(Actualidad)
Ya era tan tarde. ¡Mierda! ¿Por qué me levanté casi al medio día?
Oh si, ya recuerdo el motivo de mi desveló y esta mas que claro que no me arrepiento de nada, fue una noche increíble.
Salgo del baño y voy a mi armario para sacar el uniforme y comenzar a cambiarme y así irme a la escuela. En cuanto término de arreglarme, bajo a la cocina, para ver si mi hermanas ya están listas. Beso la cabeza de cada una de ella y me siento frente a ellas.
—Papá no tarda en llegar por ustedes, se portan bien y no hagan travesuras y si las hacen...
—Que nadie nos descubra— dicen al unison las gemelas, haciéndome sonreír.
—Perfecto— les digo a lo que ellas ríen, termino mi desayuno, veo la hora y es momento de irme— Niñas, me voy —les digo y ellas asienten sin dejar de comer.
Salgo de la casa y comienzo a caminar, me topo a varios vecinos, que me saludan y eso, chicas que me miran mal y chicos que son infieles con la mirada. Unos minutos después llego al local donde mi mamá trabaja, ella esta tan concentrada en la Laptop y en lo que esta escribiendo, que ni cuenta se dio que llegué, lentamente me acerque a ella.
—¡Mami!— grite, haciendo que brincara del susto y por fin me mirará, aunque me mirara como si quisiera matarme y yo no dejaba de reír, como amaba hacerle travesuras. Pero las venganzas de mi madre, Verónica Hernandez, eran para hacerme llorar y lo conseguía.
—Hola Mami —le dije mientras le daba un beso en la mejilla.
—Un día de éstos, vas a matarme Vanessa —dijo haciéndome reír.
—Mamá, hierba mala nunca muere— le dije y ella sonrió maliciosa.
—Ahora entiendo por que nunca pude abortarte— dijo haciendo que dejara de reír.
—Auch.
Después de eso cada una se metió en sus asuntos, revise mis redes sociales, subí fotos y hable con unos conocidos.
—Ya llegaron por ti— dijo mi mamá señalando hacia la calle, volte para ver que eran mis amigos esperándome. Me despedí de mi mamá y salí del local, el primero en acercarse fue ángel y me quito la mochila para cargarla el.
—¿Que hay para hoy?— les preguntó sonriendo. James, mi mejor amigo, se encogió de hombros.
—Pensabamos en llevarte a tu cafetería favorita en la tarde— dijo sonriendo y yo asiento sonriendo mas y me acerco a abrazarlo.
—Por eso te quiero— le digo y el corresponde a mi abrazó.
—Oye, nosotros tuvimos la idea— dijo Caleb haciéndome reír, me separe de James y le mandé un besó.
Empezamos a caminar hacia esa maldita escuela, perdón, hacia ese lugar lleno de sabiduría. Esa escuela era todo un caos, ahí solo los mas fuertes sobreviven, los populares eran los peores o no todos. Al llegar a la escuela salude a varias personas y recibí varias quejas. Al entra a mi salón todos estaban en sus mundos.
—¡Llegue hipócritas!— lea grite haciéndolos reír, fuimos a nuestros lugar de siempre. En lo que repasaba los asuntos pendientes con James, llego el profesor. La clase de matemáticas comenzó, pero no le preste atención y seguí con mis asuntos.
Había entrado varios nuevos y tenia que darles la bienvenida, también tenia que buscar una nueva integrante para el equipo de porristas.
—Profesor, necesitó a Vanessa con urgencia.
La voz de esa chica hace que mire hacia la puerta.
—¿Para que la necesitas?—le pregunto y yo reí.
—Es algo urgente Profesor —le dije mientras me ponía de pié y los chicos imitaban mi acción.
—Si sale de este salón le pondré falta— dijo y volví a reír.
—Como si me importará —le digo y salgo con los chicos del salón.
—¿Que pasa?— le pregunta James a la chica.
—Es Ericka, se encerró en los baños con una chica nueva —dijo ella y asentí, mire a James y el suspiró.
—Bullying.
Hace dos años entre a esta escuela y desde el primer momento que vi lo que hacían tome el control de esta escuela, nada sucede sin que yo lo sepa, yo no permito el bullying y quien lo hace paga las consecuencias.
Al llegar a los baños, James comprobó que tenia puesto el seguro la puerta, le hice una seña a Gael y el asintió y de una patada la abrió, yo fui la primera en entrar. Vi a la chica, tirada en el piso y los golpes eran notorias y mas por su tono de piel.
—¿Qué creés que esta haciendo Ericka?— le preguntó tranquila y ella solo me mira mal.
—No es tu asunto— dice haciéndome reír.
—Sabes las reglas y las consecuencias, si no se llegan a cumplir— le digo mientas me voy acercando lentamente.
—Tu no vendrás a darme órdenes —dijo fingiendo que no me tenia miedo, pero yo podía oler su miedo.
Para cuándo vino a reaccionar, yo ya estaba cerca de ella. No se lo esperaba, tampoco se esperaba el puñetazo que le di, ella cayo al suelo, le di una patada y ella se quejo, la tome del cabello y la arrastre hacia afuera y sus amigas solo veían.
—Te guste o no, aquí se hace lo que yo diga o pagas las consecuencias ¿Entendiste?— le preguntó a lo que ella solo asiente.
Les di ordenes a los chicos para que se llevarán a la chica nueva a la enfermería, James la cargó y se fueron.
—Te quedas aquí —le digo a Ericka y ella solo asiente, miro a sus amigas, que si mal no recuerdo están en el equipo de Basquettbol— Ustedes están fuera del equipo — les digo y ellas solo asienten.
Voy hacia la enfermería para ver si ya están atendiendo a la chica y efectivamente ya lo estaban haciendo, la rectora al verme se acerca a mi.
—¿Quien fue esta vez Vanessa? —me pregunta.
—Ericka— le digo y ella suelta un suspiró.
—No aprende esa chica— dice y yo solo niego.
—Necesito que se tomen medidas mas drásticas con ella— le digo y ella asiente no muy convencida. Cuando ella se va, yo entró a la enfermería y James se acerca a mi.
—James, quiero que todos estén en la cancha ¿De acuerdo? — le digo y el asiente y se va con los chicos y yo me acercó mas a la chica. Me recuerda a mi, cuantas veces estuve yo en esta camilla por golpes, era una niña cuándo entre.
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Editado: 11.04.2025