La Chica de las lágrimas azules

Capítulo doce: Wounded Warrior

Blue

"A veces la gente levanta muros, no sólo para mantener a la gente fuera, sino también para ver quién se preocupa lo suficiente como para derribarlos."

Mis ojos siempre han sido apagados, pero un destello aparece cuando la primera gota sangre cae por mi brazo. Soy la chica de los ojos más tristes del mundo con la sonrisa más alegre del planeta. La chica que posee un mar de tristeza en sus ojos. La que no encontró la paz ni la felicidad.

Soy "La chica de las lágrimas azules"...

Es un poco triste, el darse cuenta que algunas personas, dejaron una cicatriz tan grande en nosotros, que ni en mil años podrá curarse del todo...

Supe que estaba completamente jodida cuando escuché “Wonderwall” de oasis, pero ya no había nadie que fuera a salvarme.

No se cómo empezar con esto. He comenzado a tener problemas. He empezado a olvidarme de mi. He comenzado a perderme, he buscado ayuda con las personas equivocadas… He querido hablar con ustedes, pero me da terror lo que puedan decir, lo que puedan pensar de mí… Me duele, me hace sentir ansiosa el pensar que no he podido resolver estos problemas… Y me da coraje, me da rabia el pensar que no puedo hacer que entiendan que me siento mal, y que no puedo darles una razón para que lo hagan. Me siento mal y eso es todo. No creo necesitar más razones, tampoco las tengo para ponerlas como excusas, no tengo alguna situación dramática para que puedan entenderme.

… La gente me ha enseñado que no importa qué tanto me esfuerce, siempre te traicionan o se cansan de ti…

Lo siento tanto por todo esto, no soy fuerte como creía, tampoco puedo soportar tantas cosas como les hice creer, soy débil y esa es la verdad, quiero que sepan que todo lo que conocen de mí es una mentira… Y esa es mi primer verdad. Logré con el tiempo que creyeran todo lo que digo y ahora la costumbre de mentir es lo único que conocen de mí, me volví tan buena mintiéndoles que ahora ya no puedo decir la verdad de frente, pero a veces se vuelve cansado, me esfuerzo por ustedes, nunca lo he hecho por mí, y eso es lo que me está frustrando, porque a veces pienso que quisiera hacer las cosas por mí, porque yo quiero o porque me gustan… Pero no sucede, busco estar ocupada, me cargo de trabajo, trato de que se vuelva prioridad para no pensar nada, para no volver a sentirme inútil… No me ha funcionado, estoy aterrada, horrorizada a causa de todo esto, me siento nerviosa y ansiosa por todas las noches, a veces no puedo respirar de tanta presión que siento en mi pecho, he tratado, de verdad lo he echo pero parece que mi lugar no es aquí. He comenzado a creer que no estoy lista para el mundo y nunca lo estaré, no me gusta esté lugar, me siento tan pequeña e insignificante.

Odio esos momentos en los que vuelvo a pensar en el suicidio porque cuando llegan esos momentos sé que no se irán por meses, me empiezo a cortar, empiezo a fingir sonrisas y mi mayor miedo es que la depresión nunca se vaya y realmente llegue a suicidarme... Estoy al borde de un último colapso emocional, mental y físico. De esos que son tu último impulso al suicidio.

Lo peor de todo es que desconozco si mi ahora cansado cuerpo, destrozado corazón y mi débil alma no podrán con lo que está pasando y con todo lo que se avecina... He intentado aparentar que estoy bien, pero, en realidad cada vez me destruyo más.

Les conté como he vivido con la depresión pareciera que de repente aparecen unas cadenas tan pesadas que impiden moverte, que cuesta el querer levantarse de la cama, el ponerte otro tipo de ropa que no sea con la que te levantas. Que se siente como alambres en tu garganta, dejas de comer y quieres gritar todo lo que sientes, que duele el estómago, que cuesta asearse, contestar bien, sonreír, reír, te vuelves una figura falsa que sólo esta llena de odio por sí misma, que cuándo abres los ojos y ves que sigues aquí te odias más, que te recuestas pensando en todo lo que has hecho mal o lo que no hiciste por miedo y por no ser suficiente. Que te sientes culpable, lamentable y asquerosa todo el tiempo, qué quieres la muerte. Pero no puedes tenerla porque sería egoísta para tú familia, serías una desgraciada, sabes algo, tal vez si tengan razón en una cosa de sus miles de comentarios: somos muy cobardes. Tan cobardes que no nos atrevemos a enredar una cuerda en nuestro frágil cuello y colgarnos sobre el árbol más bello de todos y tan ciegos que solo podemos ver la oscuridad de nuestra propia mente y ella sólo puede darte reflejar por nosotros una mirada cansada y una sonrisa fingida. Pero... ¿Somos culpables de sentirnos así?

He tratado por mucho tiempo el recuperarme, el hacerme reaccionar, pero nunca lo he logrado, lo juro que he tratado de no dejarme morir, pero una parte de mí, la mayor parte de mi existencia sabe que no podré cambiar el echo de que éste no es mi lugar, de que el sentimiento de vacío no puede irse con un trabajo, con una escuela, con salidas, con alcohol, con amigos, con pareja, nada ha funcionado, y no porque ellos sea el problema… Sólo soy yo, yo soy la culpable, soy la que no funciona, la que no reacciona, la que no logra ser feliz con lo que tiene. Y éste vacío se vuelve más grande y difícil de soportar.

Mamá, papá lo siento, lo siento tanto, por no ser lo que creían por perderme de está manera, siento tanto hacerlos sufrir, pero me he esforzado, lo he echo lo juro. Así que no se enojen conmigo, ni con ustedes, nada tienen de culpa, ustedes fueron maravillosos, amorosos, lo mejor de mis días yo haría todo por ustedes, he estado viva para ustedes, pero creo que ya es tiempo, es tiempo de hacer una sola cosa por mí, aún si me recuerdan como alguien egoísta, aún sí creen que no los valoraba, tengo que hacer esto por mí, estoy cansada, muy exhausta. Traten de entender, esto es lo único que siempre he querido. Espero puedan perdonarme y en algún momento pensar, que me había ganado el derecho a descansar.




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