en la entrada. La puerta era doble y estaba echa de mármol negro que alcanzaba una altura de dos metros y medio más o menos, sus hojas eran perfectamente lisas y delgadas que daban la impresión de ser extremadamente filosas. Mientras el segundo escáner registraba nuestra entrada como miembros de la Academia, Nuria leyó en voz baja el lema popular de la ciudad que estaba tallada en el centro: 

Sé solidario como un Koler.

Sé apasionado como un Nova.

Sé ambicioso como un Omaira.

Sé disciplinado como un Xiang.

Sé persistente como un Ekon.

Sé orgulloso como un Marlox.

A pesar de que todos lo conocíamos, era inevitable volver a leerlo cuando lo veíamos escrito. Las iniciales de los nombres de estos clanes estaban destacadas con dorado y una tipografía ornamental, ya que esas letras formaban el nombre de nuestra ciudad: Knoxem. 

Los fundadores no solo crearon y mantuvieron por tantas generaciones esta ciudad subterránea en secreto, sino que crearon un sistema de clanes que preservaría la diversidad humana por otros siglos más, o al menos preservar aquellas razas que habían logrado subsistir luego de la  caza de humanos que se emprendió tras la Revolución contra los Inquilinos . Este sistema de categorización estaba basado en el Determinismo Genético, lo que significaba que desde el momento de nuestro nacimiento estábamos condicionados a pertenecer al clan que compartiera los mismos rasgos fenotípicos. 

Debido al mestizaje que se dieron los siglos anteriores a la invasión alienígena, era casi imposible que alguien perteneciera a un linaje de sangre completamente pura, por lo que cada individuo era analizado por el Purificador, un artefacto que realizaba pruebas de ADN para examinar las relaciones genealógicas ancestrales o también para estimar la mezcla étnica de un individuo, y lograr de esta manera una mayor precisión en la clasificación.

Los clanes eran seis y recibían el nombre de los fundadores que encabezaron la resistencia y preservación de la humanidad. 

El clan Koler estaba conformado por personas arias en general, todas aquellas que descendían de personas nacidas en países nórdicos u otros lugares en que el porcentaje de sangre aria fue elevado. Así que la mayoría de sus integrantes se caracterizaban por tener tez bastante blanca o pálida, cabello con diversas coloraciones dentro del rubio y el pelirrojo, ojos claros, narices rectas y una estatura promedio que superaba a los demás clanes. En lo que respecta a sus personalidades, con los que tuve la oportunidad de tratar de cerca fueron bastante independientes, empáticos, respetuosos, pacientes y buenos luchadores cuando debían serlo, no se andaban con rodeos cuando se enojaban u ofendían, aunque también solían tener constantes episodios nostálgicos o momentos de distanciamiento.

El clan Nova era el más diverso en lo que se refería a características físicas, habían desde rubios a morenos en diferentes tonalidades y tamaños, o como diría mi madrina: "De todos colores y sabores", aunque podría arriesgarme a afirmar que predominaban los trigueños de tez castaña, sonrisas grandes con labios carnosos y ojos prominentes. Este grupo estaba conformado en su mayoría por descendientes de sudamericanos, caribeños y centroamericanos. A diferencia de otros clanes, sus miembros eran considerados los más expresivos, testarudos y dramáticos, por no decir temperamentales, y en varias ocasiones, irresponsables y holgazanes. Pero las cualidades que los hacían destacar la mayor parte del tiempo, según otros clanes, eran la confianza, humor, calidez y vitalidad que transmitían  sin esfuerzo alguno.

Yo pertenecía a este clan y créanme que intenté ser lo más imparcial posible en la descripción del grupo latino, pero para ser justa, cada clan brillaba tanto por sus virtudes como defectos. Según como yo lo veía, cumplía bastante con el estándar Nova, que es lo que probablemente todos esperaban del suyo: sentir pertenencia. 

Los Omaira, en cambio, se caracterizaban mayormente por su piel oliva u oscura, ojos grandes de colores intensos, cabello oscuro con ondulaciones, cejas y pestañas largas, labios finos, narices prominentes. Los integrantes de este grupo tuvieron antecesores árabes, indios e hindúes, turcos, entre otros. La mayoría de sus integrantes destacaban por su elegancia, debido a que eran aficionados a la moda, solían ser cautelosos con el trato que daban a otras personas, sobresalían por su astucia, agilidad y paciencia; pero también eran señalados por ser ambiciosos y preocupados por su reputación o el qué dirán . Junto con el clan Nova eran quienes se adaptaban con mayor facilidad al carácter de otras personas.

Sobre el clan Xiang no podría decir mucho, más que aquello que muestran y dicen de ellos. Sus integrantes tuvieron antecesores de países asiáticos como Corea, China, Japón, Taiwan y muchos otros más. Casi todos tenían una envidiable tez porcelana y sus característicos ojos rasgados o redondos, labios pequeños y gruesos, con una complexión menuda de aspecto frágil. Eran demasiados distantes e indiferentes con los demás, algo que dificultaba que otros clanes pudieran socializar con ellos. La mayoría de sus miembros eran polifacéticos, por lo que podrían encontrárselos ocupando diferentes puestos en la sociedad, destacando por su disciplina y eficiencia. Pero por la presión que se inducían de superar las expectativas, provocaba que fueran demasiado exigentes, críticos y perfeccionistas al punto en que rozaban con el egocentrismo. Estaba demás decir que tal vez se creían mejor que todos.




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