Una compañera un poco…

Ya había pasado un tiempo desde que Ned empezó a trabajar y cada vez iba adaptándose más y más a esta forma de ser, ahora se pasaba un poco más entretenido que antes. Mientras hacía su trabajo, por lo general mantenía un pachón con agua pura para tomar durante el trabajo, aunque a veces le gustaba también tomar alguna Pepsi, Big cola o quizás un jugo del frutal. Pero, aunque parecía ser que todo iba mejor que antes, Ned lograba mantener un poco más el ritmo y parecía que el trabajo que hacía no era para nada mal, por lo que sus jefes estaban muy contentos con la forma en que terminaban cada uno de sus trabajos, por supuesto que esto no eximía a Ned de desconocer una que otra cosa, pero trataba de investigar y aprovechar la guía de cada uno de sus compañeros del trabajo, aunque a veces le hacían una que otra broma.

Pero a Ned le parecía que la atmosfera de su trabajo era muy buena y que todos trataban de ir avanzando lo más que pudieran con sus diferentes labores. El esfuerzo que cada uno ponía era de admirar, el conocimiento que habían adquirido con el pasar del tiempo, así como la pasión con la cual desempeñaban cada una de sus partes en el trabajo, era algo que Ned empezó a admirar. Ned noto que no era algo simple como el querer ganar dinero y era todo, sino que para esto era un proceso que no era tan fácil de conseguir y el hacerlo con todo bien era algo que le dejaba satisfecho, sobre todo cuando obtenía su paga correspondiente al trabajo que realizaba.

En sí, esto le hizo pensar a Ned “Voy a dar lo mejor de mí en cada una de las cosas que haga” esto con la ambición de lograr encontrar con esto lo que en realidad estaba buscando al ser que tuvo que viajar desde su casa hasta un lugar tan lejos en donde no encontró a algún conocido durante todo este tiempo.

Justamente, habiendo cumplido ya unos cuatro meses desde que empezó a trabajar, ya había logrado también el mantener un cierto equilibrio entre el trabajo y su estudio. Pero lo que no se esperaba era lo que ocurriría durante este tiempo.

Ned se encontraba revisando las plantas y quitando toda aquella maleza que se encontraba en estas, cuando de pronto escucho una voz que le decía “Hola” desde atrás, esta no era como un saludo familiar, ni como alguna comedía, sino era una persona que en sí deseaba obtener alguna información o pedir indicaciones. Ned, sin siquiera tomarlo en cuenta, continuó con su trabajo, ya que pensó que quizás gestaba tratando de hablar con alguna otra persona, sobre todo al ser que se escucho que sí estaba un poco alejado, a lo que en sí Ned no estaba para nada mal, en realidad esta persona se encontraba a unos pasos de distancia, lo cual tampoco era lo suficientemente cerca como para poder decir que era a él a quien le estaban hablando.

Pero, al darse cuenta que no le prestaron atención, se acercó más y volvió a decir – este… hola, será que… ¿Me puedes ayudar con algo? – Ned, volteando en dirección hacía donde provenía esta voz, quedó un poco desconcertado al notar que sí era a él a quien quería hablar.

Aunque no conocía en sí de quien era esta persona, dijo – buenos días señorita, dígame ¿En qué le puedo ayudar? – ella, sintiendo un poco de confusión al ver la indiferencia que presentaba Ned al verla, sólo dijo – bueno, en realidad ¿De verdad no sabes quien soy? – a lo que Ned respondió sin siquiera dudar – lo siento, la verdad no creo que la haya visto antes –, no es que Ned sea algo frío por el estilo, sino que en realidad no sabía quién era ella en lo absoluto, además de que sería un poco más que todo raro el que alguien le hablase de forma un poco familiar pero a la vez lejana siendo la primera vez que le hablan. Ned consideraba que por lo menos tendrían que haberse hablado un poco antes de poder ganar algo de confianza, aunque la “confianza” todavía sería algo difícil para él darla al 100%

Ned, levantándose, continuó diciendo – este, ¿en qué le puedo ayudar? – ella quedo un poco desconcertada, pero, con un pequeño suspiro, dijo – bueno, en realidad somos compañeros de semestre, pero de verdad no puedo creer que no me conozcas – Ned, sorprendido al saber que se trataba de una compañera de clases, respondió – que bueno, si somos compañeros, en ese caso, bueno… creo que es mi error al ser que todavía no se me queda el nombre de todos. Jaja – mientras ponía su mano derecha en su nuca como si fuera una clase de disculpa y vergüenza que sentía, así como entrecerró por un instante sus ojos para luego bajar su mano y prestar más atención a quien estaba frente a él.

La señorita que estaba frente a él desprendía un aura de inocencia, mientras que con su dulce aroma del perfume desprendía de alguna manera una clase de llamado como “Mírame, estoy justo aquí”. Su cabello negro y largo que se encontraba sujetado por un gancho del mismo color, tenía puesto lo que era una blusa blanca, un pantalón de lona azul y un suéter amarillo. Ella no portaba lo que era un bolso como había visto con varios de sus compañeras cuando estuvo recibiendo clases, sino que era una mochila, al parecer ella llevaba algunas otras cosas además de sus cuadernos en el mismo, esto tomando en cuenta que sólo llevaban lo que son cuatro cursos en total y siendo que son dos cursos por día. Pero esto no podría ser una forma tan amplía como para decir que eso era lo que llevaba siempre al momento de ir a estudiar, ya que en ese momento aún faltaba para que se dirigieran a las clases, por lo que puede ser que esté haciendo algunas vueltas y la mochila es para llevar todo lo que comprará o para llevar algún tipo de material como libros prestados en la biblioteca.

Ned, con un pequeño destello en su mirada, lo cual hacía mucho no pasaba, pensó – ¡Qu-qué linda! – mientras trataba de mantenerse sereno. Ella, con una pequeña risita, cubrió sus labios con la mano derecha, mientras que sujetaba su codo con la mano izquierda. No era nada del otro mundo, sólo le había causado gracia la forma en que Ned parecía ser tan distraído con ciertas cosas.