La Caperucita era blanca [terminada]

La resistencia

Si bien nuestro amigo e investigador, no sabía la identidad de quién estaría tras los cadáveres y brutales asesinatos, ahora sus objetivos serían buscar una resistencia, un equipo de búsqueda y rastreo.

Esta tarea sería más difícil de lo que el imaginaba y de algún modo resultaba irónico ya que ellos suponían haber sido en el pasado los más expertos en seguir rastros, eso sin nombrar su impecable forma de supervivencia. Y que ahora se encontrarán escapado de un asesino silencioso sin hayar un rastro, era desde cualquier ángulo de percepcion resultaba patético.

Sin importar lo que les tomara encontrar el rastro o la dificultad que esto podría representar, deberían estar más que seguros de que ellos harían y pasarían por lo que fuera con tal de hacerle pagar todas las muertes que el asesino misterioso a causado incluído el miedo y las lágrimas que todos han derramado por sus camaradas que no merecían el destino tan cruel que les obligaron a tomar.

El equipo principal ya había sido formado y el joven canino fundador del equipo cuyo nombre, si el éxito era alcanzado seria el nuevo nombre de la justicia aquel nombre sería Basilio. Y re sonaría por cada rincón del bosque, la fama no sonaba nada mal pero fama no era lo que el buscaba.

Basilio simplemente buscaba hacer justicia por la muerte de Miles de lobos y por el honor que le daría el vencer a la despiadada bestia que había traído el infierno a la tierra.

Las misiones ya siendo encomendadas y el equipo preparado ante cualquier contratiempo que podría surgir, partió tras el rastro que nuestra psicópata muchachita que iba dejando delicadamente. Que por cierto ella ya también tenía sus propios planes y ninguno involucra una tregua o un firmado de paz.

Por algún tiempo los homicidios dejaron de suscitarse, poco a poco volvía a resurgir la paz y la calma entre la comuna de lobos, algunos al ver la tranquilidad volvieron a sus hogares... Terrible decisión ¿Acaso no vieron que ahora se encontraban en el ojo del huracán? Pues al parecer no.

La calma que se apreciaba en cualquier momento volvería a ser quebrantada, todo era demasiado bello pero no sería más que una ilusión que se iría consumiendo al igual que una vela cuando comenzaba a extinguir su pequeño resplandor... O ¿Aquella pequeña llamarada volvería a prender el camino de pólvora?.

***
Cuestión de tiempo y cuestión de un exceso de confianza llevarían a la que en alguna ocasión fue el depredador a ser la presa, que tarde que temprano se consumiría en su propia demencia y en su propia sed de venganza.

Las manecillas seguian andando y la arena se iba agotando y junto con ella el Game over se veía venir casi tan sigiloso como cuando se deja por olvidó la llave del gas abierta, no puedes ver el daño, no puedes escucharle venir... Sin embargo solo tienes de tu lado el olor y el presentimiento de que algo se aproxima. Aunque si lo notas demasiado tarde podría ya haber daños sin que ni siquiera lo hayas notado.

Así era esto; un juego, una partida en contra de lo letal. Un juego en dónde la única regla sería  de arriesgar todo por ganar un objetivo, un juego que tarde que temprano alguien terminaría en Jaque mate.

 



#8592 en Thriller
#4947 en Misterio
#20223 en Otros
#2647 en Aventura

En el texto hay: vengaza, muerte asesinato

Editado: 15.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.