La cruda y sombría realidad del ser humano.

Al borde del abismo

Solemos llamar débiles a quienes lloran, a quienes aman de verdad, a quienes dan todo de sí, pero esto para mí está mal, para mí es totalmente erróneo llamar a alguien débil por realizar esas cosas, pues se necesita de mucho valor para llorar ante alguien, no debemos juzgar a quienes lloran, no siempre conocemos sus motivos pero de lo que sí estoy seguro es de que cuando alguien llora es debido a dos razones, está feliz, o está infinitamente roto, ya que a través del llanto es que el alma puede desahogarse, a través de las lágrimas es que sientes que tu pecho ya no está tan reprimido, a pesar de que se cree que llorar es sinónimo de algo malo, para mí no lo es; ya  que esto mismo nos hace descansar por un leve instante, podemos suspirar y pensar de todo, de todo y pensar en nada a la vez, la mente humana es sumamente complicada, los humanos somos conocedores de anatomía, de medicina, de muchas otras áreas, pero nadie es conocedor de la forma en la que opera la mente, algunos dirán que estoy equivocado, pero no es así. La gente cree que saber cómo funciona la mente es explicar el porqué hacemos cada cosa, el porqué justificamos cada acción, pero... ¿Si vemos más allá, con qué nos encontraremos, qué veremos, qué interpretaremos?, Sencillo estaremos confundidos, estaremos en un enigma, al igual que el dilema al que entramos cuando nos ponemos a pensar en cómo surgió el universo, a raíz de qué, cómo surgieron las especies. Siempre hay teorías pero nadie sabe a ciencia cierta cuál es la verdadera raíz de todo.

Sabemos qué puede causar el desastre emocional, sabemos qué factores pueden ayudar a que te sientas mal, pero es tan irónico esto, tan crudo, ya que a pesar de tener conocimientos sobre ello, nos volvemos completamente inútiles ante estas situaciones, nos volvemos incapaces de evitar dicho sufrimiento. <<¿Es que a caso queremos que esto pase?>> La respuesta es sencillamente no, es por eso que digo que nadie entiende la mente humana, a pesar de que sabemos lo que nos puede afectar, no podemos hacer nada ante algunas situaciones, y aunque hay factores que intervienen para que aquellos problemas nos den directamente, somos conocedores de que todo lo ocurrido en nuestras vidas es consecuencia de nuestros actos, nada en esta vida sucede porque sí, nada surge de la nada, toda acción tiene una consecuencia, es por esto que nunca he estado de acuerdo con esas personas que dicen: "Odio la vida, la vida es horrible" ¡Por favor!, Nosotros labramos nuestras propias desgracias, nosotros somos los culpables de lo malo, nosotros somos la bazofia que tiene infectada a la sociedad.

Sentimos morir, sentimos caer a un pozo sin fondo, nos vemos al borde del abismo, pero por más rotos que estemos, la vida sigue y nosotros con ella, el mundo no espera a nadie, el tiempo no se detendrá a esperar que recojas los pedazos rotos de tu corazón. Vivimos en la desesperación y esto puede ser peligroso, solemos actuar bajo impulsos, tanto que no parecemos racionales sino una manada de animales salvajes, aunque me siento un tonto por usar tales comparaciones, ya que se ve muy a menudo la humanidad en animales salvajes, animales que parecen ser más racionales que las personas, pero creo que la causa de decir que los animales son diferentes, es la necesidad de superioridad que gira entorno al hombre, el sentir que si no está sobre algo no es él, esto nos induce a algo que no es más que la perdición misma. Seguimos sumidos en la desesperanza y esto es simple y llanamente culpa nuestra, hace mucho que perdimos el propósito, hace mucho que nos alejamos del horizonte, hace tanto que no sabemos cuál es la razón de la existencia nuestra, aunque... Creo que debería excluirme de esto, pues soy consciente de que mi existencia solo es un punto en esta gran mancha llamada realidad, pero al menos sé que tengo un propósito, propósito que debo cumplir a cabalidad, propósito que me llevará a la extinción, pues aunque la vida es lo más largo que podemos vivir, es relativamente corta y lo que digo es contradictorio, porque aunque sé que debo cumplir mi propósito, no sé si el descanso me llegue antes, de lo que sí debo asegurarme es de dejar huella en el mundo, de lo contrario mi alma será olvidada sin remordimiento alguno, es por ello que aunque me vea a tan solo un milímetro de la muerte, debo evitar estar al borde del abismo.



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En el texto hay: realidad, verdades, narraciones

Editado: 27.09.2023

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