00; Hechos Universales.

Según la plataforma universal para los desinteresados adolescentes, que en estos días frecuentes iniciaron sus primeros pasos a la dolencia del crecimiento, séase dicha, la bendita Wikipedia, da por significado a los hechos universales como «Una serie de hechos que fueron determinantes y significativos en el desarrollo humano, tecnológico, emocional, religioso y político», Sin embargo, darle significado a algo que a las personas del hoy no le interesan, sería una pérdida de tiempo. Aunque saber algo, siempre es divertido y educativo independientemente de si es un tema pedido o no. ¿No sería entretenido saber cuáles son las 7 maravillas naturales que el mundo nos ofrece?

Incluso dicho de tal modo, realmente puedo suponer que a pocos les interesa, lo cual está totalmente correcto, para todos hay colores que usar en sus pinturas, pero, por algo existen los hechos universales, es para recordarnos que no todo puede ser moldeable, que ciertas cosas siempre se quedaran tal y como están, como el primero de muchos hechos universales.

Todos nacemos y morimos solos, ¿Suena estúpido? Tal vez, pero que es el mundo si no un lugar repleto de negaciones hacia los hechos simples, mientras más estúpido suena, más real es probable que sea, después de todo, necesitamos compartir nuestra efímera existencia con otros para poder omitir este hecho, como suele decirse, el humano sin compañía no sobrevive o simplemente enloquece, algo que, si buscas lo suficiente, es algo comprobado, que allí está en el fondo de la conciencia, la cual nadie escucha.

¿Qué pasaría si alguien aceptara esto?

Una vivencia de miseria, quien nace sabiendo esto, no es nada más que desdichado, la memoria ciertamente es un regalo cruel, porque sin importar cuanto desee omitir este hecho, no puede hacerlo. Bien dicen que el suicidio no es más que un acto de lucidez entre la locura, quizás después de tanta evolución, podríamos aceptar que es verdad, que las personas más inteligentes son siempre las más infelices. Otro hecho universal.

Esto suele ser en su mayoría deprimente, pero ese es el punto del universo, recordar que las cosas más simples y pequeñas, son las que mejor prevalecen en el extenso esquema de las cosas, puedes pensarlo desde otro punto de vista.

Eres quizás un profesor y tienes a tu buen alumno, aquel al cual un día sin dudas ni dudas, aporreas, solo una vez, claro está, aquel solo podrá abuchearte y exclamar que eres un infeliz, lo cual no puedes negar, pero incluso después de que se vaya y no vuelva jamás a ti, estarás en paz contigo, porque sabes bien que, en el gran esquema de las cosas, ese golpe, hoy significara algo, pero mañana ya no lo hará, porque todos sabemos que ese golpe no será nada con el golpe que sufrirá otro día quizás, proveniente del mundo mismo, el cual a la par de hermoso no es más que vil.

Porque así es la visión del mundo, nacida de la inmundicia del vivir mismo, hoy nacemos y será como pertenecer a una plataforma de juegos sin final, mañana crecemos y será solo un nefasto averno de juegos en un bucle de desgano, porque así son las cosas y sin saberlo, ya habremos aprendido el segundo hecho universal.

Nada puede sorprendernos, porque perdimos ese don cuando dejamos de admirar el revolotear de una simple mariposa, lo cual quizás en una vez, fue algo maravilloso de ver, hoy no lo es. ¿Ya todo se hace más claro? La existencia no es más que algo basado en fórmulas matemáticas y hechos, lo demás son solo daños colaterales de una formula compleja que nunca fue acabada.

Cuando pienso en ello, soy solo una persona ordinaria, sobreviviendo en el extenso universo, nada fuera de lo común desde el punto de vista ajeno, la mundanidad hecha persona.

Bien podría estar emancipada, incluso si realmente la mayoría de edad no es un factor aquí, nuevamente, no importa, ¿Qué es la vida sin un poco de mentira? Bien me gustaría mentir y decir que pertenezco a la sangre noble o siendo meramente imaginativa, que soy cortejada por alguien de importancia en el vil mundo de la actuación mientras que mis nobles padres, viajan a quien sabe dónde y me dejan en total soledad para hacer lo que más desee con total impunidad. Lo cual es falso.

Soy una persona tan ordinaria, con un trabajo mal pago, como la mayoría de personas sin relevancia económica o relevancia popular, personas que están desamparadas y solas, quienes no pueden negar o fingir lo contrario, los miserables, dicho de manera visceral.

¿Qué es un miserable?

Fácilmente dicha, una gota azul en un mar azul, no algún animal marino de los tantos que existen, solo una simple gota de agua y eso es todo. Lo corriente en su máxima expresión, con cabello oscuro como quizás el 90% de la población, figura regular como el 90% de la población y con niñez desprotegida como el 15% de la población. Enhorabuena.

Como bien se piensa de los miserables, obtienen privilegios miserables, es ciertamente refrescante ser parte del monto de personas criadas erróneamente, antes de que alguien realmente se diera cuenta que ese modo estaba mal y lo negara, con el divertido dicho «Una palmada hoy, sin delincuente mañana», un secreto travieso dicho entre susurros de padres a padres, porque es placentero abusar del más débil con excusas inconscientes.

Pero si hay algo por la cuales los miserables son bien conocidos, es por dejar de ser gotas azules y convertirse en tortugas, frágiles en el interior y acorazados en el exterior. Personas que en las mañanas en las cuales otros se emocionan, estas solo aceptan un día más de la existencia, entre manjares y escenarios de faena laboral grasientos, creando chatarra para el público encantador del momento, el mismo público que adora la masa más que el queso de una pizza, el público más natural. La nobleza en tiempo laboral suena como un sueño, pero un miserable solo es noble en el arte del engaño al comensal, titulo portado con silencio y orgullo, los héroes del buen comer en la sociedad de los miserables y lo que no lo son tanto.