Sinopsis

El último año de secundaria, que se supone debe ser de diversión y aventuras, no es fácil para todos los adolescentes. Y asistir a una escuela elitista, tampoco es garantía de que la vida será fácil en ese ambiente. A diferencia de lo que todos creen, en ese tipo de lugares parecen concentrarse lo peor de lo peor de la elite social.

“Ningún adolescente debería ser discriminado o apartado de sus pares a causa de su condición física, económica o social”. O eso era lo que decían los libros y las normas de convivencia que Lisa Vega leía a diario. Sin embargo, al mirar el reflejo que el espejo le devolvía, entendía por qué sus compañeros de colegio no querían acercarse a ella y la evitaban como a la peste. No tenía ninguna gracia más allá de los bonitos irises color ámbar que coronaban sus ojos, mismos ojos que ocultaba tras un espeso flequillo y gafas de lectura. No que los anteojos le sirvieran de mucho, dicho sea de paso, pero eran la perfecta mascara que había encontrado para esconderse del mundo que la rodeaba. Lisa era escuálida, demasiado delgada y plana para su gusto, con un cabello soso, sin vida y que se pegaba a su cráneo.

Lo odiaba, toda ella.

El amor era algo con lo que fantaseaba, como toda niña de su edad, pero que bien sabia no era necesario en su vida. ¿Es qué quién pondría sus ojos en la marginada del colegio? Vamos, que ella no era tan tonta como para creer que milagrosamente la pubertad la golpearía y la convertiría en una hermosa muchacha deseada por todos.

Y aunque el tiempo parece querer decirle a gritos que no tiene porqué resignarse todavía, Lisa no cree que su panorama cambie con el transcurso de los años. Demasiados secretos que esconder y personas de las que ocultarse, no son una buena combinación.

De nuevo, ¿qué muchacho podría dejar de lado los prejuicios elitistas con los que había sido criado y miraría en su dirección?

Lisa y su hermano siempre habían sido rechazados en aquel elegante mundo donde su progenitora a fuerza los quiso introducir. No importaba cuanto se esforzara Elena en su trabajo, ellos nunca estarían a la altura de las otras familias influyentes y con importantes apellidos.  

Y no es que ellos no tuviesen un origen digno, como le gustaba pavonearse a su madre en la privacidad de su hogar. Tanto Lisa como su hermanito eran descendientes de una de las familias más influyentes del país, los dos deberían portar un apellido que abriera puertas y pusiera a personas de rodillas dispuestas a servirles…

Sin embargo, la realidad era muy distinta y si bien era cierto que el hombre que embarazó a su madre era una persona importante, ellos nunca significaron nada para él y su familia. En más de una ocasión Lisa encontró a Elena llorando por los desaires que ese tipo le hacía al negarse a reconocer a los hijos engendrados con ella.

El día que su madre muere en extrañas circunstancias, Lisa está más que convencida de que la vida se empeña en mostrarle su peor cara. Ahora no tiene a nadie quien la proteja y el mundo a su alrededor amenaza con destruirla, ni siquiera esa persona en quien más confió le tiende una mano y ella se encuentra desesperada. ¿Qué puede hacer ahora más que recurrir a la única persona que puede voltear a mirarla? ¿Cómo explicarle a ese hombre frívolo que ella y su hermano son la familia que tanto aborrece? ¿Y hasta qué punto está dispuesta a llegar para obtener la protección que tanto anhela?