Georgina
Estoy tan enojada y a la vez preocupada por él, me parece una estúpido que vaya por esa perra solo,le intenté marcar varias veces pero me lleva directo al buzón y estos idiotas que tiene como guardaespaldas no me dejan salir.
-Sánchez déjame salir por favor, tu y yo sabemos que él está en peligro-
-Sus órdenes fueron claras-
-¿Dejarás morir a tu patrón?-
-No señorita-
-Entonces vamos a buscarlo-
-Nos dijo claramente que la cuidáramos-
-No me puedo quedar de brazos cruzados-
-Mandaré a dos hombres a buscarlo-se alejó para hablar por su audífono.
-Llamaré a sus hermanos-
-No-
-¿Por?-
-Se supone que nadie debe saber esto-
-Tarde porque yo lo sé-
-Señorita encontrarán a Don Arturo no se preocupe-
-¡Ash!-
Me tiré a la cama y me puse la almohada en la cara.
-¿Quiere que le diga algo?-
-Ajá- respondí de mala gana.
-El señor la ama y se ve que usted también a él, sé que van a tener su oportunidad, usted es todo lo que él siempre quiso-
-Si me ama... ¿Por qué se fue a esa misión suicida?-
-Por esa misma razón, él quiere mantenerla a salvo-
-No debía arriesgarse así- coloqué mis manos en mi cara.
-Así son las cosas en este mundo en el que nos manejamos-hizo una breve pausa- él va a estar bien, ha peleado con peores y sigue vivito y coleando-
-Una cosa es pelear con gente de la mafia y otra muy distinta es pelear con una ex celosa y medio psicópata-
-Buena deducción-
-¿Entonces puedo salir o no?-
-No-
-Sanchez esto es grave-
-Lo sé-
Me aparté de él y tomé mi teléfono para llamar a Bea.
-Pensé que estarías cogiendo- dijo en modo burlón.
-¿Has visto a Andrés?-
-Ahorita estamos almorzando- esto sí que es nuevo- y antes de que digas algo estúpido estamos en esto porque estaba muriendo de hambre y la pinche Dani tuvo que irse de viaje a última hora, y no me quedo de otra que comer con este idiota.
-Bueno ahorita no estoy de ánimos para cuestionarte ni nada pero fue un buen dato- reí un poco.
-¿Todo está bien?-
-No-rompí en llanto- pásame a Andrés.
-Te pondré en altavoz-
-Arturo se fue a buscar a Jocelyn, el solo...-
-¿Él hizo qué?-
-Si, Andrés por favor ayúdame-le rogué.
-Ya vamos para allá- apenas dijo eso corté y crucé mi mi mirada con la de Sanchez.
-El señor se va a enojar- negó.
-Tu ibas a quedarte sin hacer nada, ¿Qué esperabas? ¿Qué siguiera perdiendo tiempo?-enarqué una ceja.
-Don Arturo sabe lo que hace señorita-
-Soy su...-moví la cabeza- él me importa así que me vale verga que él sepa lo que hace, si está en peligro yo buscaré la manera de ayudarlo.
-La entiendo pero no es lo que el señor quería-
-¿Y según tú qué es lo que él quería? ¿morir?-
-Cuidarla-
-Yo no quiero que me cuiden ¡MALDITA SEA!- grité.
-Esa mujer es peligrosa entienda-
-Lo sé, una ex resentida y medio psicópata es un peligro...-
-Agréguele a eso que está con un cartel enemigo-
-¡¿Qué?!-
-Como escuchó-
-Con más razón debías ir con él- me acerqué y empecé a golpearlo - ¡NO DEBISTE DEJARLO IR!- lo derribé y le quité la pistola y le apunté.
-Señorita baje la pistola-
-NO-
En ese momento entraron el resto de los hombres y empezaron a apuntarme también.
-Chicos bajen las pistolas- ordenó.
-Pero Sanchez...- habló uno de ellos.
-Si se les va una bala el señor los va a matar, así que bajen eso-
-¡¿Qué carajos pasa aquí?!-la voz de Andres se hizo presente en la habitación.
-Dios Gina baja eso- Bea se acercó despacio hacia mí.
-Él dejó que se fuera con esa loca- una lágrima se deslizó por mi mejilla.
-A ver cariño...-ella me miró con preocupación
-Cuñada ya baja eso que así no resolvemos nada-alzó las manos en señal de paz- y ustedes también bajen esas cosas que la asustan más.
Ellos obedecieron.
-Vamos Gina bájala-
-Yo no...puedo- le apunté directo a la cabeza.
-Cuñada por favor no hagas una locura, esto nos hace perder tiempo para buscar a mi hermano, así que baja esa mierda de una vez por todas si quieres que encontremos a tu amado con vida-
Miré a Bea y esta asintió, así que tiré la pistola al piso y abracé a mi amiga.
-Tranquila aquí estoy-
-Te traeré a mi hermano, lo prometo pero por favor no hagas ninguna locura-
-Está bien-
Cuatro horas después...
-¿Por qué tardan tanto?-
-Intenta calmarte y por el amor de Dios siéntate que me estresa verte caminar de un lado a otro-
-No puedo estar tranquila-
-Mientras más ansiosa te pongas más larga será la espera, tomemos un Vodka o algo para que te relajes porque esos tésitos de mierda de las empleadas no funcionan-
-Ok-
-Iré por la botella entonces-
Me paré frente a la ventana a penas ella salió, me quedé mirando la nada hasta que vi unos cinco carros acercarse a la casa así que corrí al pasillo para bajar las escaleras, al bajarlas Bea ya iba a subir con la botella.
-Ya vienen- corrí a la puerta.
-Respira un momento ¿Si?- me tomó de los hombros y respiramos unos segundos.
Abrí la puerta y salí.
Del primer carro salió su hermano Antony.
-¿Dónde está?-
Él tomó aire y habló:
-Lo traen en la camioneta, el médico viene en camino- al escuchar eso me quede en shock por un momento.
Hasta que vi como lo bajaban, ví que estaba medio conciente así que corrí hacia él.
-¡ARTURO!- me espanté al ver tanta sangre, de lejos parecía menos.
-Estoy bien mi amor tranquila-acarició mi mejilla.
-Por favor no me dejes- sollocé tomando su cara entre mis manos.