Algunos días después...
Georgina
No he visto a Arturo desde el encuentro, no hemos hablado, tampoco me emociona, ayer fui a visitar a mi hermana al hospital la pobre está empeorando y me siento tan mal por ella.
-Gina-
-Dime-
-Tu teléfono no deja de sonar-
-Estoy en clases-
-Claro-
-Deja el sarcasmo Dani-
-¿Se van a callar?- Bea se puso las manos en la frente- la cabeza me va a reventar así que su silencio sería de gran ayuda-
-No debiste ir a una fiesta un jueves sabiendo que al día siguiente hay clases- la regañó Dani.
-Ya no discutan, quedémonos en silencio por un momento-
Estuvimos en silencio por un rato pero mi teléfono sonó otra vez.
-Atiende, aprovecha que el profesor no está-
-O apaga esa cosa para que pueda dormir-
De mala gana atendí sin ver quien era.
-Estoy en clases ¿Qué pasa?-
-Amaneciste enojada ¿Eh?- al escuchar su voz creo que hasta pálida me puse.
-Perdón yo...-
-Tranquila debí saber que estabas en clases, pasaré por ti a la salida-
-No puedo-
-No acepto un no por respuesta-
<Recuerda Gina los narcos son así, acostumbrate>
-Está bien-
-Iremos a comprarte ropa para que tengas en mi casa y también entrenarás con mi hermano-
-Te dije que me sé cuidar sola-
-Y yo te dije que vas a entrenar punto-
-¿Siempre eres así?-
-Acostúmbrate-
-Salgo a las 12-
-Ok te avisaré cuando llegue-colgué antes de que dijera algo más.
-Tu hombre te llamo ¿verdad?-
-No es mi hombre Bea-
-¿Te viene a buscar?-
-Si-
-Toma- Bea me dio un condón.
-No voy a coger con él-
-Siempre dices eso en las fiestas-
-Pero no estamos en ese contexto-
-Como sea, solo ten cuidado Gina-
-Dani tranquila, Gina se sabe cuidar sola-
Las clases siguieron con normalidad, quería que el tiempo pasara lo más lento posible pero no pasó.
Díganme si no soy la única a la que le ha pasado eso.
Y tengo otro dilema, no traje ropa extra cosa que normalmente hago porque siempre termino en otro lugar que no es mi casa.
-Bea ¿tienes algo de ropa en tu carro?-
-Creo ¿Por?-
-Préstame por favor-
-Tengo leggins y una camisa holgada es lo único que combina con zapatos deportivos-
-¿Toallitas húmedas?-
-Si- rodó los ojos.
-Gracias-
Hoy tuvimos deporte por lo tanto estoy asquerosa.
-Toma-
-Eres un sol Bea nunca te apagues-
-Ya cámbiate que tu Daddy ya debe venir en camino-
-Perra- empecé a quitarme la ropa.
Estamos en el baño del colegio para poder cambiarme y medio limpiarme.
-Ahora hueles a bebé-
-Es eso u oler a mono-
-¿Desde cuándo te importan este tipo de cosas?-
-No lo sé-
-No te enamores del narco no estamos en sin senos no hay paraíso-
-¿Quién dijo amor?-
-Tu daddy llegó- me enseñó el mensaje.
-Dame el teléfono-agarré mi bolso.
-Suerte- me dio el teléfono.
-Gracias por salvarme el culo-
Salí del colegio y vi la misma camioneta en la que subí el domingo, me dirigí a la camioneta y subí.
-Hola- saludé.
-Hola-
-¿A dónde vamos?-
-Primero iremos de compras luego iremos a mi casa-
Arturo
La lleve a muchas tiendas costosas, pero no parecían interesarle, creo que eso la hace diferente; yo pensé que ella se había metido en esto por las cosas caras, pero no, ahora tengo curiosidad de saber porque está en esto.
Ella es la primera mujer a la que traigo a mi casa y es un poco raro.
-Bienvenida a mi humilde morada-
-Sobretodo humilde-
Entiendo su sarcasmo, soy un poco excéntrico en cuanto a la decoración de mi casa pero nunca había podido decidir las cosas de mi casa, después del divorcio compre esta casa y la diseñé a mi manera.
-Siéntete en casa-
-Ya que lo dices- se quitó los zapatos y se tiró al sofá.- estoy cansada-
-¿Pido que te hagan algo de comer?-
-¿Podrías pedirme algo de Mc'donal's?-
-Ok-
-Nuggets, papas y una coca cola, por favor-
-No pensé que fueras ese tipo de chica-
-Aún no me conoces Arturo-
-Tendremos tiempo para conocernos-
-Claro para ser la pareja perfecta debemos conocernos ¿Verdad daddy?- me miró con una sonrisa y ceja alzada.
-Si baby-
-Lamento interrumpir su momento azucarado-
-Siempre tan oportuno hermanito- dije con sarcasmo.
-¿No me vas a presentar?- no hice nada- bueno ya este idiota no me va a presentar soy Andrés el hermano menor de Arturito-
-Soy Georgina-
-La de la voz de ángel-
-Cállate, ve y cómprale lo que te mande en el mensaje-
-¿Me ves cara de empleado o qué?-
-Es una orden-
-Tu orden no tiene que ver con el negocio-
-No me hagas que lo repita-
Mi hermano siempre me hace perder la maldita paciencia.
-Vine a entrenar a la chica-
-Por favor- susurré.
-No dile alguno de tus hombres y otra cosa quiero las llaves del Ferrari-
-Entrénala, luego el Ferrari-