Capitulo 8.
La chica de la capa negra.
Estaba claro que el día de la vampira había comenzado pésimo, Lys había estado con ella durante toda la noche, y se lo agradecía, sí, pero su cuello expuesto era un tentación para su sed y hambre.
Eli podía jurar que aquel pálido cuello rogaba por ser atrapado entre sus colmillos, sin embargo, ella era su amiga, no podía simplemente asesinarla, y mucho menos en su casa, ¿Qué pensaran las autoridades?
La humana se despertó de muy buen humor, se estiró, alzó sus brazos y los tensó, y soltó un gran bostezo acompañado de un gritito, trono su cuello, abrió los ojos cuando oyó el grito ahogado de la vampira.
El repentino estiramiento de la chica había hecho caer a la dueña del apartamento, quien sobaba su espalda adolorida, Lys dormía de una forma atroz.
—¿Buenos días, Eli? — preguntó con una sonrisa inocente, Eli entrecerró los ojos y los talló con sueño.
— tu, que pequeña diabla, me robaste la sábana en la noche— la chica alzó las manos en señal de rendirse y se hizo la desentendida.
Ambas chicas se ducharon, peinaron y partieron hasta la cafetería, Lys al contrario de Eli no vestía su uniforme, pues, no había llevado ropa a la casa de la vampira, llevaba unos vaqueros altos y una camisa de estampado de manchas, tenía el cabello en una coleta, su rosado estaba mucho más pálido ya que el tinte se estaba cayendo.
—Eli, ¿Alguna vez haz tinturado tu cabello?— la chica negó, faltaban poco menos de dos cuadras para llegar a su destino.
— Deberías hacerlo, es muy satisfactorio— Dijo sonriente, fue detenida abruptamente por la humana, interrogó con la mirada y está señaló con sus labios a Rebecca hablando bastante cerca de una chica.
La susodicha sonrió sonrojada, Lys estaba roja de la rabia y Eli miraba la escena con ganas de tapar su nariz, Rebecca posó una mano en el cuello de la chica y posteriormente con su mano libre llevó un cabello rebelde de la chica detrás de su oreja, se acercó un poco y Lys dejo de respirar.
Eli la tomó del brazo para que no presenciará aquella imagen, Lys aún en shock soltó unas cuentas lágrimas de impotencia.
Eli sintió la iniciativa de abrazar a su amiga y dejar que llorara en su hombro, ya después quitaría la cabeza de la vampira.
—¿Quieres saltarte un pequeño tiempo del trabajo?— preguntó Eli y la pequeña asintió sin hablar.
—¿Alan no se molestará?— Eli negó, la chica la abrazó una vez más y miró atrás en dónde ya no había rastro de las chicas que anteriormente estaban ahí.
—Entonces vamos— Sonrió débilmente.
—Quiero helado— dijo la chica con un puchero cuando pasaron cerca de una Heladería, Eli no tenía dinero.
—No tengo dinero— murmuró avergonzada Eli, y pasó su mano por la nuca.
—¿Hoy no es tu paga?— Preguntó con inquietud mientras sacaba de su cartera un poco de dinero, está vez, Lys pagaría los Helados.
—Si, pero no hemos ido a la cafetería- Lys asintió sin hablar y unos minutos después volvió a hablar intentando romper el incomodo silencio del ambiente.
—¿Qué sabor quieres?— Eli negó. «No es de mi agrado el helado, pero muchas gracias» le comentó a la chica quien asintió y caminó a comprar su helado.
—¿Vamos caminando a la cafetería?— Preguntó Lys cuando ya tenía su helado, podía creerse que ver a la chica besándose con otra no le había dolido, sin embargo, por dentro estaba muriendo, ¿Acaso había hecho algo mal?
Rebecca incluso le había pedido en repetidas ocasiones una cita, ¿Se había aburrido de esperarla?
Las Miles de inseguridades que se albergaban en su interior comenzaron a salir, haciendo que la humana se sienta indefensa Y tonta.
—No lo pienses tanto, Rebecca tendrá una explicación, o simplemente es una idiota— Eli pareció leer la mente de Lys, aunque literalmente eso hizo, los pensamientos de la chica eran muy inestables, el olor agrio de la chica la empezaba a marear.
— ¿Acaso le leíste la mente? — preguntó la humana divertida, Eli asintió, no le mentía, no obstante, la chica lo tomó como una pequeña broma en busca de mejorar su ánimo.
—Claro, con poderes de telequinesis— volvió a hablar la chica y Eli río.
Las chicas caminaron sin rumbo y llegaron a un pequeño lago, Lys se acostó sobre pasto, ya había terminado su helado, Eli solo miró el cielo deseando jamás irse de aquel lugar.
—¿Haz pensado en el futuro?— preguntó Eli, la humana se sentó en el pasto y recostó su cuerpo a un tronco a sus espaldas.
—No, no me gusta, es futuro es impredecible, tanto como las actitudes de nosotros— Eli asintió, lo que la chica le había dicho era muy cierto, el destino era incierto, y aunque muchas veces estábamos cegados con qué "el destino es el destino" no es del todo correcto, nosotros mismos trazamos nuestro futuro, nuestras actitudes y acciones tienen una repercusión, ya sea buena o mala.
El teléfono de Lys sonó reproduciendo una canción con un ritmo movido, la chica lo sacó de su bolsillo trasero y mostró a la vampira quien llamaba, era Alan.
—¿Aló?— la chica separó un poco de su oído el teléfono por los fuertes gritos que pegaba desde otro lado el chico, el pobre humano estaba solo atendiendo toda la cafetería, mientras ella hablaban de lo impredecible que era el futuro y comían helado mirando el cielo que empezó a nublar amenazando con llover.
—Ya vamos— las dos chicas se levantaron para irse a ayudar al chico que estaba con mucha cólera por la falta ayuda.
Luego de unos minutos en silencio ambas llegaron al lugar, alegremente aquel hermoso lago estaba a pocos minutos del establecimiento por lo que no demoraron demasiado.
—¿Alan?— preguntó Lys al ver las lágrimas del chico, estaba estresado, su cabello era un desastre, varios clientes salían enfurecidos por el mal servicio, Lys no pudo evitar sentirse mal por abandonar a su amigo, y Eli mucho peor, se culpaba fuertemente por las lágrimas derramadas por su humano.