Arturo
Soy un completo idiota no debí confiar en Jocelyn,la muy maldita me tendió una trampa, me las va a pagar, debo dejarle las cosas claras a Georgina.
Me dirijo a su casa necesito hablar con ella y explicarle todo esto, creo que debí decirle todo este lío desde un primer momento.
Llegué al edificio donde vive.
-Señor ¿Qué se le ofrece?-
-Necesito entrar-
-Dígame a que apartamento va-
-No sé, solo necesito hablar con Georgina-
-Ah la señorita Georgina, llegó un poco triste hace un rato, nunca se la ve así-
-Déjeme entrar entonces-
-No puedo, tengo que avisarle- el hombre tomo su teléfono y marcó- está bien yo le diré, espero que se sienta mejor- colgó- la señorita está indispuesta-
Tendrá que ser a la mala entonces.
Saqué mi pistola y le apunté.
-Señor baje la pistola por favor-
-Entonces me abrirás la maldita puerta y me guiarás a su apartamento-
-Llamaré a la policía-
-Ay por favor ni que fueran a hacer mucho, ellos son amigos míos, así que abre la condenada puerta-
-Está bien- asustado abrió la puerta.
-Apartamento y piso-
-Piso 6, apartamento D-
-Gracias- guardé mi pistola y saqué un billete de 50$- ten para que te compres alguito-
No esperé a que me respondiera solo subí.
Cuando llegué a la entrada del apartamento toqué el timbre varias veces sin respuesta alguna.
La paciencia es algo que no existe en mí así que derribé la puerta.
-¡¿QUÉ COÑO TE PASA?!- gritó Georgina.
-Necesitaba hablar contigo y no abrías-
-Hazme el enorme favor de largarte de mi casa-
-No me voy hasta que me escuches-me acerqué.
-Aléjate- me amenazó.
-Por favor déjame explicarte-
-No, estás casado y yo soy una estúpida que se dejó ver la cara de pendeja-
-Te corrijo estoy divorciado desde hace un año y medio-
Se quedó callada.
-Yo sé que la escena que viste en mi casa dice más de lo que crees pero no pasó lo que tu crees-
-Vete con la maldita siliconada porque supongo que todavía hay algo-
-Yo no siento nada por ella-
-No te creo-
-Yo nunca te he mentido-
-Pero no me dijiste que estuviste casado-
-No quería tocar ese tema porque pensé que esto solo iba a ser estrictamente profesional- su expresión se volvió triste- pero me dí cuenta que en estas semanas he sido más feliz de lo que fuí hace años, Georgina quiero que sepas que me importas, malditasea me encantas y tal vez suene egoísta pero no te quiero dejar ir- me acerqué a ella y la besé.
Al principio ella no me correspondió pero luego empezó a hacerlo.
Georgina
Yo sabía que vendría a buscarme, muy en el fondo quería eso, porque si me enculé como estúpida, después de esa confesión y ese beso sentí que todo se arregló.
-Debes mandar a arreglar esa puerta-
-Lo sé-
-Eres un necio- me senté en sus piernas.
-Y tu eres muy terca-me tomó de la cintura.
-¿Ah si?- lo miré alzando una ceja.
-Si- me dió un pico- vamos a la casa-
-Pide que arreglen la puerta-
-Bien- agarró su teléfono y llamo a alguien- ya vendrán a arreglar la puerta.
-Me parece bien-
-Si quieres podemos ir al Mc'Donal's-
-¿Desde cuando te gusta ir?- lo miré extrañada.
-No quiero arruinar esto, y si tengo que ir a un lugar tan tonto como ese voy a ir-
-Aw- lo besé- una cogidita después de eso no me caería mal-
-Fantástico-
Nos fuimos a la casa dos horas después porque tuvimos que esperar que arreglaran la puerta y luego fuimos a mi lugar feliz.
Apenas cruzamos la puerta lo tomé del cuello y lo besé.
-Veo que alguien está desesperada- me tomó de la cintura.
-No soy la única- le agarré el pene y lo miré con deseo.
-Tienes razón- me besó.
Subimos las escaleras entre besos y caricias.
-No aguanto a llegar al cuarto- me arrancó la camisa de una sola.
Le besé el cuello con desesperación, al mismo tiempo empecé a desabrochar los botones de su camisa.
Al llegar al cuarto me bajé de su brazos y lo empujé a la cama.
-Me gusta está vista- me miró con deseo.
Me quité el short quedándome solo en ropa interior frente a él, por unos segundos me dediqué a contemplarlo para luego bajarle el cierre del pantalón para dejar libre a la bestia.
-Ahg no me sigas torturando- señaló su enorme erección.
-De eso se trata- me saqué el sostén dejando expuestos mis senos.
Él se levantó me agarró de la cintura y me llevó a la cama.
-El sexo de reconciliación no es así- me besó.
-¿Y cómo es?- lo miré desafiante.
Se sacó los boxérs y de un jalón me sacó las panties, sin más me penetró duro.
-Así es- agarró mis piernas y las pusó arriba de sus hombros.
-¡DIOS!-exclamé, nunca había hecho esa pose y se siente tan bien.
Estuvimos así por un rato hasta que me hizo ponerme en cuatro para penetrarme aún más fuerte.
Se siente tan rico, les juro que mi vagina parece una maldita cascada en estos momentos.
-Me encantas- susurró a mi oído para luego tomarme del cabello.
-¡AAAAA!-
-Eres demasiado rica-
-Ya...no...puedo..contenerlo-
-Yo...tampoco-
Dos embestidas más fueron suficientes para llegar al climax.
Nos envolvimos en la sábana e hicimos cucharita.
Hubo un silencio muy cómodo hasta que Arturo comenzó a hablar de nuevo.
-Quiero que seamos algo más-
Ok... Cargando Windows
-Arturo yo...-
-No te quiero presionar, si quieres podemos ir despacio, conocernos más y así-
-Estoy de acuerdo pero sin presiones por favor-
-Sin presiones- acarició mi rostro.
-Y con mucho sexo- me le subí encima.