La Batalla Profética

Capítulo 5: Edward: Los humanos no hacemos estas cosas

Narra Edward

No había tenido un dolor de cabeza tan fuerte, desde el pasado examen de química. ¿Habíamos sido capturados?, la idea se fue de mi mente cuando reparé en que estaba en una cama, busqué rápidamente mi celular en mi bolsillo, pensé en llamar a tía Susan, era la idea perfecta hasta que mis sueños se rompieron en mil pedazos, no había cobertura en donde sea que estuviéramos, ¿era ese el momento en el que me enteraba que era hijo de una deidad?, no, esta es otra historia. En la mesa de al lado había una nota y una pluma: "No te asustes, están a salvo, en el armario hay ropa limpia, cambiate si gustas. De: Chris". -¿Quién es Chris?- pensé, en la otra cama estaba John, me dirigí velozmente hacia él e intenté despertarlo. 

-Cinco minutos más mamá- balbuceó, tomé la pluma, manchando la mesa un poco con la tinta, quité un de sus zapatos y acerqué la pluma a su pie, lanzó una patada que esquivé por poco

-¿Ahora si sirven las clases de Karate no?- pensé, percibí un olor extraño en mi cuerpo, como a perro mojado, rebusqué entre algunos muebles y finalmente dí con él armario, saqué una chaqueta y una camiseta y las dejé en la cama, por suerte había algo parecido a una toalla, tenía un buen olor, la tomé y me dí una rápida ducha.

Salí del ¨baño¨ que tenía el mismo delicioso aroma y escuché unos pasos cerca de la puerta, así que me puse la ropa interior y los pantalones en tiempo récord, la puerta se abrió, y una voz extraña se dirigió a mí. -Ah, despertaste, la espina te hizo un potente efecto

-Em, quién eres?- pregunté

-Te dejé la nota en la mesa, tranquilo, aquí estarán a salvo, lo siento por el olor de la cabaña- dijo con una sincera sonrisa en su rostro

-No te preocupes- respondí, escuché más pasos acercándose a la puerta, eran bastante rápidos

-Chris, Patrick está esperan...-una chica castaña entró a la cabaña y se quedó mirándome por unos segundos, se ruborizó un poco y otra chica entró detrás suyo -Qui-quieres ponerte algo encima- dijo con una firmeza impresionante, tomé la chaqueta y cubrí mi torso- Chris!- gritó mientras se adentraba en la cabaña

-Hola- dijo la otra chica algo incomoda, le devolví el saludo, me puse la camisa y até la chaqueta a mi cintura, pretendía salir de la cabaña y buscar alguien que pudiese decirme dónde demonios estaba, pero choqué de frente con un chico bastante robusto

-Mira por dónde vas- dijo

-Si, lo siento amigo- respondí

-Perdón, ¿nos conocemos?

-¡Patrick!- gritó alguien en el interior de la cabaña, de pronto, un lobo enorme salió y se lanzó contra él, este llenó de hielo sus fauces, y empezaron a pelear, estaban a punto de chocar cuando un gran muro de tierra se coló entre ellos

-¿Quieren comportarse?- dijo la castaña con una mano arriba- dejen eso para los juegos

-Hey- me dirigí al lobo- claro, vamos a estar muy a salvo aquí -dije- qué cosa son ustedes?

-Lo mismo que tú- respondió fríamente la chica

-Los humanos no hacemos esas cosas- respondí sarcásticamente

-Chico, lamento informarte que de humano tienes poco- dijo Chris

-Los humanos tampoco lanzamos fuego, London- habló una voz adolorida, me voltee y corrí a abrazarlo

-Estás bien?- pregunté

-Si, no te preocupes, ellos tienen razón- dijo

-Si eres humano, como explicas esto- la chica tomó el cristal y lo arranco de mi cuello, pero este volvió a unirse con el collar de cuero

-Correcto, eso no lo sabía- dije

-No sabes muchas cosas aún- respondió- Chris, nos vemos en el valle- dijo mientras se iba con él resto de chicos

-Está bien, espero tengas un plan- dijo él, no recibió respuesta

-Plan para qué?- preguntó John

-Haces muchas preguntas chico- dijo Chris- tranquilo

-No respondiste mi pregunta- dije persuasivamente

-Decir que somos no es algo que deba explicarte, si no algo que tú mismo debes experimentar

-¿A qué te refieres?

-Haremos lo siguiente- dijo retirando un trozo de hielo de su boca- cierra tus ojos y concéntrate

-¿Ahora?- pregunté

-Piensa en una llama, en como se expande por todo tu cuerpo, imaginate a ti dentro de una fogata- empecé a sentirlo, el calor en mi cuerpo empezaba a aumentar y no tarde mucho en sudar- ¡ahora liberalo!- gritó- el fuego que estaba en todo mi cuerpo se dirigió a mis manos, no abrí mis ojos, pero sentí como salía de mi cuerpo, a la vez, sentí como que mi cuerpo empezaba a consumirse- está bien Edward, detente- no obedecí- ¡Edward!- recibí un golpe en la cabeza que me hizo perder la concentración, caí de rodillas en el pasto

-Por eso olía a cabello chamuscado?- dije



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En el texto hay: hombres lobo, magia, poderes

Editado: 27.03.2019

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