♣️ Capítulo 6♣️

Al estar en mi habitación, me bañé y cambie, me recosté en la cama, olvidándome de todo, pero absolutamente de todo lo raro que había pasado este día, eso tenía que averiguarlo después.
Mi celular suena y por el timbre personalizado se que es James.

—¿Qué pasa? —le pregunto en cuanto contesto.

—¿Dónde estás? —me pregunta, sin poder evitarlo, volteó los ojos, ya que siempre es lo mismo con él.

—Estoy en la casa, mi tío me requiere esta noche.

—¿Quieres que vaya contigo?

—No, con que llegues después y me esperes en la parte de atrás, te quiero como respaldo, tengo un mal presentimiento.

—Esta bien, te dejo llevaré a Nancy a casa.

—Claro, saludala por mi.

—Hecho.

Terminé la llamada y me dejé caer nuevamente a la cama, aún faltaban muchas horas para irme y tenía que descansar.
La temperatura descendió, esto solo podía hacerlo un Demonio y no creo que sea alguien amistoso. Entonces lo vi, ahí de pié en mi balcón, un maldito demonio, si aura solo me indicaba que traía malas cosas y muchos problemas.
Me hizo una seña para que lo siguiera y brincó hacía él jardín trasero.

Abrí las puertas del balcón, volví a cerrarlas por si llegaban mis padres, brinque por el balcón sin apartar la mirada de él.

—Asi que tú eres Vanessa.

—Si, soy yo —dije esperando algún ataque, pero lo que hizo me sorprendió por completo.

De todas las cosas que imaginé, que me besará no había sido una, trate de apartarlo pero él era más fuerte que yo, note que había algo más en ese beso y no me refería a sentimientos.
Entonces recordé mi habilidad de Súcubo, este demonio me estaba transfiriendo su poder a propósito.

Traté de alejarlo, pero como si su boca estuviera pegada a la mía, junte todo mi fuerza y todo mi poder y lo empujé con demasiada fuerza que caí de espaldas.
Mi cuerpo ardía, estaba en llamás, mi respiración era acelerada ¿QUÉ ME HABIA HECHO?

—Mi pequeña Demonio, mi nueva creación.

¡No! El maldito me había vuelto un demonio en su totalidad, tenía ganas de borrarle esa estúpida sonrisa que tenía en el rostro.

—Todo el inframundo habla de tí, tenía que conseguirte de alguna manera —dijo sonriendo, mientras yo trataba de ponerme de pie, pero mi cuerpo se estaba adaptando a mi nuevo poder.

—Lucio te matará —le dije entre dientes aguantando todo el dolor, él solo se rió.

—Tal vez, por ahora él no está aquí, la Ira ya es parte de tí, sentirás como corre por tus venas, es un regalo atrasado por tu cumpleaños —dijo y se acercó a mí, tomó mis manos y me obligó a levantarme, no podía mantener el equilibrio, por lo que él me abrazó de la cintura.

—Alejate de mi.

—Eso haré princesa, trata de no matar a tu familia.

Dicho eso desapareció y yo perdí el equilibrio y caí al suelo.
Traté varias veces en ponerme de pie, pero no lo conseguía, sentía que mi cuerpo estallaría en cualquier momento por todo lo que sentía.

—Tu puedes hacerlo Vanessa, toma el control.

Con mi propio apoyo pide controlar todas las sensaciones y levantarme y regresar a mi habitación, el tiempo había avanzado muy rápido y faltaban dos horas para reunirme con mi tío y para mí mala suerte, mis padres y mis hermanas llegaron.
Todo ese alboroto me estaba alterando, tenía que salir de aquí antes de que hiciera una tontería. Tocaron la puerta de mi habitación mientras estaba cambiándome, la puerta se abrió y entró mi padre.

—No estaba seguro en, si estabas en la casa, le marqué a James y me dijo que estabas aquí ¿Estás bien hija? Tu rostro está muy rojo —dijo él.

Maldije en mi interior, mientras me acercaba para verme en un espejo.

—¿Saldrás?

—Si, iré con mi tío —le dije tomando mis cosas, él suspiró mientras se sentaba en la cama.

—No me gusta mucho que vallas con él.

—¿Y yo cuando he hecho lo que los demás quieren? Mira papá, no quiero sonar grosera, pero necesito irme ahora.

Salí de mi habitación con él siguiéndome los pasos.

—¿A dónde vas? —pregunto mi mamá en cuanto me vio.

—Con mi tío.

—Hija no creó qué...

—¡No me importa lo que crean ustedes! ¡Por si no lo han notado no estoy bien! Y por el bien de todos, por favor no se metan.

Salí de la casa y comencé a caminar.
Era la primera vez que les había hablado de esa manera, mi nuevo poder me estaba afectando demasiado. Mi celular sonó pero decidí ignorarlo, era muy probable que fueran mis padres. Tenía que tranquilizarme, mantener la Ira a raya, no podía permitir que me controlará y afectará no solo a mi familia, si no a todas estás personas.

"No mates a nadie"

Antes de llegar, tuve un mal presentimiento, así que aceleré el paso y vi todo el revuelo en el club.
Corrí hasta llegar al lugar, había mucha gente herida y varios muertos, arriba había movimiento por lo que corrí hacía ahí, me detuve en seco cuando vi a mi tío a punto de morir.

—¡No, No! Tu no te puedes morir, no me puedes dejar —le dije mientras me acercaba a él.

—Tienes que irte, estás en peligro —dijo y segundos después soltó su último suspiro de vida.

—¡No!

—Señorita, tiene que irse, la policía está apuntó de llegar.

La voz de Rafael era lejana, no estaba prestando atención a todo lo que pasaba a mi alrededor, pero recordé que James vendría, tome mi celular y se lo di.

—Llama a James, que no se aparezca por aquí, ustedes váyanse a una casa de seguridad, yo me encargare de los policías.

Unos minutos más tarde, estaba sola y la policía estaba rodeando el lugar, aunque no hubiera Luz, ellos ya me habían visto.

Me acerqué a la ventana, atrayendo la atención de ellos, la luz de la calle me estorbaba, abrir mis palmas para atraer la electricidad, todo comenzó a parpadear, ellos veían desconcertados todo a su alrededor.

—“Acaba con ellos princesa”

La voz de ese demonio se infiltró en mis pensamientos, mi poder crecía cada segundo más, jale todo lo que mis manos sostenían, todo estalló afuera, dos oficiales dispararon rompiendo la ventana, eso le dio luz verde a los demás para que comenzarán a dispárame. Dos de ellos perdieron sus armas y los bote lejos, con una mano detuve las balas y con la otra jugaba con ellos a mi antojo.