La Clase 6-B

Capitulo 16: El Baile del Silencio

14 de junio del 2019

5:45 pm

Una bomba nuclear cayó encima de nuestras cabezas con una verdad impactante y sin sentido. Nadie pudo hablar ¿Y cómo hacerlo? Reunirte nuevamente con tu antiguo grupo de compañeros de la escuela y darte cuenta que uno de ellos se encuentra muerto desde hace tres años, no hay palabras para describir lo impactante, pero para mí esto no es impactante es confuso. No tiene sentido nada de esto. Él... Esta vivo.

- Rafael, creo que estás equivocado... - hablo Sebastián - William está vivo.

Rafael con una expresión preocupante negó con la cabeza.

- No Sebastián, él se suicidó, yo lo vi cuando él se lanzó del edificio.

¡¿Qué?!

Sebastián que estaba a nada de responderle se quedó callado al escuchar las palabras de Rafael. Al igual que Sebastián todos estábamos callados, sin poder creer o procesar las palabras de Rafael y Sebastián.

¿Como era posible esto? No puede estar muerto... ¡Jamás! Reconozco esa cicatriz en la ceja ¡Es de él!

- Rafael, cuesta creerlo, pero William está vivo... Puedo dar fe de-

- ¡No puede estar vivo! ¡Vi con mis propios ojos como lo enterraban! ¡Y no pude hacer nada para evitarlo! ¡Es imposible que esté vivo! – grito de repente Rafael para luego tocar su pecho como si le faltara el aire.

Lilia rápidamente trajo una silla cerca de Rafael y lo ayudo a sentarse. Pero, aun así, Rafael seguía inhalando grandes bocanadas de aire, aumentando nuestra preocupación algunos se levantan de sus sillas.

- ¡No quiero ayuda! – advirtió Rafael.

- ¡Rafael, si sigues así puedes desmayarte! – exclamo Alan preocupado.

- Confía en él, Alan – respondió Lilia.

Lilia suspira.

- Chicos, hace tres años, William llamo a Rafael para despedirse, Rafael se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer William, pero… llego demasiado tarde. Todo lo que vivió ese día junto con el funeral hicieron que Rafael desarrollara estrés postraumático, por eso esta así… - explico Lilia mientras acariciaba la espalda de un Rafael que poco a poco estaba ya recuperando su respiración.

Me siento culpable, solo quería respuestas, la obtuve ¿Pero a costo de qué? De recordarle a un viejo amigo un trauma del cual no estaba enterada. Rafael y William llegaron a ser muy buenos amigos desde que se conocieron en La Clase 6-B, siempre decían que en otra vida fueron hermanos y que en esta vida el destino los separo, pero que aún así volvieron a encontrarse. Nadie el grupo entendía sus charlas fisiológicas acerca de la vida, creo que por ello fue que se llevaron bien desde un inicio, pero ahora mismo, no puedo ver de la misma manera a William.

- Pero hay algo que no entiendo – volvió hablar Lilia – Ustedes dos – nos mira a mí y a Sebastián - ¿Por qué aseguran que William está vivo?

Los demás esperaban atentos que íbamos a decir, veo Sebastián abrir sus labios y lo detengo tocando su hombro, el me mira con sus cejas alzadas y yo le asiento con la cabeza.

- Lilia – estoy sintiendo un dolor agudo en mi garganta, ese nudo – William mato a mis mejores amigas.

Los ojos de Lilia se abren de par en par, quedando en shock.

- ¿Te acuerdas cuando te vi en la entrada con los demás y te pregunté por Emma? – Lilia asiente – Me fui corriendo porque Emma seguía ahí adentro y cuando la encontré William le estaba apuntando con una pistola – menciono Sebastián.

- ¡¿Cómo?! – exclamaron los gemelos.

Lilia sorprendida tapa su boca con su mano sin saber que decir, no se esperaba para nada lo que íbamos a decir, en realidad nadie está preparado para lo que voy a decir.

- Y no solo es eso hay más, algo que posiblemente impacte a todos… – suspire nerviosa - El ataque terrorista que ocurrió en mi colegio fue por culpa de William, pero no solo él sino también otra persona que conocemos muy bien…

Me detuve un momento a mirar sus caras, el color pálido es lo que veo, procesando, incompresibles de la situación.

- ¿Quién, Emma? – pregunto Verónica.

Y por fin lo solté.

- Samanta.

- ¡¿SAMANTA?! – gritaron todos a excepción de Sebastián y Isaac

Me sobresalte por su impresión, pero asentí con la cabeza.

- Esto parece imposible ¿Qué paso con ellos en todos estos años? – pregunto con disgusto Alan.

- Después de la graduación todos nos separamos y tomamos caminos distintos e incluso nos empezamos a comportar como si fuéramos desconocidos – respondió Adam serio.

- Si tan solo hubiéramos actuado de una manera más madura puede que la cosas no hubieran terminado de esa manera… – respondió su gemelo, Alan.

- Pero no fue así – hablo Isaac con una fría voz – todos reaccionamos de la peor manera posible, le terminamos echando la culpa a otros para quitarnos el peso de encima, pero, en fin, éramos niños de doce años ¿De dónde íbamos a sacar madurez en ese momento? Si todos nacimos teniéndolo todo en nuestra mano – dijo de manera sarcástica.

El toque de Isaac, ser cruel pero no con mentiras sino con verdades. Recuerdo que antes siempre nos quejábamos que Isaac era un insensible que no le importaba los sentimientos de los demás, claro el único que lo defendía era Sebastián, la realidad es que Isaac siempre habla con la cruda verdad y eso era algo que en nuestra niñez no entendíamos, no hasta el día de hoy que ya somos adultos y que por más que nos duela Isaac solo dice la cruda y triste verdad.

Nadie tuvo valor para contradecir a Isaac. La habitación quedo en completo silencio con rostros preocupantes y melancólicos. Hasta que la puerta se abre llamando la atención de todos.

- Disculpe – uno de los guardias que estaba afuera entra – yo sé que ahora mismo se quieren poner al día con todo, pero – su mirada se va hacia donde están sentados Oliver, Juleissy y Helena – quedan siete minutos para la función. Así que apresúrense y los demás vayan a sus asientos – dicho esto el hombre sale dejando la puerta abierta y Helena y Juleissy se levantan bruscamente.




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