Capítulo 1.
La chica de la capa negra.
Sus colmillos picaron pidiendo alimento, Eli se levantó de la cama y buscó entre sus cosas una pequeña cartera que contenía dinero, tomó unos cuantos billetes, suspiró cansada, su dinero se acababa, tenía que ver pronto como conseguía más o se quedaría en la calle, acomodó su cabello en una coleta alta, puso una gran sudadera, camino hasta la puerta y salió de su habitación, tomó el ascensor, cuando se estaba cerrando una mano impidió la acción.
Eli hizo un gesto de disgusto, el cual cambio abruptamente cuando vió que se trataba del bello joven, este la miró de pies a cabeza, esbozó una sonrisa, Eli de repente se sintió avergonzada por su cabello revoltoso, ojeras y bolsas que decoraban la parte inferior de sus ojos.
El chico le dió una pequeña sonrisa, que intento replicar sin conseguirlo, el chico entró y se posicionó a un lado de ella, el ambiente era bastante tenso.
Ambos se sumergieron en su mundo, varias veces la chica vió como Alan la miraba de reojo, no optante, prefirió esconder su sonrisa orgullosa.
- ¿Vives aquí?- se atrevió a preguntar Eli, tenía curiosidad de su humano, ¿Acaba de pensar en el humano como propio?
Soltó un pequeño gruñido que no paso desapercibido por el chico, quien soltó un pequeño brinquito.
- Si, desde hace mucho, aunque a usted nunca la había visto- Un pequeño sonrojo apareció en el rostro del chico.
-Umh, se podría decir que soy ¿Nueva?, y no me trates de usted, no puedo ser mucho mayor que tú- Falso, su conciencia la regañó, pues claramente ella mucho mayor que el humano.
- ¿Qué edad tiene? Digo, tienes- se corrigió al ver la mirada retadora de la chica.
- Tengo 19 ¿Tú? -
Otra mentira, diecinueve años de no cortarte el cabello, mentirosa.
Recriminó mi mente.
Alan hizo un ademán de hablar, pero las puertas del ascensor se abrieron.
-Aquí bajo yo, espero volver a verte- el corazón de la chica comenzó a latir fuertemente, solo pudo asentir recibiendo un guiño por parte del chico mientras daba rumbo a su camino, del cual desconocía.
Las puertas volvieron a cerrarse dejándola completamente sola, durante unos minutos en su mente solo estuvieron los ojos cafés y las pecas de Alan, o eso hasta que el ascensor volvió a interrumpir.
Bajó y caminó hacia el pequeño supermercado, su nariz se arrugó cuando sintió los olores de los humanos, su estómago dio un vuelco y amenazo con vomitar toda su comida.
Camino hasta el pasillo en donde se encontraban la harina y tomo un sobre de pasta, si, aunque ella fuera un vampiro podía comer comida humana, por lo que la sangre no era su único alimento.
El ser hija de un humano y un vampiro tenía sus pequeñas ventajas, siguió tomando algunas cosas hasta que su presupuesto se acabó.
Caminó hasta la caja y dejo sus cosas sobre esta, se sorprendió con la tecnología, en su pueblo se utilizaban las antiguas cajas registradoras y era atendida por una señora bastante mayor que demoraba mil horas para atender y por su mala de vista muchas veces tenía que llamar a su nieto.
- ¿Disculpa? ¿Puedes apurarte?- una voz detrás de ella la hizo salir de sus pensamientos, miró hacia atrás y se encontró con un chico de aproximadamente 26 años, tenía una mueca y la miraba con rabia.
Eli no respondió, solo le limito a tomar sus cosas, pagar e irse, cuando iba saliendo escuchó una voz detrás de ella.
-Oye tú- la mano en su hombro la hizo parar, se volteó y se encontró con el chico de antes.
- ¿Qué?- su voz salió mucho más firme de lo que pretendía.
- Eres muy linda ¿sabías?.
- Me lo han dicho frecuentemente.
- ¿Tienes novio, linda?
- No te importa- su voz le comenzaba a fastidiar, puede que tal vez haya cambiado un poco su ruta para un lugar completamente oscuro en donde pueda asesinar al chico sin que nadie se dé cuenta.
- Uy, eres bastante grosera.
- y tu demasiado insistente.
Vió como la cara del tipo hizo una mueca y después tomo su cabello.
Eli sonrió, había caído.
- ¿Sigues siendo tan ruda, estúpida?- Eli activo su lado malvado e hizo una cara de puro dolor, aunque el fondo le divertía.
- Responde- El chico la tomo bastante fuerte del cabello.
En un ágil movimiento se zafó del agarre del chico y dió un golpe a sus piernas, dejándolo en el suelo, este gimió adolorido por el repentino golpe, Eli tomo su cabello y lo jalo con brutalidad dejando su cuello completamente expuesto, la vena en su cuello era visible, invitándola a acabar de con la vida del chico y sasear su sed.
- Suéltame, maldita perra- Eli soltó una sonora carcajada.
- ¿Por qué lo haría?- sus ojos cambiaron a un color rojo y sus colmillos salieron a la vista, lo mucho que le satisfacía ver a sus víctimas tan vulnerables.
- ¿Hay alguien ahí?- el agarre de Eli perdió fuerza al reconocer la voz dejando al sujeto salir corriendo despavorido.
- Joder, No huyas cobarde, ¿Estás bien? Llamaré a la policía- sacó su teléfono e hizo un ademán de llamar, acción que no realizo cuando sintió el frío toque de Eli en su mano.
- No, estoy bien-
- Estás helada, claramente no estás bien, acabas de ser atacada, ¿Te tocó?- Jah, si supiera, casi presencia su muerte, y ahí salió corriendo mi cena, bien hecho Alan.
- En serio, estoy bien, quiero ir a casa- intentó que su voz sonara lo más afectada posible.
- Toma-, Alan le entrego su cacheta a Eli, mientras tiritaba de frío, claramente ella no siente frío, pero el pobre humano sí.
- No es necesario, puedes quedártela, no tengo nada de frío- Primera cosa en la que no mientes, hablo su conciencia.
- Insisto- Eli no tuvo más remedio que hacerle caso al chico, ambos caminaron en completo silencio hasta el gran edificio.
- ¿En serio estás bien?- Tiernamente insoportable.
- Si humano, estoy bien- abrió los ojos como plato cuando se dio cuenta de lo dicho.