Georgina
-Entonces déjame ver si entiendo- Bea se cruzó de brazos- el tipo estaba molesto pero terminaron cogiendo-
Asentí.
-Eso se llama coronar en su máxima expresión, cuando el hombre está arrecho el sexo es más rico-
-No fue solo sexo...-
-Parate ahí, calmémonos ¿Te enculaste?-me miró horrorizada.
-No lo llamaría de esa forma-
-Aja claro, ¿Entonces cómo?-
-Ash-
-No soy la romántica pero...-se quedó callada- dime lo que sientes por él o que le ves?-
-Con él me siento tan segura y tan apreciada, este fin de semana fue increíble, me hizo cosas que nadie me había hecho antes, y él es tan guapo, sexy, caballero-
-Definitivamente te enculaste y a lo grande pendeja-
-Yo no quiero esto, tengo miedo de que me lastime o que no sienta lo mismo-
-Soy alérgica al amor más no ciega cuando está frente a mi y puedo ver que le gustas, tal vez no se conozcan desde hace tanto pero se ve que hay algo-
-No le voy a decir lo que siento, no aún-
-Siempre supe que ibas a terminar enculada por un machote mayor que tú-
-Creo que yo también-
-¡NIÑAS! ¡A COMER!- nos llamó Mónica la madrastra de Bea.
-¿Me la regalas? necesito una mamá así-
-No la diosa es mía-
-Vamos que muero de hambre-
-Claro supongo que lo único que comiste fue leche y no de vaca-
-Maldita- le dí un codazo.
-Acéptalo-
-Si-
Llegamos al comedor, el papá y la madrastra de Bea ya estaban sentados en la mesa.
-Mónica como siempre muy rica tu comida- dije al probar el primer bocado.
-Gracias Gina ya sabes cuando quieras venir esta es tu casa-
-No lo digas muy fuerte que después se lo cree-
-Ignora a la loca de mi hija ya sabes que esta es tu casa y eres una más de la familia al igual que Dani-
-Gracias Coronel - le hice un saludo militar.
Toda la vida Dani y yo hemos tratado al papá de Bea así por respeto ya saben.
-Pero mañana si o si van al colegio- nos advirtió.
-Así será-
-Gina ¿Ya tienes algún galán?- Mónica me miró con picardía y Bea solo explotó de risa.
-Tremendo hombre que se carga la Gina- respondió Bea.
-Yo solo te diré que tengas cuidado Gina-
-Si coronel-
-Pero cuentanos alguito Gina o ya no somos tu segunda familia?-
-Respondele a la diosa- dijo Bea con diversión.
-Tengo dudas-
-Ya sabes que Ricardo y yo estamos para ti, creo que sobra decirlo-
-Si ayúdenla ustedes porque ya saben...-
-Eres alérgica al amor- dijimos al unísono y ella asintió.
-Tengo miedo de arriesgarme-
-Yo también lo tuve pero terminé con el amor de mi vida- ella y el papá de Bea se miraron con ternura- también encontré una mejor amiga y una hija aparte de otras dos hijas, mi consejo Gina es que aproveches la oportunidad la vida es una así que vivela, no importa si el chico es mayor que tu o de tu edad, si es menor espera a que sea mayor de edad ya sabes para que no vayas a prisión- reímos- eres una chica brillante y tienes un corazón de oro a pesar de que lo escondas, así que ve por ese chico-
Me levanté, tomé mi teléfono y le marqué.
-Artu...-
-El suscriptor que usted ha llamado no puede ser localizado por favor intente más tarde, si quiere dejar un mensaje marque...- colgué.
Le dejaré un mensaje.
Arturo
Necesito hablar contigo, llámame cuando veas este mensaje.
Decidí volver a la mesa.
-Eso fue rápido-
-No atendió debe estar ocupado-
-Si quieres de camino al comando te podemos llevar a su casa-
-No gracias, quedamos en ir a visitar a Dani-
-Bueno igual las tendremos que llevar porque Bea no puede conducir-
Unos minutos después nos fuimos a la clínica estuvimos ahí hasta la tarde que Mónica nos fue a buscar.
-Gracias por traerme-
-De nada suerte-
-Cualquier cosa me avisas-
-Avísame como te va con ya sabes...- le guiñé el ojo a Bea.
Entré a la casa y todo estaba tranquilo, lo cual no es tan normal, fui a la cocina y encontré a una mujer.
-¿Y tú eres?- me miró con desprecio.
-Lo mismo me pregunto de ti, te equivocaste esta no es la planta de reciclaje así que lleva tu plástico cuerpo a afuera-
-Ay mamita la que se tiene que ir eres tú-
-¿Y cómo por qué? Si tu no eres nadie-
-Te equivocas soy la dueña y señora de esta casa-
Esperen... ¡¿QUÉ?!
-Por tu cara supongo que no sabes de que te hablo, soy Jocelyn Arismendi de Indriago-
Matenme.
-No...-
-Así que llevate la poca dignidad que te queda y aléjate de mi marido mocosa igualada-
-¿Dónde está?-
-¿Quién mi marido? si preguntas por él está dormido tuvimos un recuentro tan placentero que de solo recordarlo wow-
¿Saben qué es lo peor?
Que quiero llorar frente a la siliconada esta.
Salí de la cocina como alma que lleva al diablo cuando salí de la casa tropecé con su jefe de seguridad.
-Dígale a su jefe que se vaya a mamar una caravana de verga y que no me busque más, para ser más específica que se vaya al mismísimo infierno-
-Señorita...-
No paré solo corrí hasta que alcancé un taxi y me fui a mi casa que es el único lugar dónde puedo estar sola, porque eso es lo que quiero estar sola.
Arturo
Desperté con un dolor de cabeza maldito, lo único que recuerdo es que les pedí a todos que se largaran para hablar a solas con Jocelyn y luego ella sirvió unos tragos...
La maldita me drogó.
Me levanté de la silla y corrí a buscarla como desquiciado me las va a pagar, hasta que la encontré.
-Despertaste cariño- la tomé del cuello.
-Ahora si vas a conocer al diablo- le apreté el cuello.
-Ay mi amor por lo menos déjame que me desnude ¿no? yo sé que amas jugar así-
-No es un maldito juego ¿Qué carajos hiciste?-le apreté más fuerte el cuello.