Capítulo 1: La Ciudad Brillante

Capítulo 1:

La Ciudad BrillanteLa Ciudad de Cristal resplandecía bajo los rayos del sol poniente, sus torres relucientes y puentes suspendidos reflejaban un caleidoscopio de colores que parecían bailar en el aire. Desde la distancia, la ciudad parecía un sueño imposible, un lugar donde la magia y la tecnología se entrelazaban en una armonía precaria, sostenida por acuerdos que la mayoría de sus habitantes no comprendían del todo.

Aleksa, una joven hechicera de pelo oscuro y ojos azules como el hielo, caminaba por las abarrotadas calles del Distrito Arcano, la parte de la ciudad donde la magia dominaba cada rincón. Las tiendas estaban llenas de amuletos y pociones, mientras que los callejones se iluminaban con runas flotantes que susurraban secretos antiguos. Aleksa había crecido aquí, aprendiendo a manejar su poder desde temprana edad. Pero su lugar en la ciudad nunca había sido cómodo. Su familia, una vez respetada, había caído en desgracia debido a antiguas traiciones. Ahora, Aleksa vivía con el peso de redimir el nombre de los suyos.

A lo lejos, en el Distrito Tecno, Thorin observaba la ciudad desde las alturas de su torre de vidrio y acero, símbolo de la influencia tecnológica en La Ciudad de Cristal. Thorin, un genio en la manipulación de máquinas y código, lideraba el grupo más poderoso de tecnomantes, aquellos que combinaban la magia con la tecnología para crear artefactos de poder increíble. A pesar de su juventud, su mirada reflejaba una dureza que solo venía con la responsabilidad y el dolor. Había trabajado sin descanso para ascender en el mundo, y ahora se encontraba en la cima. Pero la paz que buscaba para la ciudad siempre parecía escapársele, sobre todo por la presencia de aquellos que, como Aleksa, se aferraban a las viejas formas.

Esa noche, mientras la luna llena se alzaba en el cielo, los caminos de Aleksa y Thorin estaban destinados a cruzarse.

Aleksa había recibido información sobre un artefacto antiguo, una reliquia de gran poder escondida en las profundidades del Distrito Tecno. Si lograba hacerse con él, podría recuperar el honor de su familia y demostrar que la magia no era inferior a la tecnología. Pero sabía que este artefacto estaba fuertemente custodiado por los tecnomantes, y que Thorin, en particular, no permitiría que cayera en manos de alguien como ella.

Mientras tanto, Thorin revisaba los informes de seguridad en su despacho. Una serie de anomalías mágicas habían sido detectadas en el borde del Distrito Tecno, señales que no podía ignorar. Su primer pensamiento fue que alguien estaba tratando de infiltrarse para robar los secretos tecnológicos que su gente había desarrollado con tanto esfuerzo. Ordenó a su equipo que reforzara la vigilancia, pero algo dentro de él le decía que esta vez, la amenaza era más personal.

Esa misma noche, Aleksa se deslizó entre las sombras, utilizando hechizos de invisibilidad para evitar ser detectada por los drones que patrullaban las calles del Distrito Tecno. Sentía la adrenalina correr por sus venas, pero también una inquietud que no podía sacudirse. Su misión era clara, pero sabía que enfrentarse a Thorin podría significar más que solo un fracaso; podría costarle la vida.

A medida que se acercaba a la ubicación del artefacto, un antiguo edificio abandonado en las afueras del distrito, sintió un cambio en el aire, como si alguien más estuviera presente. Justo cuando iba a extender la mano para abrir una puerta oculta con un hechizo, una voz fría y calculada resonó detrás de ella.

—¿Pensabas que podrías entrar y salir sin ser vista?

Aleksa se giró rápidamente, su corazón latiendo con fuerza, y se encontró frente a frente con Thorin. Sus ojos grises la miraban con una mezcla de curiosidad y desprecio. Aunque nunca antes habían estado tan cerca, ambos sabían quién era el otro. Y en ese momento, en la penumbra de la noche, sus destinos quedaron irrevocablemente unidos.

Fin del Capítulo 1.