Eli miraba con recelo cómo la vampira Val, quien creía fuera de su vida - Claramente equivocada- posaba su mano en el pecho de Alan, quien no hacinada por apartarla y sus ojos se volvían «Tontos»
Eli estaba muy molesta, tanto, que podía sentir su cara caliente, suspiraba con pesadez, quería tomar a aquella chica del cuello y despegarla de SU humano.
Un día, dos días, tres días, aquella vampira iba cada uno de los días, no tomaba nada pues «Su dieta se vería afectada» Solo coqueteaba con Alan, incluso Lys, quien había estado más decaída de lo normal por el comportamiento de Rebecca; extrañaba a su amigo, solo parloteaba con Vale y coqueteaban entre ellos.
Eli extrañaba las sonrisas tímidas para ella, no para aquella vampira, para ella.
—Alan mesa doce— Alan la ignoró completamente, cómo hacía ya hace varios días, ni un «Hola» solo la ignoraba horriblemente, su pecho dolía.
—¡ALAN!— Gritó ya Lys en completa desesperación a punto de llorar, Alan la miró por unos segundos y después siguió en su tarea de ignorar a las dos chicas.
—Alan— habló esta vez Eli, Alan la miró a los ojos y la vampira intentó conectar con la mente del chico, ingresar en ella, sin embargo, no pudo hacerlo, algo estaba bloqueando su entrada, miro a la vampira y esta le devolvió la mirada sonriente, Ella estaba controlando la mente de su humano.
—Déjalo, Val— La chica le dió una sonrisa retadora.
—¿Alan quieres salir un rato?— preguntó, Alan solo asintió embobado y Eli río con amargura.
—Te pido que dejes a mi humano— La chica la ignoró olímpicamente, y besó la mejilla de Alan quién suspiró.
—Eli, déjalo ya— La voz casi rota de Lys la hizo volver en sí misma y dejar su momento de incontrolables celos.
Val se levantó y camino hacía la salida del establecimiento moviendo sus caderas con coquetería y sus rizos moviéndose al compás de la tierna brisa.
—Eli, ¿Puedes ayudarme con algo acá?— los lagrimeantes ojos suplicantes de Lys la hicieron sentirse una mierda.
Al seguir a la humana se dió cuenta de lo ocurrido, ¿Por qué no lo hizo? En su brazo había una cortada bastante profunda y varios platos tirados en el piso rotos.
—Lys.. ¿Estás bien?— La chica asintió, no obstante, sus ojos decían todo lo contrario, llenos de lagrimas.
— Llamaré un médico— Eli comenzaba a estresarse, sus colmillos picaron con impaciencia cuando vió la sangre caer como gotas de lluvia cayendo sobre la superficie plana.
—Estoy bien— sus palabras sonaron arrastrada, Lys tomó una toalla y cubrió su herida.
—Lys.
—¡Estoy jodidamente bien!— después de tantas lágrimas retenidas, la chica Lloró, la chica soltó todo lo desde hace tiempo tenía guardado en su corazón.
—No estoy bien— Se lanzó a los brazos de su amiga, le importo muy poco manchar la camisa de la vampira de sangre, y por primera vez, el olor de la sangre no tuvo efecto, solo eran dos humanas, con sus corazones rotos y completamente vulnerables.
—¿Lys?— su presencia fue inoportuna, ¿Qué hacía Rebecca ahí? Sin embargo, ella también se unió al abrazo, Lys sollozó en su hombro y Eli se separó, mucho afecto.
—¿Qué haces aquí, Rebecca?— la chica la miró con una cara indescifrable que pudo entender cómo «¿En serio tienes que dañar el momento?»
—Quiero saber que hice mal, por qué simplemente me comenzaste a ignorar— Lys la miró y posteriormente su mano impactó contra la mejilla de Rebecca, había dado una cachetada a la vampira.
—¡Eres una.. una... Una cínica— las palabras se quedaron como como un nudo en su garganta, incluso Eli estaba sorprendida por el repentino comportamiento de Lys.
—Lys, tranquila— habló Eli en un intento inútil de tranquilizar a la humana, el movimiento había hecho de que su herida volviera a sangrar y Eli temía de que la chica se pudiera cortar con los trozos rotos en el suelo.
—Ella se estaba besando con otra, después de venir a pedirme una estúpida cita, ¡Yo si creía que querías algo conmigo! No que era tu simple diversión— lo último lo susurró sin fuerza, le pesaba y dolía afirmar lo dicho.
—¿Por qué mierda crees algo así?— Eli puso a su amiga detrás de ella, Lys temblaba de impotencia y ambas vampiras amenazaban con sus colmillos disimuladamente una posible disputa.
—Yo te vi, vi como la besabas— Realmente no había Sido así, nunca hubo un beso, sin embargo, la chica no lo sabía.
—¿Besar?— la vampira desconcertada dejó su posición de ataque anterior y se relajó un poco.
—Si, a la chica linda, de cabello corto negro, morena, muy linda— admitió, no podía mentir, la chica era muy atractiva, y ella, era solo ella, una joven de cabellos fantasía, amante de los dulces, con una estúpida personalidad de niña de cinco años, ¿Cómo pensó que fuera posible que la chica que desborda madurez se fijara en ella?
—Jamás haría algo así, y mucho a ti— Rebecca posó su mano en su barbilla en un intento de recordar quién era la chica de la que la humana hablaba, cuando los recuerdos llegaron a su mente quiso reír, y así lo hizo, Lys la miraba con la ceja encarnada envuelta en furia.
—¡y te atreves a reír!— la vampiro intentó cesar su risa, pero la cara de la humana enojada era muy graciosa.
—Me largo— Rebecca la tomó de los hombros sin dejar de reír, Eli miraba todo esperando cualquier movimiento peligroso de la vampira, para detenerla.
—Suéltame, Rebecca— La vampira tomó una postura más seria y se inclinó un poco quedando a la altura de la humana, que sorbia su nariz congestionada por el reciente llanto.
—Suéltala Rebecca.
—No te metas— Rebecca se acercó al oído de la chica y susurró.
—Me gustas tanto, jamás podría hacer algo que mereciera tus lágrimas, Eres tan jodida hermosa que en mi mente solo estás tú, aquello que viste tiene una explicación, no te la puedo dar ahora, pero lo haré en un futuro— Besó su mejilla y la chica tembló ante su acto.
— pero debes saber que muero por besarte, muero por ser tu pareja, quiero que seas solo para mí, humana. — Dejó un casto beso en su nariz de botón.