La Baby Del Mafioso (libro 1 De La Saga Indriagos)

Capítulo 19: Miedo

Georgina

Estoy tan enojada y a la vez preocupada por él, me parece una estúpido que vaya por esa perra solo,le intenté marcar varias veces pero me lleva directo al buzón y estos idiotas que tiene como guardaespaldas no me dejan salir.

-Sánchez déjame salir por favor, tu y yo sabemos que él está en peligro-

-Sus órdenes fueron claras-

-¿Dejarás morir a tu patrón?-

-No señorita-

-Entonces vamos a buscarlo-

-Nos dijo claramente que la cuidáramos-

-No me puedo quedar de brazos cruzados-

-Mandaré a dos hombres a buscarlo-se alejó para hablar por su audífono.

-Llamaré a sus hermanos-

-No-

-¿Por?-

-Se supone que nadie debe saber esto-

-Tarde porque yo lo sé-

-Señorita encontrarán a Don Arturo no se preocupe-

-¡Ash!-

Me tiré a la cama y me puse la almohada en la cara.

-¿Quiere que le diga algo?-

-Ajá- respondí de mala gana.

-El señor la ama y se ve que usted también a él, sé que van a tener su oportunidad, usted es todo lo que él siempre quiso-

-Si me ama... ¿Por qué se fue a esa misión suicida?-

-Por esa misma razón, él quiere mantenerla a salvo-

-No debía arriesgarse así- coloqué mis manos en mi cara.

-Así son las cosas en este mundo en el que nos manejamos-hizo una breve pausa- él va a estar bien, ha peleado con peores y sigue vivito y coleando-

-Una cosa es pelear con gente de la mafia y otra muy distinta es pelear con una ex celosa y medio psicópata-

-Buena deducción-

-¿Entonces puedo salir o no?-

-No-

-Sanchez esto es grave-

-Lo sé-

Me aparté de él y tomé mi teléfono para llamar a Bea.

-Pensé que estarías cogiendo- dijo en modo burlón.

-¿Has visto a Andrés?-

-Ahorita estamos almorzando- esto sí que es nuevo- y antes de que digas algo estúpido estamos en esto porque estaba muriendo de hambre y la pinche Dani tuvo que irse de viaje a última hora, y no me quedo de otra que comer con este idiota.

-Bueno ahorita no estoy de ánimos para cuestionarte ni nada pero fue un buen dato- reí un poco.

-¿Todo está bien?-

-No-rompí en llanto- pásame a Andrés.

-Te pondré en altavoz-

-Arturo se fue a buscar a Jocelyn, el solo...-

-¿Él hizo qué?-

-Si, Andrés por favor ayúdame-le rogué.

-Ya vamos para allá- apenas dijo eso corté y crucé mi mi mirada con la de Sanchez.

-El señor se va a enojar- negó.

-Tu ibas a quedarte sin hacer nada, ¿Qué esperabas? ¿Qué siguiera perdiendo tiempo?-enarqué una ceja.

-Don Arturo sabe lo que hace señorita-

-Soy su...-moví la cabeza- él me importa así que me vale verga que él sepa lo que hace, si está en peligro yo buscaré la manera de ayudarlo.

-La entiendo pero no es lo que el señor quería-

-¿Y según tú qué es lo que él quería?  ¿morir?-

-Cuidarla-

-Yo no quiero que me cuiden ¡MALDITA SEA!- grité.

-Esa mujer es peligrosa entienda-

-Lo sé, una ex resentida y medio psicópata es un peligro...-

-Agréguele a eso que está con un cartel enemigo-

-¡¿Qué?!-

-Como escuchó-

-Con más razón debías ir con él- me acerqué y empecé a golpearlo - ¡NO DEBISTE DEJARLO IR!- lo derribé y le quité la pistola y le apunté.

-Señorita baje la pistola-

-NO-

En ese momento entraron el resto de los hombres y empezaron a apuntarme también.

-Chicos bajen las pistolas- ordenó.

-Pero Sanchez...- habló uno de ellos.

-Si se les va una bala el señor los va a matar, así que bajen eso-

-¡¿Qué carajos pasa aquí?!-la voz de Andres se hizo presente en la habitación.

-Dios Gina baja eso- Bea se acercó despacio hacia mí.

-Él dejó que se fuera con esa loca- una lágrima se deslizó por mi mejilla.

-A ver cariño...-ella me miró con preocupación

-Cuñada ya baja eso que así no resolvemos nada-alzó las manos en señal de paz- y ustedes también bajen esas cosas que la asustan más.

Ellos obedecieron.

-Vamos Gina bájala-

-Yo no...puedo- le apunté directo a la cabeza.

-Cuñada por favor no hagas una locura, esto nos hace perder tiempo para buscar a mi hermano, así que baja esa mierda de una vez por todas si quieres que encontremos a tu amado con vida-

Miré a Bea y esta asintió, así que tiré la pistola al piso y abracé a mi amiga.

-Tranquila aquí estoy-

-Te traeré a mi hermano, lo prometo pero por favor no hagas ninguna locura-

-Está bien- 

 

Cuatro horas después...

 

-¿Por qué tardan tanto?- 

-Intenta calmarte y por el amor de Dios siéntate que me estresa verte caminar de un lado a otro-

-No puedo estar tranquila-

-Mientras más ansiosa te pongas más larga será la espera, tomemos un Vodka o algo para que te relajes porque esos tésitos de mierda de las empleadas no funcionan-

-Ok-

-Iré por la botella entonces-

Me paré frente a la ventana a penas ella salió, me quedé mirando la nada hasta que vi unos cinco carros acercarse a la casa así que corrí al pasillo para bajar las escaleras, al bajarlas Bea ya iba a subir con la botella.

-Ya vienen- corrí a la puerta.

-Respira un momento ¿Si?- me tomó de los hombros y respiramos unos segundos.

Abrí la puerta y salí.

Del primer carro salió su hermano Antony.

-¿Dónde está?-

Él tomó aire y habló:

-Lo traen en la camioneta, el médico viene en camino- al escuchar eso me quede en shock por un momento.

Hasta que vi como lo bajaban, ví que estaba medio conciente así que corrí hacia él.

-¡ARTURO!- me espanté al ver tanta sangre, de lejos parecía menos.

-Estoy bien mi amor tranquila-acarició mi mejilla.

-Por favor no me dejes- sollocé tomando su cara entre mis manos.




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