La Chica de las lágrimas azules

Capítulo tres: Akrasia

Gray

Akrasia

"Es el estado mental en el cual una persona actúa en contra de su mejor bien por la debilidad de la voluntad. Significa actuar en contra de los propios intereses (y esta palabra no significa solidaridad ni sacrificarse por el bien de otros). Akrasia significa ese estado mental irracional en donde a sabiendas dejamos de lado la prudencia, la razón y las consecuencias"...

 

"Es el estado mental en el cual una persona actúa en contra de su mejor bien por la debilidad de la voluntad

Me dejó solo en mi oscuro camino, tenebroso comencé a vagar por la penumbra durante mucho tiempo, ella era mi luz pero ya no estaba, hace mucho dejó de estarlo. Luego de unos años volví a escuchar su voz decirme "te amo", mi corazón volvió a latir y eufórico me di la vuelta para poder verla una vez más, pero no había nada, no había nada de ella... Una lágrima rodó por mi mejilla mientras una irónica sonrisa se formaba en mi rostro, entonces me di cuenta de que aquel "te amo" que acababa de escuchar, no era más que un recuerdo que viajó lentamente hacia donde yo me encontraba, me sentí tan patético al saber que mis recuerdos viajaban más rápido que mi lento y oscuro andar, entonces dejé que una de mis lágrimas cayera al suelo, quería pensar en que en algún momento ella volvería siguiendo el mismo camino de vuelta hacia mí, y que aquella lágrima le haría notar que la amaba, de verdad lo hacía.

Te perdí amándome, te perdí deseándome lo mejor, te perdí por mis inseguridades y miedos, te perdí por qué mi triste corazón no quiso enamorarse, se que te lastima el saber que no te amaba en ese momento, se que el dolor de dar todo y no recibir lo mismo duele, es que así es como te mata el amar, así es como duele entregar tu amor sin lastimar...

No te había visto desde hace mucho, pensé que te había olvidado, que te había perdido, que en algún momento de mi vida solo fuiste un recuerdo, pero hoy vienes con la misma sonrisa de siempre, esa voz dulce y esa mirada penetrante, ahora sé que con tan solo verte quiero tenerte a mi lado de nuevo, aún que sepa que no es lo correcto.

Supe que ella había dejado de amarme el día que volvimos a vernos. Ella iba tomada de la mano de alguien más y algo nos hizo coincidir. De manera que por cuestiones de destino tuvimos que volver a hablarnos. Como si las circunstancias en las que habíamos acabado lo nuestro no nos hubieran dolido en lo más mínimo y como si ahora ni las recordáramos al encontrarnos con las caras causantes. Me di cuenta que había dejado de amarme en el momento en que mis ojos se posaron sobre los suyos y la miraron fijo.Fue mirarla a los ojos y no encontrar nada. La nada absoluta. Sus ojos tenían paz. Brillaban con ternura pero no por mí. Para mí ya no había esa mirada que guardaba en mis recuerdos, para mí ya no existía esa mirada tierna donde parecía que con los ojos me decía que no me fuera nunca. Tampoco encontré el amor, ni la ternura con la que antes me miraba, no había nada. No había sol. No había chispas. No significaba nada.Un golpe hubiera dolido menos si tan solo hubiera podido mirarme con alguna emoción en su cara. Pero ella estaba ahí, correspondiendo mi mirada con el vacío de mi recuerdo. Donde ya no quedaba nada, no había nada. Ni siquiera dolor. Ni resentimiento, ni odio.Como si yo, como si yo fuera nada. Como si fuéramos extraños. Como si jamás hubiéramos existido. Como si no guardáramos recuerdos. Como si nunca me hubiera amado con cada poro de su piel. Como si ella no hubiera sufrido durante años por mí. Eso fue absolutamente el momento más doloroso de nuestra historia. Ese fue el verdadero final, no la última vez que nos habíamos visto para terminar, porque aquella vez me miraba y sus ojos me gritaban que no me fuera. Esta vez sus ojos me decían que le daba igual, si me quedaba o si me iba, de todas maneras ella ya no estaría conmigo.Ahí, ahí fue cuando ella realmente dolió como nunca..

Se despidió de mí con una ultima mirada, me deseo la mejor de las suertes y se marchó. Cerrando la puerta tras su paso, llevándose entre sus maletas la primavera, abandonando a mis palabras en el viento, dejando colgado entre las nubes todos los "te quiero" que alguna vez me dijo y que nunca pude responder. Todo lo que un día fuimos se quedó aquí, en la habitación, muriendo de frío a causa de mis inviernos.

Extraño tus "te amo", quizás por qué son los únicos honestos que he escuchado en mi vida, y por qué sonaban a música, así como tus canciones, por qué eres lo que me recuerdas por qué existen los corazones.

Sé te miraba tan feliz con él...

Tan llena de amor, de optimismo y de buena voluntad, que me es increíble pensar que alguna vez viviste en el país de la desolación. Mirarte así tan entera, me hace dudar que seas tú la misma persona a la cual le destruí su mundo y le dejé hecho partículas el corazón. Aquella que vivía respirando dolor todos los días y llenaba cientos de pañuelos de lágrimas negras por una desilusión. Hoy con tu ejemplo has venido a demostrar que se puede volver a ser feliz, a vivir en paz, a creer en el amor. Pero todo eso comenzó porque aceptaste la verdad y aunque en su momento dolía inmensamente, al final sabías que era lo único que te iba a liberar. Aplaudo tu esfuerzo y reconozco que brillar de la manera como lo haces, no es obra de la casualidad porque la gente poderosa no surge de la nada, esta se forma como el acero más puro y resistente, a golpe, trabajo, fuego y dolor... mucho dolor, porque no cualquiera tiene la valentía de poder borrar las tantas promesas que no se pudieron cumplir.




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