02; Fanfics y Baños

Como uno podría esperar de un trabajo apodado como “Algo que nadie quiere hacer”, realmente eran cosas que nadie quería hacer, como servir cafés interminables o limpiar pilas y pilas de documentos fraudulentos, probablemente. ¿Quién no quiere un poco de dinero sucio cuando se trabaja en tan buen edificio? 

Las paredes costaban más que mi inmunda vida mortal, pero todo séase por mi supervivencia y por mi amo y señor del tártaro, nunca podría perdonármelo, no tenía la culpa y nunca la tendría, solo una pobre criatura que depende mí persona, si tomará la decisión más egocéntrica, solo me volvería basura y probablemente moriría en las aceras.

El ciclo se repitió en un bucle nefasto durante la mayor parte del día, dices lo mismo y lo repites hasta que sea como tú naturaleza real, hablar con elocuencia y mostrarle a quien le das su terrible café amargo como el demonio, que efectivamente eres insignificante ante él, que sí, es poderoso y tú eres solo una cucaracha en su zapato, y al contrario de estas, no sobrevivirías a una catástrofe nuclear.

Gracias obeso ratón del prado y tus estúpidas reglas de que “El cliente siempre tiene la razón” la cual es como ser un esclavo, con la diferencia de que en lugar de que sirvas a un poderoso señor feudal, solo estás atado por los deseos infantiles de un mocoso de cinco años o de adultos que son más niños que los mismos niños. El maravilloso ciclo del trabajo mal pagado.

De todos modos, cualquier cosa es mejor que limpiar los inmundos baños, los cuales se sienten como un viejo juego con gráficos obsoletos del Silent Hills, solo que en lugar de que fuera a aparecer una manifestación de tus peores deseos y culpas, solo hay un olor moribundo a probable cadáver, no del modo criminal. Lamentablemente.

¿Ellos no pueden pagar aromatizante de pino?

En suavidad los espejos fueron mis confidentes al insultar al bastardo adorable que me arrastro a este basurero, incluso el uniforme era una basura, anticuado, amarillo, AMARILLO. Esto era indignante. Alguien como yo, merece usar un maldito uniforme violeta. 

Con las horas los baños se limpiaron como mis deseos breves de seguir viviendo, quien diría que los lugares menos esperados eran los adecuados para dar nacimiento a deprimentes flashbacks de un pasado que no era tan lejano, ni tan deprimente como uno desea pensar.

Como aquel dulce verano, el cual no era verano, sino un día común y corriente recibí una oferta para ganar dólares, ¿Quién no quiere dólares? Son lo único que tarda en devaluarse, fue un día agradable. Recordar que algo que se escribió hace ocho años, cobraba relevancia, solo para que uno se dé cuenta de que, en realidad, jamás tuvo valor y solo se pensó lo contrario porque un montón de niños quería ver fanfics viejos sobre personajes que no eran homosexuales ni mucho menos se llevaban bien, las virtudes de la imaginación.

La trágica historia termino como podría esperarse, con alguien sin dólares en el bolsillo y un sentimiento de desilusión que no se iba ni se irían ni después de años, al final lo único relevante fue lo irrelevante que fue esta anécdota. Irónico. 

La puerta se abrió y rápidamente el flash de la vergüenza cruzo mi mente por momentos, dándome a entender que no, si bien este baño era mugriento, no debería estar ahí, a menos que deseara escuchar hombres orinando o lo que sea que hagan los seres humanos en un baño, pero como todas las emociones en mi vida, se fue tan rápido como llego.

Adiós emoción que no deseaba tener.

“Cuéntame como se cometió el crimen.” El trapeador bailo por los azulejos que no eran azules. “Porque maldita sea, este fue un crimen de odio”

La persona detrás solo se rio.

Oh no.

Era mi nuevo amigo, el cual no era mi amigo, pero cualquiera que me ofrezca un trabajo inmundo por lastima es dios en mi libro, el cual no es muy bueno para empezar. 

“Te adaptas bien, ya veo” 

Maldita sea, obviamente me adapto bien, apuesto a que su bonita cabeza nunca ha tenido que sufrir ni un día por tener un trabajo como el mío, las virtudes de nacer con suerte en este mundo, pocos la mantienen y otros solo se corrompen, ¿Cuál serás mi nuevo amigo? 

“Las comidas rápidas y grasientas y clientes que siempre tienen la razón me enseñaron bien, maestros ejemplares.” Me dio la vuelta y saque mi imaginario sombrero junto con una reverencia, que solo podía verse como una actividad para causar vergüenza ajena.

“Pero… deberías denunciarlos o quizás nunca contratarlos, son tan buenos que una vez que te enseñan, nunca querrás volver a saber de ellos.” 

El agua corrió mientras él lavaba sus manos, puntos extras por ser higiénico, soltó suaves risitas, quizás reales o quizás no, no importa mucho, el deber del comediante es hacer reír, sin importar que.

“¿No me odias?” Él pregunto, la pregunta del siglo, quizás feliz de que alguien hable con él como si fuera humano y no una deidad entre mortales, después de todo, apuesto a que estaba al mismo nivel que las estrellas, no hay modo de que alguien tenga tan gran edificio y no sea importante.

“Solo tengo dos neuronas, una contiene malos chistes y la otra inherente desilusión propia, el odio no está allí en absoluto” La alegría filtro mis poros, como si el hecho de proclamarme a mí mismo idiota fuera un logro que mereciera reconocimiento. 

“¿Inherente desilusión?” Podía sentir su confusión, ¿Quién no estaría confundido? Usar lenguaje distinguido solo me hacía sentir ridículo, lo cual era genial, ya podía recordarlo, burlarte de tus tragedias y un día te darán gracia.

Respire y exhale, feliz de contar de manera simple mi absoluto recuerdo amargo del día que creí que era alguien por escribir fanfics y al final, solo resulto en una confusión tonta.

“Podría tocarte una canción triste, pero no hay presupuesto, así que, en su lugar, déjame tocar la canción de los asesinatos.” Rápidamente presione la cadena de uno de los baños más limpios, ya sabes, lo más limpio que puedes dejar algo que está más allá de la salvación, como esas tapas de baño. Rezaré para que vayan a mejor vida, amen.