14 mayo del 2019
3:04 pm
Siento que he vuelto a mi niñez.
Tener a Isaac a mi lado es como volver al pasado, recordar todo lo bueno que ocurrió en ese entonces, una voleada de nostalgia en donde Isaac siempre estuvo presente a mi lado, aunque me tuve que separar del después de la escuela nunca perdimos el contacto, y como lo agradezco, que nunca me haya dejado sin importar la distancia.
-Parecemos señoras chismosas sentados en el balcón en busca de algún chisme con una taza de café en la mano – dice Isaac mientras levanta su taza de café, con la característica de él levantando el meñique.
-No parecemos, lo somos – choco mi taza con la de Isaac – y creo que por eso ese señor nos está mirando desde hace un buen rato.
Le indico con la cabeza. Isaac lo mira y vuelve a mirarme.
- ¿Crees que le gusto?
-No lo sé, pero yo te pregunto ¿Sabes voltear tortillas?
Isaac se ríe.
-Aprendí de la mejor.
-Entonces ahí está tu respuesta. Voltéalo.
Isaac que estaba tomando de su café se tapa su boca y empieza a toser, y de la tos que casi lo ahoga se ríe al final de ello.
Me levanto de mi silla para ir a ver si mi celular ya está cargado y veo la hora, ya casi inicia el discurso de Maly. Isaac se tira al sillón y suspira.
-Por un momento pensé que estaba viendo a mi abuela – dijo dándose unos golpes en el pecho.
-Pensabas, porque verla, eso solo pasa en tus sueños – me siento en el otro lado del sillón.
-Ya ni ahí puedo verla, pero es lo mejor.
-Que descanse en paz, Rosa.
Ambos formamos la cruz en nuestro pecho.
-Por cierto, te quería comentar ¿Te molesta si ahorita salimos? – Isaac alza sus cejas.
- ¿Salir a dónde?
-Al colegio en el que esta Maly. Ella va a un discurso y me gustaría-
- ¡Espera un momento! – Isaac se sienta abriendo sus piernas y colocando sus manos en sus rodillas. Con una sonrisa suspira - ¿Le sigues llamando Maly?
-Sabes que siempre la he llamado así – digo confundido.
-Si, lo sé. Pero amigo ¿Hace cuánto que volviste a tener contacto con ella? – Isaac se levanta para sentarse a la par mía emocionado – No sé qué tanto me he perdido, pero quiero detalles. Necesito detalles.
Tomo aire y miro al techo.
-Es algo largo y…
-Soy todo oídos.
¿Cómo le explicas a tu amigo que desde que llegaste a Estados Unidos tu vida se fue involucrando al peligro desconocido?
-Pásame la almohada que tienes atrás. Y acomódate porque es mucha información la que te tengo que dar.
Mejor sentados le cuento todo a Isaac.
Y con todo me refiero a TODO. Mi encuentro con Maly, las extrañas desapariciones, el extraño que entro en el cuarto de Maly y mis teorías. Todo. Isaac caminaba de un lado a otro, nervioso, sus manos entrelazadas y presionando constantemente sus dedos. Sabía que sería mucha información, pero me calma que no me esté gritando.
Isaac se sienta, su pierna se mueve mucho, pero luego de unos minutos se relaja.
-Sebastián ¿En qué problema te metiste? – suspira – Sebastián seré franco, te estas metiendo en territorio enemigo. Se lo mucho que te importa Emmaly, pero si sigues cerca de ella te meterás en mas líos. No sé qué ha sido de ella después de la graduación, pero como amigo te pido, que te alejes de ahí, antes de que intenten ir en contra de ti.
Me lo esperaba… Que me pidiera esto.
-De nada servirá cubrirme, Isaac – Isaac arruga las cejas – Hay algo más que tengo que decirte.
- ¡¿Algo más?! ¿Qué tanto ocultas, Sebastián? – dijo molesto.
-No oculto nada, Isaac. Pero no sirve de nada esconderme – mirando seriamente a Isaac me armo de valor
– Vine a Estados Unidos por-
¡¡¡RING!!!
Tomo mi celular que está sonando en el sillón, me sorprendo al ver el contacto que me llama. Maly…
-Hablando de la Reina. Es ella ¿no? – apenas abrí mi boca volvió hablar –¡Y no me digas que no porque tienes una sonrisa de idiota enamorado!
Su comentario hace que me ponga nervioso.
- Solo cállate ¿Si? – me levanto del sillón y me alejo de la sala para irme al balcón.
Vuelvo a mirar con anhelo la pantalla del celular. Relajo un poco mi sonrisa de idiota y contesto.
-Buenas señorita ¿Le están ganando los nervios? – dije bromeando, pero mis cejas se arrugan al escuchar ruido en la línea - ¿Maly? ¿Me escuchas?
- ¿Sebastián? – dijo una voz femenina agitada –Sebastián, soy Ámbar.
¿Ámbar? Claro… una de las amigas de Maly, pero ¿Por qué me está llamando ella desde el celular de Maly?
-No hay tiempo para explicaciones. Necesito que vengas y te lleves a Emma con la policía ¡Pero para ayer! – me ordeno Ámbar.
Las peores escenas llegaron a mi mente pensando lo peor, sin comprender la petición, pero sabía que su amiga no me jugaría con algo serio.
-Ámbar, se breve ¿Qué está pasando? – respondí rápido a su orden.
- ¡A Maly la quieren matar! ¡Sera asesinada en el escenario!
Sentí como un dolor que esparcía por mi pecho y un miedo creciente de lo que sucedería a continuación. Él ha vuelto atacar. Y de todas las personas en el mundo ira por la que más me importa.
Eso no lo permitiré
- Voy en camino.
Colgué la llamada. Sin pensarlo camine rápido hacia mi habitación tomando una caja que esta oculta detrás de un cuadro. Isaac entro a mi habitación, vio la caja y me miro. Su rostro que mostraba confusión se volvió seria en cuanto vio la caja. Cerro la puerta. Lo cual me molesto.
- Sebastián Torres ¿Estás loco? – dijo con disgusto - ¡¿Qué harás con eso?! –me grito.
-Es un asunto importante, Isaac. No te me-
-No, cállate. Me meto porque no quiero que mi amigo termine en la cárcel por una tontería.
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Editado: 18.09.2024