La calidez del sol

Capitulo 2 "finjir que no pasó no te hará olvidarlo"

 

Mi rutina no consistía en mucho, terminé heredando la prestigiosa cadena hotelera Yoshida "Hokai". Haciendo que tanto mi padre como mi madre se sintieran orgullosos y eso me daba nauseas. Al final, terminé llendome de la pretensiosa casa de mis padres para comprar un departamento, tambien tengo una compañera de cuarto llamada Yoko, casi nunca está así que es como si viviera solo. 

La reunión de accionistas consistió de la forma más aburrida, terminó en felicitaciones e invitaciones a fiestas a las que nunca asistire. Al final terminé viéndome con Mónica o con cualquier otra chica, como de costumbre, era lo mismo, teniamos relaciones, ella hablaba del futuro, fumaba un cigarrillo, y yo me iba dejandola hablando sola. Un ciclo sin fin donde nadie era feliz. Fui a la ciudad, buscando cualquier bar, no quería que nadie me reconociera, quería estar en un lugar donde nadie supiera mi nombre... aunque sería imposible, dado por tu prestigiosa carrera habló mi subconsciente, sólo quería un trago, entonces recordé, ese bar que Yoko mencionó una vez, dónde casi la llevan detenida, era...

 

Castel been's, un nombre bastante inusual, pero el lugar no estaba mal, por fuera, abrí esperando que fuera como uno de esos bares de mala muerte pero, se veia en buenas condiciones.

  • - bienvenido - dijo uno de los meseros, me senté en una mesa cerca de la ventana, no había mucha gente, al menos dos o cuatro, y eran motociclistas, la estrustura del lugar era bastante común pero de algun modo inspiraba comodidad y relajación, me gustaba, los meseros parecian ser amables...

 

  • - buenas tardes - observe a la dueña de la voz y... Diablos -. Mi nombre es Morales, y le atendere el día de hoy - me sonrió de una manera cálida y amable, ¿Morales? Recuerdo haber escuchado ese nombre pero... ¿dónde? Además que su cara me parecía bastante familiar -. Ahmm, ¿quiere más tiempo para revisar el menú? - preguntó dudosa e incomoda, claro, la observé no muy disimuladamente, recobre algo de compostura. tal vez por las tardes el bar trabaja como un café, por eso no hay tantas personas pensé.

 

  • - sí, gracias - dicho esto, la mesera me dejó con el menú para ir a limpiar unas mesas. Observaba el menú pero no podía consentrarme, la había visto pero, ¿en dónde?... Entonces, una revelación se posó sobre mí, diablos, ¡era ella!, ¡la chica a la que Mónica le hizo el drama en ese restaurante hace cinco años! ¿entonces Mónica sí hizo que su tío la despidiera? Mierda, mierda, mierda.

 

  • - lamento la espera - preparó su libretitia y su pluma, lista para tomar mi orden -. ¿que desea ordenar?

 

  • - ah, esto... Un... - entonces me di cuenta que no presté atención a lo que decía el menú, ni siquiera lo leí, entonces lo vi, tal vez... -. Un pay de durazno con zarzamora y una malteada, por favor - la miré como tomaba mi orden, pensandolo bien, no cambió mucho, sólo le creció el cabello, que hace cuatro años lo tenía corto y rizado, aún sigue rizado pero un poco mas largo, parece que tampoco creció mucho desde ese momento...

 

  • - muy bien, en unos minutos le traigo su orden - dijo después de dedicarme otra calida sonrisa. Después de lo que pasó, ¿que habrá hecho? ¿pudo conseguir otro trabajo después de ese? ¿le habré ayudado con esa propina que le di? Ni siquiera recuerdo cuanto le di. Nunca antes había sentido unas ganas inmenzas de disculparme, y menos con una chica a la que apenas acabo de ver despues de cinco años, era algo inusual -. Lamento la espera - dijo poniendo mi plato y mi malteada sobre la meza -. Disfrute su comida - me sonrió para luego irse.
  • Comí lo más rapido que pude para hablar con ella, por un demonio, terminé el pay, dejé el dinero sobre la mesa y la propina y salí, esperando que acabara su turno.

 

No pasaron ni cinco minutos cuando la vi salir, con una sudadera y su bolsa, dando a entender que su jornada laboral había terminado. Caminé detrás de ella y la llamé... -. Disculpa, Morales - ella se volteó algo exteañada, se relajó un poco al verme.

 

  • - ah, eres el del restaurante - se acomodó un mechón de pelo tras su oreja -. ¿en qué puedo ayudarte? - ¿como se lo decía? "hola yo soy el que estuvo ahí cuando te humillaron por una carne, ¿como estás?" 

 

Tomé buen aire y comencé -. Tal vez no me recuerdes, pero yo estuve ahí, en el incidente de la... Carne - esperé su reacción, obviamente no esperaba que me recordará, ni yo sabía por que la recordé, abrió la boca sorprendida.

 

  • - ¡así que eras tu! - su expresión de sorpresa cambió por una de ¿alegria? No sabría como explicarlo -. Pero como pasan las cosas - rió -. ¿que te trae aquí? Veo que no veniste con tu novia - me miró con gracia.
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  • - no es mi novia - dije casi al mismo tiempo que ella.
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  • - bueno, pues... ¿en que te puedo ayudar? - preguntó.
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  • - sólo, quería disculparme por lo de aquella vez... - ¿me estoy disculpando? -. Mónica no tenía razón al enojarse y no hice nada sabiendo que, bueno, sólo quería humillarte...
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  • - ¿Mónica? - preguntó confindida, no la culpo, de porsi  esto ya es confuso para mí, me estoy disculpando con una extraña por algo que pasó hace cinco años.

 

  • - la que estaba conmigo - expliqué.

 

  • - ah, bueno - jugo con un mechon rizado mirando al suelo -. No tienes por que disculparte, eso ya pasó y, bueno, no te preocupes.

 

No me sentía muy satisfecho con la respuesta, aun quería hablar más con ella, por alguna razón, no sentí esta necesidad de hablar con alguien desde... Frida. Quería seguir hablando -. ¿quieres ir por, algo de cenar o?...

 

  • - oh no, es que ya tengo planes con mi hermana...




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