—Bien, para cuando cumplí Once años conocí a a dos Demonios, para ese entonces mi fuerza era más que de las personas normales, mi cuerpo era más resistente. Recuerdo que cuando ellos llegaron escucharon de mí, me buscaron y me retaron a escalar el acantilado que está a las afueras de la ciudad en lo más profundo del bosque, escalar con tan solo mis manos y pies eso más bien podría haberme lastimado, pero afortunadamente les gané y eso les sorprendió, ahí me di cuenta que ella era el Demonio de la Vanidad y él el Demonio del resentimiento, ambos me dieron parte de sus habilidades...
—¿Eso es posible?
—En mi caso si, aún no logró entenderlo por completo, ni ellos ni yo sabíamos cómo mi cuerpo era capaz de soportar todo ese poder y como te dije, soy un imán para atraer a todo lo sobrenatural.
—¿Por qué presiento que lo que viene es malo?
—Una noche un hombre apareció en mi habitación, me dio el nombre de Lució, mejor conocido como Lucifer, Rey del Inframundo. Los rumores sobre mí le habían llegado a él, hubo unos problemas al principio por lo que lo ataqué.
—No puede ser.
—Pero en lugar de enojarse, estaba muy sorprendido, él me brindó varias habilidades y me dió Magia, también me tomó bajo su protección, todos se enteraron de la ahijada de Lucifer, una chiquilla que más bien era como si hija, las súcubos me dieron una de sus habilidades, con un beso puedo obtener el poder de cualquier Demonio ¿Eso lo viste, no?
—Si.
—Bueno, ahora mi mayor problema es la Ira, llegó a mi casa el Líder del Clan y me besó. Me convirtió en un Demonio en su totalidad —le dije riendo —Puedes creerlo, mi rareza me llevó a convertirme en un Demonio, no puedo controlar este poder, las marcas en mis brazos no son comparadas con las que tengo en todo mi cuerpo, tengo tanto tiempo de perder el control cuando esté con mi familia y para agregar ¡Ese idiota me llama para burlarse de mi! ¡Quisiera matarlo!
—Lo harás, solo tienes que tener paciencia —dijo haciéndome reír.
—Por si no lo notaste, ahora carezco de paciencia —le digo poniéndome de pie.
—Salgamos —dijo poniéndose de pie y llendo hacia la parte trasera de la casa.
Este lugar parecía mágico, era como si el bosque fuera su jardín trasero, había mucho espacio, esto se sentía muy bien. El lugar transmitía mucha paz, algo que yo necesitaba en este momento.
—Bien, tú y yo tendremos un enfrentamiento cuerpo a cuerpo —dijo sacándome de mis pensamientos.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste, sacarás tu Ira y paste de tu poder, como vez los únicos afectados pueden ser los árboles.
—Y tú.
—Mientras no me apuñalea con plata, no te preocupes por mí, además siempre está la opción de esconderse —dice encogiéndose de hombros y yo me reí.
Él era un Vampiro, pero no sabía hasta que Grado mi poder lo lastimaría, se que no podría matarlo, pero podría dañarlo.
—Vamos Vanessa, atacame.
—Estas Loco.
Me lancé contra él, fondo golpes leves, no quería hacerle mucho daño. En un descuido mío le di un golpe demasiado fuerte que lo empujó lejos de mi.
—¡Oh mierda!
Corrí hacia el para ayudarlo, pero me sorprendió cuando me regreso el golpe tirandome al suelo.
—No te distraigas —dijo cuando se levantó.
—Bueno, veo que se verdad te estás tomando ésto enserio —le dije y el río.
—Vamos Nena ¿O tienes miedo?
—Claro, seguro es eso —le dije sarcásticamente.
—Vamos pequeña Demonio.
Alan cometió un error y fue llamarme de ese modo, eso me recordó a las palabras de ese maldito.
Sentí mi corazón acelerase, sentí el cambio en mi, apreté mis puños, la ira se estaba apoderando de mi y si no me controlaba, podría matar a Alan. Vi la preocupación en sus ojos, sabia que en algo había fallado, pero no podía hacer nada, yo estaba siendo comsumida lentamente.
_—Mi pequeña Demonio._
La voz de ese Demonio era un maldito interruptor para mi. Me lancé en contra de él.
Mi mente se están perdiendo, no podía recordar cosas, una de ellas era no reconocer a la persona que estaba aquí, luchando contra mi.
—¿Vanessa?
¿Quién era él? No lo sabía, pero algo dentro de mi, si lo sabía, mi puño se estrelló en su rostro haciendo que pierda el equilibrio, gire mi cuerpo, impulsando mi pierna y lo golpeó botandolo lejos de mi, su cuerpo se estrello contra un árbol partiéndolo a la mitad.
Lo vi levantarse y acercarse a mi ¿Cómo es que tienen todavía el valor de emfrentarse a mi.
Me tomo en sus brazos antes de que lo golpeará. Sentí sus labios contra los míos antes que pudiera reaccionar.
¿Me estaba besando? ¿Cómo se atrevía a hacerlo? Pero ¿Era algo mío? ¿Alguien importante? De otra manera no me explico del por quée este besando. Alan, su nombre era Alan.
Las cosas se estaban aclarando conforme el me besaba, sabía muy bien como distraerme por completo. Poco a poco todo se aclaró, ya estaba consciente y sabía que Alan me estaba Besando.
Él me estaba besando, él se dio cuenta cuando regresé a la normalidad por qué le correspondía ese beso. Ahora él me estaba consumiendo con ese besó.
Alan realmente consiguió tranquilizarme, consiguió distraerme de todo lo que me estaba pasando ¿Cómo era eso posible? ¿Será él la persona de la que hablaba Lució? ¿Sera él mi persona destinada? esa persona que está unida a mi por el resto de nuestras vidas, no se qué es lo que valla a pasar el día de mañana, pero sin duda este será el mejor día de toda mi vida.
Me centre más en ese beso, en todo lo que sentía, en toda la paz que el empezaba transmitirme y sobre todo el amor que en mi estaba empezando a crecer, me había enamorado de él, eso era muy seguro y tenia miedo, yo era muy peligrosa, incluso para él.
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Editado: 21.06.2025