La Chica de las lágrimas azules

Capítulo quince: Selfish

Gray

Parecemos estrellas con miradas perdidas tratando de brillar para alguien más...

"Suelo olvidar muchas cosas, pero no cuando de ti se trata. Han pasado los meses y sigo recordando hasta el detalle más estúpido que tenga que ver contigo. Recuerdo nuestro primer tema de conversación, tu color favorito, recuerdo tu niñez, y el nombre de cada una de tus mascotas. Recuerdo la música que te gustaba, incluso aquel lunar que nunca te gustó enseñar. Recuerdo el sonido de tu voz cuando te emocionabas por algo, y cuando estabas a nada de llorar también. Recuerdo tanto de ti, que a veces siento que aún estás aquí... "

Espero encontrar un día en que todo salga bien en el cual olvide tu partida y aquellos fantasmas que me hacen compañía en mis días grises. Encontrarme desnudo al frente de tu luz y derretir el hielo de mi mundo interior.  Gracias por enseñarme que el amor si existe, me di cuenta cuando luchaste tanto por él sin importarte nada más, ni siquiera tú misma... 

"Esa misma persona que te prometió la luna, puede llevarte a la peor tragedia amorosa de tu vida. Quien sujeta su pasado trágico con mucha fuerza, significa que está triste y herido gravemente por eso."

Es horrible perder a alguien, pero créanme, es más horrible y doloroso tratar de mantener a alguien vivo cuando esa persona ya no quiere. La soledad interna sólo es una enfermedad que la muerte puede curar. Estaba tan cansada que se alejó de todos, sin darse cuenta de que también se alejaba de si misma, lo peor que puede sucederle a una persona es perderse y no saber cuando fue que se perdió... Le era difícil comprender el porqué; nunca se cuestionó nada, acerca de los miedos ajenos: Tal vez no sólo se trate, de lidiar con los fantasmas propios. También implica sobrellevar lo que lleva el "otro"  hasta llegar a sentirse plenos... Las personas se alejan todo el tiempo, nadie es permanente solo tú mismo, así que ámate y quiérete mucho más de lo que amarías a alguien.

A veces simplemente dices: Que estás bien, pero en realidad sabes que no es así. Que todo no va como debe ser, pero tratas de aparentar lo contrario.

La parte difícil de decirle adiós a una persona es el hecho de que la próxima vez que mencionemos su nombre tendremos que acostumbrarnos que no es para llamarla... porque ya no está. Todo en ella gritaba que estaba mal, pero nadie lo notaba, ni siquiera ella misma.

Ella ya no era la misma; Su mirada era distinta, pareciera que estaba distraída o que no ponía atención. Cada vez expresaba menos su sentir. Pareciera que no tiene emociones. Muchas cosas empezaron a darle igual. Perdiéndole el sentido a las mismas. Prefería quedarse callada a dar alguna explicación. Entre menos hablar era mejor. Cada vez le costaba más trabajo acercarse. No era la chica que conocí; que iluminaba a los demás con su forma de ser, su simpatía y el poner atención a los demás. No era la misma que le dolían las mejillas al llegar a casa de tanto sonreír. Pareciera que la hubiesen cambiado. Cómo si alguien o algo se apoderara de su luz y la extinguiera...

"—Ven, levántate, y valórate un poco más" me dijo una vez; no supe qué tan roto estaba hasta que aquella noche en sus brazos lloré como nunca antes, porque por fin alguien me había dicho lo que ya sabía pero no quería enfrentar: me había perdido a mí mismo, y encontrarme sería una odisea. Y lo logré, pero muy al contrario de ella que perdió su propia batalla por ganar la de alguien más... 

Me salvaste, sólo para destruirte a tu manera. Vivías como si el mundo se acabara, sin límites, te pregunté el porqué, sonreíste y dijiste que ya no te daba miedo morir...

Espero que haya donde estás me veas y te sientas orgullosa de mí, que veas que muchas de las veces en honor a tu memoria me levanto en las mañanas, que todavía camino por la calle queriendo encontrarte, que el recuerdo de tu risa ha sido mi combustible para lograr lo que te prometí, hace tanto tiempo cuando aún estabas aquí.

Me ilusioné. Creí que volvimos a hablar porque aún había algo que nos unía, más allá del pasado. Pensé que el pasó del tiempo había puesto las cosas en su lugar, los sentimientos en los momentos dónde debían estar. Soñé con un futuro juntos, ese camino que no debimos abandonar. Traté de empezar de nuevo, de volver a creer, de volver a soñar. Pero no. Fue solo una ilusión, y cómo toda ilusión, se desvaneció en el aire; cuándo fui a buscarla no era lo que esperaba, a cada paso la figura se aclaraba y dejaba ver lo que se escondía detrás de las sombras: La fría realidad. Me ilusioné, pero ya no estás...

Hay cosas que siempre dolerán, apretarán el corazón, molestarán, palpitarán en el pecho. No hay manera: No importa cuánto nos liberemos de los traumas y las heridas, algunos sentimientos desagradables siempre vivirán en el corazón. No por despecho ni nada por el estilo, sino porque no todo puede ser olvidado y borrado mágicamente de la vida. Sentimos, en carne, huesos. No hay nada más obvio que llevar algo de tristeza en tus pensamientos. No solo estamos hechos de cosas buenas, tenemos lados oscuros que no saben cómo perdonar.

Intento ignorar tu ausencia fingiendo que no me importa, pero como quisiera que también hubieras tenido tantas ganas de hablar conmigo como las tenía yo contigo. Luego de que le rompes el corazón a una persona, no puedes esperar que todo vuelva a ser como era antes. Antes ya no existe, es solo un recuerdo. Y claro que lo entiendo, pero eso no quiere decir que no me duela, porque me duele. Pero no quiero ser egoísta, por eso si te digo que "está bien" por favor no me creas, no lo hagas, porque nada está bien si tú no estás.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.